Competencia Peliaguda

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  Segundo piso de la Panadería Dupain-Cheng, habitación de Marinette, 2:45 pm.
—Querido diario, hoy Tikki hizo una travesura increíble. Estaba mamá en la cocina, preparando pasteles, cuando se acercó Tikki. Mamá la cargó para que regrese y no se coma los pasteles, ¡pero ella se impulsó de su pecho y fue directamente a lamer la crema! — escribía Marinette.
Se escucharon unos pasos que se aproximaban.
—Marinette, ¿qué haces todavía aquí? — preguntó Tom, asomándose por su trampilla.
— ¿Vivo aquí?
—Pero Alya te dijo ayer que vayas al colegio a las dos y media para algo importante.
Marinette palideció.
Mierda.
— ¡Gracias papá! Y ¡chau! — dijo Marinette, agarrando su abrigo y saliendo por la trampilla.

Patio del François Dupont, 2:53 pm.
Cuando Marinette llegó al patio, se sorprendió de escuchar ruidos extraños proviniendo de la biblioteca.
—Que extraño— pensó. —Habrá que averiguar qué está pasando.
Subió las escaleras.

Biblioteca del François Dupont, 2:55 pm.
Marinette descubrió que estaban haciendo las selecciones para el torneo de videojuegos en París.
En ese momento estaba jugando Luka contra Max.
— ¡Y Luka gana! — exclamó la pantalla.
— ¡Felicitaciones Luka! — mencionó el señor Damocles. — ¿Alguien más desea probar suerte?
— ¡Por eso te llamé, Marinette! — le dijo Alya, arrastrándola a una esquina de la biblioteca. — ¡Eres fantástica con los videojuegos, y serías una gran representante del colegio en el torneo!
—Me parece una buena idea, Alya.
Se acercó al director.
—Señor Damocles, me gustaría intentar.
—Excelente, Marinette. Jugarás contra Luka.
Marinette se acercó, le estrechó la mano a Luka (quien enrojeció ante el contacto) y agarró el control que Max había dejado.
Después de jugar un rato, Marinette pulverizó a Luka.
Mientras todos la vitoreaban, desde el segundo piso de la biblioteca, Lila le expresaba su opinión a Olivie.
— ¿En serio? ¿Cómo puede alguien pasar tanto tiempo frente a una pantalla? — le dijo a Olivie mientras sacaba su celular y lo revisaba.
—Como si tú no lo hicieras— respondió.
— ¿Qué dijiste?
—Nada, nada.
En ese preciso momento Adrien llego corriendo a la biblioteca.
—Charlotte, ¿por qué te fuiste sin mí? — le susurró a su hermana, quien estaba ahí desde hace un buen rato.
—Porque puedo.
—Graciosa. Pero, ¿qué están haciendo?
—Las pruebas para escoger a los concursantes del torneo interescolar de Ultimate Mecha Strike III.
— ¿Y...?
—Para tu información, hasta ahora los escogidos son Marinette y Luka.
—Espera, ¿qué?
—Sí.
—A ver si entiendo: si alguien supera el puntaje de Luka... ¿será compañero de Marinette en el torneo?
—Básicamente. Solo acuérdate que esto se trata de participar y representar, no de acurrucarse y besarse.
—Qué cosas dices, Charlotte. No haría eso.
—Eso espero.
—Tenemos a los dos campeones para el torneo de París... — decía el señor Damocles cuando fue interrumpido.
— ¡Esperen! ¿Es muy tarde para inscribirse? — exclamó un Adrien que llegaba corriendo.
—La biblioteca cierra en cinco minutos, pero...
Adrien avanzó determinadamente, se sentó y demandó un control.
Marinette le dio el suyo.
—El control de Marinette, ¡qué suerte! — pensó Adrien.
—Las reglas son simples...
—No te preocupes, Luka, tengo experiencia— respondió socarronamente Adrien.
—Ah... bueno.
Después de jugar por un buen rato, Adrien consiguió vencer a Luka, aunque por poco.
— ¡Gané! ¡Sí! — gritó Adrien mientras hacía un bailecito de victoria.
Luka se veía derrotado.
—ADRIEN GANA-LUKA PIERDE— se leía en la pantalla.
Adrien ocupaba el primer puesto mientras Marinette el primero, por lo que eran ellos los que irían a la competencia.
Luka, por su parte, se sentía mal. Aunque él también moría por estar con Marinette, había participado principalmente por el juego en sí. ¡Amaba jugarlo! Pero no lo haría.
—Entonces, Marinette Dupain-Cheng y Adrien Agreste representarán a la secundaria François Dupont en el torneo de París de Ultimate Mecha Strike III. Buena suerte— proclamó el señor Damocles.
—Supongo que tendré que practicar con mi nueva compañera— le dijo Adrien a Marinette, aprovechando su oportunidad.
— ¡Claro! Ven a la Panadería en una hora. ¡Te estaré esperando!
Marinette se fue.
La cara de Adrien era la de un bobo enamorado.
—Nos... vemos... —dijo soñadoramente.

