Colegio François Dupont, 9:36 am.
—Bueno, niños. En esta semana de las Artes, el colegio ha decidido dar un proyecto por salón, además de la competencia entre salones que se da todos los años. En este caso, vamos a tener que hacer ¡un concierto! —informó Madame Bustier.
Muchos vitorearon, felices.
—Ahora, respecto a el concurso, este año la temática será el diseño de modas, en específico, ¡los bombines!
La cara de Marinette se había alegrado muchísimo al escuchar que sería sobre el diseño. Sin embargo, al oír que sería de bombines, la sonrisa se le borró de la cara.
—Al final de las exposiciones de cada salón, se procederá al concurso. Nuestro juez este año será ¡Gabriel Agreste, padre de dos de nuestros estudiantes!
Marinette palideció.
—Y el premio, además de vales de compra y artículos de diseño, será que el bombín ¡será parte de la última colección Agreste, y por ende, lo modelará nuestro alumno Adrien!
Muchos aplaudieron, y Adrien inclinó la cabeza, ruborizándose.
—Así que niños, mientras voy a una reunión con otros profesores, decidan cómo van a hacer su concierto. Au revoir!
Apenas la maestra se marchó, empezó un gran alboroto.
—Ey, ¡ey! Hay que calmarnos. Debemos planificar esto meticulosamente— mencionó Adrien. —Yo podría tocar el piano.
—Yo tocaría mi guitarra— dijo Luka.
—Yo puedo volver a encargarme de las luces— dijo Olivie.
—Yo puedo ocuparme del maquillaje como en la película.
— ¡Yo del catering de nuevo!
—Yo podría ocuparme de los trajes— sugirió Marinette.
—No hay forma. Debes centrarte en la competencia. Yo lo haré— dijo Chloé.
— ¡Pero tu no tienes estilo! —chilló Lila.
—Tú menos Lila, así que cállate— le respondió Alya. —Yo me encargaré de la publicidad.
—Yo puedo tocar la batería- dijo Kim.
—Yo tocaré los platillos— dijo Ivan.
—Yo puedo rapear— dijo Alix.
—Entonces yo te acompañaré cantando— indicó Charlotte
— ¡Uf, que no! Lo vas a estropear—le dijo Adrien a su hermana.
—Ja ja, muy gracioso— respondió Charlotte, seria.
—Yo tocaré... eh... el clarinete— dudó Nino.
—Muy hombre— se burló Lila.
Todos la miraron mal.
—Ahora, ¿QUÉ? — respondió Lila.
—Amable— susurró Alix.
—Bueno, creo que yo podría hacerme cargo de efectos sonoros— dijo Max.
—Yo podría ser backup singer— sugirió Mylène.
—Bueno, entonces, ¿qué tal si Marinette, Lila, Rose y Juleka son bailarinas? — pensó Charlotte en voz alta.
—Bueno— replicaron las mencionadas.
—Entonces, ¡a trabajar!
—
Patio del François Dupont, 3:05 pm.
—Mira, Alya, he hecho sombreros, gorras, berets, boinas, ¡hasta viseras! Pero, ¿bombines? ¡Ninguno!
—Marinette, no te desesperes, eres muy creativa y sé que vas a idear algo. A ver, ¿por qué no me das esa libreta tuya? Quizás se me ocurra alguna idea.
—No hay problema, Alya— respondió Marinette entregándole la libreta.
—A ver, a ver... pero Marinette, ¡estos diseños son muy buenos!
—No lo suficiente. Ni siquiera hay bombines. Ademas, seguro haré el ridículo en el evento, tropezaré con el sombrero y caeré sobre el señor Agreste, ¡le provocaré una contusión y Adrien y Charlotte me odiarán! ¡Jamás seré una diseñadora reconocida mundialmente!
— ¡Vaya! Alya, esos diseños son fantásticos. No sabía que tenías tanta habilidad— las interrumpió Adrien.
—Gracias, Adrien, pero no puedo llevarme el crédito— respondió Alya. —Estos diseños increíbles son de Marinette.
— ¡Tienes muchísimo talento, Marinette! Creo que tienes muchas posibilidades de ganar.
— ¡Muchas gracias, Adrien! Aunque no sé si será suficiente...
— ¿Bromeas? ¡Eres una increíble diseñadora! Espero usar tu bombín en mi próxima sesión de fotos— dijo Adrien.
Sonó un claxon.
—Bueno, ¡hasta luego! — se despidió Adrien.
Marinette sonrió, sintiéndose más segura.
—
Trocadero, 6:13 pm.
Marinette, en su lugar de inspiración, se sentía terriblemente frustrada. ¡Todas sus ideas no habían resultado bien! Había tratado de hacer bombines con una temática de música, con una temática de abejas, hasta con una de la torre Eiffel.
