One shots | Boku no Hero Academia [CANCELADA]

Kirishima Eijirō & Kaminari Denki

Romeo
[AU Medieval]

El reino no podría estar peor de la situación actual: la princesa desparecida, el prometido en medio de la gran iglesia completamente solo y un tratado de paz incompleto. Los guardias habían buscado por cada parte del castillo, incluso los pasadizos secretos que usaba, ya en ese entonces, para escabullirse la pequeña princesa y es que cualquiera en su sano juicio hubiera huido de un matrimonio arreglado, la idea de pasar el resto de tu vida con alguien que apenas conociste y ¡peor aún! Tener un hijo con ese alguien suena de lo más desagradable que te puede suceder en la vida, no solo desagradable, sería la vida más triste que se hubiera podido contar en los cuentos. Tal vez estuvieras exagerando, pero en ese momento era lo único que se pasaba por tu cabeza a medida que intentabas correr con tal vestido y tacones en medio del bosque.

Preferias correr en un camino diferente, hacia una vida diferente.

Un desnivel en el camino te hizo caer. Caíste por la pequeña pendiente ensuciando por completo aquel vestido, ahora café, y con algún que otro pedazo de pasto que arrancaste al intentar detenerte. Intentaste levantarte con dificultad, porque parece que ahí no terminaban tus problemas, los tacones se había roto y tu cabello tenía varias ramas atoradas en él. Optaste por quitarte aquellas molestias en el pie y deshacerse de aquel peinado tan llamativo y ridículo que tu madre convenció de hacerte.

El día se comenzó a nublar y la humedad impregnó todo el ambiente, probablemente iba a llover y eso solo significaban más problemas. Te arrimaste a una cueva, con cuidado, ya que todavía tenías un terrible dolor de la caída. No era el lugar más cómodo pero no tenías otra opción y no resultaba factible empezar a construir un mejor lugar en tu estado actual, el dolor te provocaba más sueño y simplemente caíste dormida sin saber que alguien ya tenía su hogar en ese lugar.

[• • •]

En ese momento en el palacio ya se encontraban los reyes buscando a alguien que puedes traer, según ellos, a su irresponsable hija de vuelta con ellos. Los cazarecompensas empezaban a llegar al castillo justo después de que no se hallara rastro alguno de la princesa, la lluvia solo parecía querer complicar las cosas para todos. El guardia real hizo su aparición en medio de todo el escándalo del gran salón solo para traer las mala noticias o, en este caso, la guardia real Yaoyoruzu Momo.

—Disculpe la intromisión, majestad —se inclinó en señal de respeto como era costumbre en aquella época— no se ha hallado rastro de la princesa (T/N), la lluvia ha borrado toda la pista que teníamos pero-

Fue interrumpida por el rey, que en ese momento levantó su mano para pedir silencio.

—No es necesario que siga buscando los cazarecompensas la traerán aquí por nosotros ¿verdad? O en este caso, solo uno será necesario.

Volteó su mirada hacia Kaminari, el mejor cazarecompensas de aquella época, o al menos de eso le encantaba alardear por todos los reinos que pasaba pero en la mayoría de los casos todo terminaba en desastre y con muchas misiones incompletas. En ese momento Momo chasqueo la lengua, no podrían haber elegido a él por encima de ella pero una mano sobre su hombro y una tierna sonrisa la hicieron calmarse, era Jirō Kyoka, la segunda al mando.

—¡S-si! Yo me encargaré de traer a la (T/N) de vuelta.

Siendo un enredo de nervios, por ser llamado tan de repente, salió del castillo en busca de la princesa. Si al menos supiera el pobre Denki donde empezaría a buscar.