Volví (Vuelve parte 2)

Capítulo 13

Narra Sarah
Stephen se había convertido en el peor idiota de todos. Me había demandado para quedarse con la custodia de mi hija. Entiendo que esté molesto conmigo, pero no puede llevarlo a un conflicto con Maggie de por medio.
Enojada tomé el coche y manejé hasta donde recordaba que vivían. Me bajé molesta del carro y golpeé la puerta con mucha fuerza.
Quién abrió la puerta fue Kate y me dio mucha más rabia. Quería golpearla, por contarle a Stephen mi mayor secreto, pero recordé que estaba embarazada.
- Todo debió ser tu idea no?- pregunto mostrándole la carta que había cargado desde casa, pero se hace la desentendida.- No te hagas la idiota ahora, por favor.- hablo muy en serio.
- que está pasando?- pregunta el hombre al cual no he visto por tanto tiempo, y ahora mas que tener miedo por verle reaccionar, quería que el tuviera el temor de verme explotar.
- La próxima vez, si piensas quitarme a mi hija, sé lo suficientemente hombre como para decírmelo a la cara. - le digo plantando la carta en su pecho. - Es mi hija y tendrás que primero matarme para pensar en llevártela! - hablo molesta, con el único propósito de que mis palabras quedaran marcadas en su cabeza.
- Sarah detente, quieres hablar del tema? Adelante, vamos y lo aclaramos. - dice Stephen algo inquieto. - sentémonos y hablemos tranquilos sobre el tema.
- Stephen, no quiero aclarar nada, Maggie es mi hija y me hecho cargo de ella sola todos estos años. No dejaré que tú ni nadie me la arrebate. - hablo concluyendo. - quieres llegar a un juicio? Está bien, hagámoslo, pero pronto te darás cuenta que ella siempre me preferirá por sobre un idiota al que recién está conociendo. - Stephen no sabía que decir con todo lo que decía. Kate intentaba detener mis gritos, pero las miradas que le lanzaba eran lo suficientemente amenazantes para que se arrepintiera de inmediato. Con mi hija nadie se mete y eso es lo que esperaba demostrarle tanto a Stephen como a Kate. Si querían demandarme, vale, que lo hicieran, pero ni un juez sabe lo mucho que esa niña me necesita como yo a ella.
Me senté en el coche y respiré intentando tranquilizarme. Jamás pensé que la vez que me reencontraría con Stephen sería de esta forma, tal vez era una señal de lo que venía ahora por delante. Siempre estuvo en cuenta esa pequeña sensación de que tal vez Stephen no era el hombre de mi vida, y ahora lo estaba considerando. Él comenzará una nueva vida y yo debía olvidarme de él y lo que viví con él.

Narra Emily
Luego de que dejara un poco de lado mi amistad con Kate, he estado más cercana a mi hermana y Ethan. Él se encargaba de ir a visitar a la pequeña y a ayudarme con Sarah quien sufría en su habitación. Ella nunca lo notó, pero fue de gran ayuda. Cuando estaba aquí pasábamos mucho tiempo hablando, como cuando éramos jóvenes, pero esta vez como amigos, o al menos eso era lo que necesitaba. Prometimos no comprometernos tanto como para repetir la historia de Sarah y Stephen, no quería fallarle a George, por más que tenga claro que no lo amo. Me había cuestionado eso muchas veces mediante hablaba con Ethan, y a pesar de que aún me atrae física y psicológicamente, esto no va a pasar más allá de eso, y espero que el lo tenga claro.
- tengo una sorpresa para ti - decía Ethan mientras caminábamos hacia el coche para volver a casa.
- que sorpresa?- pregunto y el se alza de hombros divertido.
- te la diré sólo si te cubres los ojos.- habla muy misterioso, pero me siento desconfiada al respecto.- vamos, prometo que no haré algo malo.- dice levantando las manos, y acepto. Me cubre con su corbata los ojos y cuando estamos en el coche sólo conduce. Intenta hablarme de vez en cuando para que evite descubrir donde estábamos. Al pasar los minutos al fin habíamos llegado, pero aún no sabía a donde.
- que es esto?- pregunto nerviosa.- dónde estamos?- escuchaba a mucha gente al rededor y había un olor que se me hacía muy conocido.
Al guiarme con cuidado por un lugar, pone sus manos en mis hombros y lo siento detrás de mí. Me saca la corbata de los ojos y veo que estamos en la feria del muelle. Habíamos venido aquí para una cita y la recordaba tal cual está.
- está igual no lo crees? - pregunta luego de que yo no pudiera decir nada.
- si... se ve grandioso - añado viendo el lugar que aveces solía recordar mientras estaba haciendo de enfermera en la guerra.- por que estamos aquí Ethan? - pregunto sin entender. Para mí tenía sentido porque aquí fue donde lo conocí y hablé con él, aunque en realidad la primera vez fue en la fuente de soda, pero eso no importa. Aquí me di cuenta de que con él podía ser yo misma, sin pretender ser alguien más.
- te traje aquí por que fue aquí donde comenzó todo. - lo miro atento. - Emily, cuando te vi por primera vez en esa fuente de soda me gustaste de inmediato, pero aquí fue donde me cambiaste la vida. Podrás creer que soy un idiota exagerado, pero cuando estuve apunto de morir en la guerra y pensaba en la gente que quería, te vi a ti en este lugar, riéndote con tus amigos y disfrutando de todo lo que te rodeaba.- no debería estar diciéndome esto, nos hacía mal a ambos. - fue aquí donde me enamoré de ti sin saberlo, y fue aquí donde supe que no eras como las otras. - me muerdo el labio y agachando la mirada. - lo peor de ser torturado y encadenado por los japoneses, fue que me pasaba pensando que algún día tú volverías a hacer tu vida. - por que hacía esto, solo me confundía. - Sé que prometimos no hacer lo que hacían Steph y Sarah, pero me niego a perderte, no hay nadie a quien haya amado más que a ti, y no lo habrá. Esperaré lo necesario para recuperarte, por que algún día te darás cuenta de que él no te hace feliz como yo lo hice y haré por el resto de mi vida.- iba a hablar, pero me interrumpió. - está bien, no es necesario que digas nada, sólo quería que supieras lo que siento y pienso. - asiento y veo sin querer mi muñeca, veo la hora y me pongo nerviosa.
- demonios! Nos tenemos que ir, George llegará al hotel. - digo preocupada y el asiente sin ánimos. Sabía muy bien lo que sentía, ya que pensaba y sentía lo mismo que él. A diferencia suya, yo supe que lo amaba desde el primer momento en que lo vi en esa fuente de soda y me tomó tiempo saberlo claramente. Estuve muy enamorada de él, cómo nunca lo he estado, y siento que será un buen recuerdo, ya que tengo poca fe en que volvamos a reencontrarnos románticamente en futuro.