—Marinette, ¿qué haces por aquí? — consultó Luka, que acababa de llegar.
— ¿Yo? Estoy diseñando, nada más. O bueno, intentando diseñar.
— ¿Por qué dices eso?
—Porque no me convence nada de lo que hago.
—Oh. Bueno, en mi experiencia como artista, puedes encontrar inspiración en tu entorno. Desde algo cotidiano hasta algo de lo más extraño. ¡No te preocupes!
—Eso espero, Luka.
En ese momento, vio un señor delante de ella que estaba alimentando a las palomas, y se comportaba como una de ellas.
— ¡Ya tengo una idea! — exclamó Marinette.
Rápidamente empezó a diseñar un bombín en su libreta de dibujos.
Al terminar, le mostró el diseño a Luka.
— ¡Es impresionante, Marinette! Estoy muy feliz de haber sido de ayuda.
—Sí. ¡Muchísimas gracias!
—De nada. Bueno, Marinette, me voy, a las seis y media es la práctica para la semana de las artes. ¡Adiós por ahora!
— ¡Chau!
Mientras Luka se marchaba, Marinette se sentía feliz y satisfecha que haya hecho su bombín.
Espera...
¡¿Había dicho SEMANA DE LAS ARTES?!
Marinette palideció.
¡Ella también debía estar ahí!
Salió corriendo.
—
Auditorio del François Dupont, 2 semanas después, 7:00 pm.
El último día de la semana de las artes era hoy. Hoy, el grado de tercero hacía sus exposiciones, y Marinette estaba hecha un manojo de nervios.
—Tranquila, chica— la tranquilizaba Alya, — ¡te va a ir genial en el concurso de diseño!
—Eso espero, Alya.
¡PRESENTAMOS A TERCERO C CON UN ACTO MUSICAL!
Los jóvenes empezaron a posicionarse en el auditorio, listos para esforzarse al máximo. Al empezar a sonar la música, todos disfrutaron lo que estaban haciendo, convirtiendo al concierto escolar en una de sus memorias más preciadas. Cuando terminaron, todo el público les aplaudió a rabiar.
Se dirigieron al Patio Central, para presenciar el concurso de diseño.
—Oye, Alya, ¿de qué salón es esto? — preguntó Marinette, señalando a una exposición de arte.
—Es de tercero B, con su proyecto híbrido de literatura y pintura. Ese que vez ahí, el del medio, fue realizado por Nathanaël Kurtzemberg y Marc Anciel, unos de los niños más talentosos del colegio.
—Pues se nota— remarcó Marinette.
—
Patio central del François Dupont, 7:30 pm.
—Bueno, queridos alumnos, ¡ha llegado el momento! —pronunció el director Damocles. —Luego de varios minutos de deliberación, el señor Agreste tiene en mente a un ganador.
Nathalie, la asistenta de los Agrestes, se acercó al medio del patio, sosteniendo una tablet en la cual se podía ver la cara del señor Agreste.
—Bueno— comenzó el diseñador, —en realidad no ha sido tan complicado decidir el ganador. Hay personas que diseñan bien, mientras que hay otros que nunca deberían acercarse a una libreta de dibujos. Sin embargo, uno de estos bombines me ha sorprendido más, no solo por la originalidad de la temática, sino también por la forma en que han sido usados los materiales y la forma ingeniosa de esconder su autoría, algo que pude notar.
A Marinette le estaban sudando las manos.
—Sin más que decir, la ganadora del concurso es ... ¡Mademoiselle Dupain-Cheng!
Marinette soltó un grito ahogado mientras muchos se le acercaban a felicitarla.
— ¡Felicitaciones, Marinette! Te dije que podías conseguir esa inspiración— le mencionó Luka.
—Je je.. parece que sí.
—Y yo no puedo esperar a usar eso en mi sesión de fotos— remarcó Adrien, acercándose con su hermana. — ¡Se ve precioso!
Adrien se lo puso en la cabeza e hizo una pose graciosa.
Luka estaba irritado, mientras que Charlotte y Marinette solo se reían.
Adrien empezó a reír también, pero pronto se le borró la sonrisa.
—Ah... Ah... ¡ACHOO! — estornudó Adrien, frotándose luego la nariz.
— ¡Salud! — dijo Marinette.
—Perdona, Marinette, es que soy alérgico a las plumas.
Marinette solo rió.
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Que gane el mejor
FanficCuando Adrien llega, junto con su hermana, por primera vez al Colegio François Dupont, se siente fascinado por Marinette. Lamentablemente, Luka también tiene su ojo en ella, y está siendo ayudada por una demonio en persona... Adrinette con pizcas de...