—Me pregunto que pasará este día. ¡Algo emocionante sin duda! —dices cada mañana.
Pero cariño; lo emocionante ya pasó.
Te conocí, reí de niño, tuve miedo de saltar a la piscina y mamá me protegió de los mounstros bajo la cama con su canto. ¿Que más deseas?
Yo solo espero. A que se acabe el verano de descanso, espero a que empiecen los días de labor y entre el estrés de los mismos: espero a que inicie el verano, de nuevo. Entonces así la vida sigue:
Me vuelvo adulto, espero encontrar a alguien indicado. Nos volvemos viejos y, nuevamente, esperamos a que inicie el verano.Morimos en otoño.
Lo que ocurra después... Oh, ¡eso si es emocionante!
Pero no debes malgastar tus energías en emoción sin sentido, pues, hermosa mía, tan solo debes mirarte a ti misma para saber que eres polvo y polvo serás.
¿Como pueden nuestros pies cargar con tanto peso, sin romperse? Míralos, querida. Son débiles y tiemblan a cada paso que damos. Son ilusos. No tienen escapatoria. Su único propósito es correr, correr y correr hasta más no poder... ¿Serán ellos nuestra representación en carne y hueso?
No quiero vivir, amada mía, no de esta forma, no para siempre.
Muchos desean la inmortalidad, ¿porqué son tan tontos? Desearla es ser masoquista a otro nivel de la cobardía.
Tienen miedo, tienen miedo de saber que hay más allá de estas fronteras; temen que al mirar no haya más que cenizas y desgracias. Yo también les temo.
Pero en todo caso, ¿que más da?Gracias a los dioses la inmortalidad humana no existe y dudo que llegue a existir (no me duele saberlo. "El conocimiento es peligroso" afirman las malas lenguas; quien sabe, quizá lo sea. ¡Que me condenen si es así! Pues se mucho de poco y lo importante se vuelve un sonido sordo. ¡No me importa!).
Los pies descalzos son inútiles, no tienen escudo alguno, entonces les creamos los zapatos y aún así yo temo caer. No confío en ellos. Son diminutos y palidos como niños desnutridos; como lo fuimos tu y yo alguna vez. Sé que no soportaran más y nos dejarán caer de rodillas ante una insignificante ventisca. Prefiero acabarlos de una buena vez.
Yo aguardo a la aventura tras la muerte; entonces estaré solo y sin protector alguno, es aterrador, es emocionante. Sólo existe esta aventura para mí; y no puedo esperar para saber que es lo que ella me depara.