3. Christmas dinner.

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-¿Quieres tener tu cena de navidad conmigo?

-¿Qué?- susurré quedadamente.

-¿Quieres tener tu cena…?

-Te escuché la primera vez, Harry- interrumpí.

-Bueno, entonces…

-Entonces nada, me voy a casa- me alejé rápidamente, caminando en dirección a mi casa.

-¿Qué? ¡Espera!- se acercó rápidamente y tomó mi brazo para encararlo.

-¿Qué quieres?

-Te lo dije, quiero que cenemos.

Examiné su rostro en busca de cualquier indicio de que estuviera bromeando; su ceño estaba fruncido pero sus ojos brillaban. Justo ahora su mirada era muy expresiva, tenía un toque de picardía, pero más que todo, me estaba retando.

-Pues yo no quiero, Harry. Ahora, si me disculpas…-  intenté zafarme de su agarre pero él no me soltó.

-¿Por qué no?

-No quiero ir a la casa de un extraño. Solo quiero tener mi cena de navidad en la comodidad de mi casa.

-Perfecto, entonces vamos a cenar a tu casa.

-¡Claro que no!- exclamé alarmada.

Él me estaba diciendo algo pero realmente no le escuché. Estaba tratando de aclarar mi mente para decidir qué hacer. Algo me decía que él no se iría a su casa sin mí, y si me iba a mi casa, corría el riesgo de que me siguiera, y eso era algo que no podía permitir.

-¿Por qué no puedes solo darme una oportunidad? ¡Te prometo que no soy un asesino en serie!

-Harry, un asesino en serie no me revelaría que es un asesino en serie.

-De acuerdo, entonces... soy un asesino en serie, y quiero llevarte a mi casa para poder matarte, como lo he hecho con mis otras doscientas treinta victimas.

-¡Harry! ¡No juegues con eso!- empujé su hombro y salí corriendo en dirección contraria a él.

En cinco segundos ya me había atrapado. Puso sus brazos alrededor de mi cintura, aprisionando mi espalda contra su pecho y río en mi cuello, hasta que se tornó un poco incomodo y me soltó, girandome para encontrarme con sus ojos.

-¡Vamos a cenar, Queen! No es nada fuera de lo normal.

-¡Está bien! Cenaremos, en tu casa- aclaré.

Él sonrió ampliamente y asintió, guiándome a su carro aún con su mano en mi brazo. Cuando estuve dentro del carro, recosté mi cabeza y cerré los ojos mientras Harry conducía. Alguna que otra vez me atreví a mirarlo de reojo, detallando su rostro cuidadosamente.

Luego de un tiempo— ni idea de cuánto fue exactamente sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió como si me hubiese pillado mirándole, sin embargo, no mencionó nada al respecto. Se bajó del auto y me abrió la puerta. Estábamos en el estacionamiento de un conjunto de apartamentos.

-Ven- puso su mano en la parte baja de mi espalda, llevándome adentro.

El sitio era agradable. No eran edificios, eran pequeñas casas, una al lado de otra. La de Harry era una de las últimas, con un bonito jardín delantero y algunas luces de navidad.

-¿Te gusta mucho la navidad?

-Sí, me gusta, pero las luces las ponen los administrativos- rió suavemente mientras abría la puerta para entrar.

My ever after |h.s AU| *Actualizaciones Lentas*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora