PIDE UN DESEO

363 19 23
                                    


— NO, NO, NO Y NO — gritó furioso el dueño de la mansión — ya te he dicho miles de veces que yo no me voy a prestar para tus tonterías.

— Pero Blacky estas no son tonterías — gimoteaba un encantador héroe de traje y sombrero blanco — es una bonita tradición de navidad.

— ¡Ya tuve bastante de tus estúpidas tradiciones! — el elegante villano de sombrero negro le dio la espalda al joven y comenzó a caminar rumbo a su oficina — fue suficiente con esos malditos muérdagos que colgaste por toda la mansión.

— Bueeeeeno — alargó la palabra mientras perseguía a su opuesto — reconozco que lo de los muérdagos no fue una buena idea.

«Además de que no funcionó como yo esperaba» se reprendió internamente por no haber podido ejecutar su plan de manera decente.

La idea era tropezarse "accidentalmente" con el villano cada dos pasos y tener el pretexto del muérdago para poder besarlo, pero el resultado fue que Demencia encontró los muérdagos mientras se deslizaba por el techo y los atrapó todos con su extensa cabellera verde.

Lógicamente se fue corriendo tras el villano para llenarlo de besos en contra de su voluntad.

Lo extraño fue que Demencia encontraba muérdagos incluso en los lugares donde White Hat no los había colocado y el pobre Black pasó toda la noche buena huyendo de la iguana y tratando de quitársela de encima.

Era muy comprensible que el ensombrerado no estuviera de ánimos para tradiciones navideñas y es que con lo de la noche anterior, poco faltó para que acabara traumatizado.

Aunque no todo estaba perdido, al menos Slug había sacado provecho de las decoraciones, pues pudo pasar tiempo a solas con el otro científico mientras que ambos colocaban las luces y serpentinas en la mansión, además de que había podido cargarlo por la cintura, con la excusa de que el científico rubio era muy pequeño para poner la estrella en la punta del árbol.

Y ¿Cómo consiguió White Hat que Black lo dejara decorar su mansión?



...




Es mejor no preguntar.

Pero volviendo con los ensombrerados. White tomó la delantera y se puso de espaldas contra la puerta de la oficina, extendiendo los brazos para impedirle el paso al mayor — pe- pero esto es diferente, lo prometo.

Black lo miró expectante durante unos milisegundos, pero luego de soltar un pesado suspiro decidió hablar — sabes que puedo aparecer fácilmente del otro lado de la puerta ¿verdad?

— Si — reconoció cabizbajo el héroe — pero tenía que llamar tu atención.

— ¡Maldición! — exclamó el villano comenzando a desesperarse — ¿Y qué diablos quieres ahora?

— Solo quiero que hagas algo por mí — respondió con los más lindos ojitos suplicantes que era capaz de poner — algo fácil ¿sí? Algo chiquito, chiquitito.

— Ush Voy a arrepentirme por esto — gruño con molestia a la vez que pasaba su enguantada mano por su rostro buscando calmarse, aunque fuera un poco — ¿y que será esta vez? ¿Vas a pedirme permiso para hacerle más cambios a mi mansión? ¿y luego los harás de todos modos cuando te diga que no?

Así es, la respuesta de como hizo White para convencer a Blacky de dejarlo poner decoraciones en su mansión es, que no lo hizo. White les dijo a los empleados que sería una bonita sorpresa para Blacky y aun con todo el miedo que ellos tenían de hacer enojar al mayor, a ellos sí logró convencerlos de que lo ayudaran.

MI DESEO PARA TIWhere stories live. Discover now