Viernes, 20 de diciembre de 2013
2:30 pm
Me hubiese gustado poder decir que a tan solo dos horas de mi cita, no tenía nada listo o que no tenía ni idea de qué iba a usar, pero esa sería una de las mentiras más grandes que haya dicho —y vaya que había dicho grandes mentiras— porque en realidad, había hecho el esfuerzo de comprar un vestido y baletas desde hacía una semana aproximadamente, luego de pensar arduamente si iría o no, decidí que usar algo nuevo sería un buen augurio.
La noche anterior hice mi mejor intento de dormir temprano— temprano a la 1 am— para no tener mis ojeras permanentes, tomé una taza de té —a pesar de que lo odiaba— y retoqué mi esmalte azabache en mis uñas. Me sorprendí al notar que estaba haciendo muchas cosas para lucir presentable pero no me retracté. Por alguna razón, estaba interesada en lucir linda, por primera vez en 3 años.
Antes de comenzar a vestirme para mi cita con Harry, decidí comer algo ligero, no era fan de comer afuera con personas. Yo era lo más cercano a una persona solitaria, comer sola, ir a cine sola, vivir sola y eso estaba perfecto para mí.
Por primera vez en los últimos tres años me estaba maquillando con algo más que corrector de ojeras, polvo compacto y color en mis mejillas; hoy también me apliqué máscara para pestañas.
A las 3:30 pm estaba saliendo de mi pequeño departamento hacia el sitio. No tenía ni idea de dónde quedaba, así que también me di el lujo de ir en taxi. Una vez llegué, le pedí al conductor que me dejara en la acera contraria, no quería llamar la atención al llegar. Me bajé del taxi y caminé lentamente hacia el restaurante frente a mí, con repentinos nervios.
Me adentré tratando de pasar desapercibida, pero un mesero estaba allí para recibirme mientras me preguntaba dónde quería sentarme, le dije que tenía una reserva a nombre de Harry Styles, él sonrió amablemente, buscó en la lista y me llevó a la mesa 10. Suspiré de alivio cuando me di cuenta que él no había llegado. Odiaba cuando me miraban mientras caminaba así que fue un golpe de suerte poder sentarme primero. Pasaron unos 10 minutos, yo estaba concentrada en la decoración bohemia del lugar cuando divisé a un chico caminando directo hacia la mesa donde estaba sentada. Su apariencia no concordaba para nada con la carta, su cabello con rulos desordenados, llevaba una simple camisa gris, pantalones negros y botas, no traía chaqueta a pesar de la temperatura —8 grados — que hacía afuera y sus brazos estaban casi repletos de tatuajes. Estaba segura de que él caminaba hasta mi mesa y juro que nunca me sentí más ridícula usando vestido. Su rostro reflejaba algo de sorpresa cuando se detuvo al pie de la mesa, luego sonrío suavemente y me tendió la mano. Tomé su mano con timidez y me levanté de mi asiento por educación.
-Harry Styles- Su voz se escuchó sexy y ronca al decir su nombre con una pequeña sonrisa de lado.
-Charlotte Queen- Respondí con mi simple acento americano.
-Lo sé- Él asintió mientras corría mi silla para sentarme y se sentaba él.
Luego de un silencio incomodo, llegó el mesero que me había recibido en la entrada y nos trajo las cartas para ordenar. Todo estaba en francés, no era muy buena en ello, pero podía entender algunas cosas. Al final, me decidí por un café.
Cuando alcé mi mirada, Harry me estaba mirando con el ceño ligeramente fruncido y no quitó su mirada hasta que llegó el mesero para tomar nuestras órdenes. Cuando pedí el café, él habló.
-¿Solo vas a pedir eso?
Tenía un marcado acento británico, sin embargo, se mezclaba un poco con el francés.
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My ever after |h.s AU| *Actualizaciones Lentas*
Fanfiction3 años. Ese era el número de años que Charlotte Queen había estado huyendo de él. Thomas Fox, su mejor amigo, un simple chico originario de Atlanta, lucía como el prospecto de chico que cualquier chica desearía. Era la envidia de todas en la univers...