Mansión Agreste, 3:24 pm.
— ¡Estoy tan emocionado, Char! — le dijo Adrien a su hermana. — ¡Jugaré con Marinette!
— ¡Uf! Detesto ese apodo. Pero cambiando de tema, si solo querías pasar más tiempo con ella, hay otras formas de hacerlo.
— ¿De qué hablas, hermanita?
—Nací antes que tú. Sabes que Luka quería estar en el torneo. Recuerdo que Juleka me había mencionado que había estado entrenando por meses.
—Tienes razón. Yo solo pensé en Marinette. Y dudo que a ella le gusten las personas que actúan como yo.
— ¡No digas eso! Adrien, eres una gran persona y un gran hermano, solo que a veces debes pensar más antes de actuar.
—Sí, es verdad. Pero bueno, voy a entrenar con Marinette. ¡Marinette!
Charlotte, con una sonrisa en los labios, rodó los ojos.

Segundo piso de la Panadería Dupain-Cheng, habitación de Marinette, 4:17 pm.
Adrien acababa de llegar y se disponía a empezar la práctica.
Los dos se encontraban sentados, uno al costado del otro.
Se dispusieron a agarrar un control para jugar. Sin embargo, cogieron el mismo control al mismo tiempo, rozando sus manos.
—Lo-lo siento— le dijo Marinette a Adrien, sonrojada al igual que él
—No, tómalo tú. Yo cogeré... — Adrien intentó coger el otro control al mismo tiempo que Marinette, ruborizándose más. — ...el otro.
Cada uno, finalmente, cogió un control y empezaron a jugar.
Era evidente que Marinette era mejor que Adrien.
—Vaya, ganamos de nuevo, gracias a ti, Marinette.
—Fue un trabajo en equipo, Adrien.
— ¡Qué dices! — Adrien se echó en la silla. —Eres asombrosa, Marinette, y mil veces mejor que yo. Podrías hacerlo tu sola, no me necesitas.
— ¡No digas eso, Adrien! En realidad, yo tengo un secreto.
Adrien la miró suspicazmente.
Marinette sacó una pulsera de cuentas de colores.
—Por esto siempre gano.
— ¿Estás bromeando?
—Intenta jugar con él.
En ese preciso momento, los padres de Marinette los llamaron para comer, por lo que Adrien nunca lo pudo probar.

Estadio, 7:28 pm.
El torneo estaba a punto de comenzar.
Sin embargo, Adrien ya no sentía la emoción de antes...
...al ver la expresión decaída de Luka.
Adrien se le acercó.
—Hola, Luka... sé que no siempre nos llevamos bien, y que no tenemos la misma opinión en ciertas cosas... pero... creo que tu mereces jugar más que yo.
Luka lo miró acusadoramente.
—No me malinterpretes, me encanta jugar, pero no es mi pasión. Así que ve ahí y gana junto con Marinette.
Luka sonrió levemente.
—Gracias, Adrien— y se fue.
Marinette se sorprendió al principio, pero Luka le explicó lo que acontenció y ella pareció entender.
Riendo, Luka y Marinette se unieron a los otros concursantes.

9:00 pm.
¡Y el premio ganador es para la secundaria François Dupont!
La alegría se apoderó de la escuela. Marinette y Luka estaban entusiasmados, e hicieron un choque de puños.
Mientras el resto de la clase los vitoreaba, Adrien solo miraba a Marinette.
Sacó algo de su bolsillo.
Era la pulsera de cuentas.
Espero que me traiga tanta suerte como a ti, Marinette.

Que gane el mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora