TERCERA CARTA

159 12 4
                                    

Querido Black Hat, hay algo importante que necesitas saber.

Bueno, en realidad son muchas cosas, pero lo más importante es esto. Hace algunas décadas le pregunté a mi amiga Angi cuál era la diferencia entre los poderes de un Hat y un ser celestial.

Ella me explicó que la diferencia solo es una palabra.

Yo no lo entendí al principio, pero ahora sé que refería a la palabra "casi"

Verás, mientras que los poderes de un Hat son "casi" ilimitados, los poderes de un ser celestial son "completamente" ilimitados.

Te lo comento por si acaso no lo sabías y si ya lo sabes te será más fácil entender a qué va esta carta.

Cuando tú quieres dinero tienes varias opciones, puedes robarlo, puedes ganarlo como pago por un servicio de tu organización o simplemente puedes hacerlo aparecer, pero ese dinero realmente no lo haces tú, solo lo tomas de un lugar donde ya existe y lo haces aparecer frente a ti.

Tú puedes transformar y controlar la materia a tu antojo, pero no puedes crearla o destruirla. No puedes cambiar el pasado y si lo haces con los inventos de tu científico tus acciones crean paradojas, algo que yo solo sé porque Slug me lo ha explicado, no porque yo lo comprenda completamente.

Sin embargo, los seres celestiales pueden crear y destruir, ver el futuro y cambiar el pasado sin problemas, ellos realmente crean cosas de la nada o las convierten en nada, pueden cambiar realidades sin consecuencias y es por eso que yo necesitaba los deseos, necesitaba la oportunidad de lograr algo que con mis poderes no puedo hacer, como cambiar la voluntad de una persona.

Te explico. Cuando tú quieres que tus empleados hagan algo por ti, se los ordenas y ya, pero con otras personas es diferente, puedes amenizarlos, persuadirlos, engañarlos, sobornarlos o incitarlos. No es sorpresa para mí saber que tus métodos son muy poco ortodoxos.

Pero en mi caso era diferente, yo no puedo amenazarte, no tengo el mismo poder que tú.

Yo no puedo engañarte, pues no soy tan listo, no sé cómo persuadirte o que podría darte para motivarte, ni siquiera chantajearte, mucho menos sobornarte, no tengo tanto dinero como tú.

Como ves, solo tenía una opción.

Desee que fueras más tolerante y amable, pero creo que debí decir "conmigo", porque durante el siguiente año te vi ser atento con aquellas criaturas que tú considerabas dignas de ti, pero a mí me seguiste tratando mal.

Pedí ese deseo porque pensé que así repararía mis errores anteriores, así podrías llevarte bien con los seres que encontraste y ya no estarías solo, ni tan amargado.

Pero parece que me equivoqué otra vez y este error me dolió más, porque me hizo comprender la razón de que me interesara tanto verte reír.

Ese año fue la primera vez que te vi comportarte como un completo caballero, cuando recibiste en tu mansión a esa chica de piel verde y cabello blanco que se vestía de manera indebida, incluso le besaste la mano y le sonreíste durante toda la visita.

Ser testigo de tus cortesías con ella me hizo enviarla y querer estar en su lugar, aun sin comprender bien por qué.

¿Te das cuenta? Yo nunca envidie nada, yo nunca había odiado a nadie y mucho menos le había deseado el mal a nadie. Tú me convertiste en una mala persona.

Y no solo empecé a ver mal a esa chica, sino también a todas las heroínas a las que te enfrentaste ese año.

¿Por qué tenías que ser así?

A todos los héroes los despezabas y los aniquilabas como si nada, pero con ellas te quitabas el sombrero, hacías reverencias y usabas tus encantos para persuadirlas.

Estaba tan molesto que hubiera disfrutado verte torturarlas hasta morir, pero hasta en eso las cosas me salieron mal. Cada vez que asesinabas alguna de esas heroínas lo hacías de forma rápida y sin dolor o las reclutabas para tu organización.

Sé que no está bien desearle la muerte a nadie, pero no podía resistir ver la forma en la que te comportabas con ellas y con la suerte que tengo, las cosas solo se pusieron peor.

Juró que nunca envidié más a nadie de lo que lo hice al conocer a ese triangulito amarillo que te perseguía a todos lados.

Todas las veces que fui a verte él estaba ahí, asediándote, tocándote y burlándose de mí.

Me moría de celos cada vez que ponía su brazo alrededor de tu cuello en señal de "amistad", cada vez que se acercaba a ti y me veía para recordarme que yo no podía hacer eso, sin embargo, algo que me hacía morir por dentro, era que cada vez que él te contaba sus historias o te jugaba alguna broma, tú te reías.

No solo veía las diferencias que hacías conmigo, sino que también me castigaste haciéndome eso, dándole a él esa risa de genuina felicidad que a mí nunca quisiste mostrarme.

¿Qué diferencia hay entre él y yo?

Nunca ocultaste tu desagrado cuando yo llegaba a tu mansión, sin embargo, él si era bien recibido y tratado como un invitado. Él si podía acercarse, abrazarte y tocarte sin temor a ser despezado, con él si podías sentarte a conversar sin exasperarte y hartarte como haces conmigo.

¿Es por qué él es malo también?

¡Lo siento! Yo no puedo describirte como asesiné a millones de personas, yo no puedo contarte como destruí universos, yo no sé nada de esparcir el caos entre dimensiones, yo nunca voy a poder entretenerte como lo hace él.

Y al final de todo el resultado es, que mi deseo me explotó en la cara otra vez, solo que fue millones de veces más doloroso, porque ahora comprendía que llamaste mi atención desde la primera vez que te vi y convivir contigo no hizo más que alimentar esa atracción.

Nunca me había arrepentido de mis actos, pero ahora lamentaba profundamente haber puesto otras personas en tu camino, haber hecho que fueras más complaciente con todos menos conmigo y haber provocado la unión entre ese odioso triangulo y tú.

Lo único bueno que saqué, fue que ya sabía lo que quería para mi siguiente deseo.  

MI DESEO PARA TIWhere stories live. Discover now