La Boda. Daniel Oviedo.

17.8K 204 0
                                    

11.00am.
Narra t/n.

El rojo, largo, suave y sexy vestido que llevaré se ciñe a mi figura mientras que un largo corte sobre mi pierna derecha haciendo que esta se vea dando el toque sexy junto el gran escote en pico me proporciona un poco de seguridad sobre mi misma.
La marca rojiza que Daniel dejo sobre la piel de mis pechos la otra noche no pasa desapercibida por mucho maquillaje que use.
Escucho una tos un tanto aspera, sonrio al verlo con los pantalones del traje, la camisa y los tirantes para seguidamente notar un par de bolas metalicas sobre sus manos al verlo juguetear con ellas
~
-¿Qué traes ahi? -me aproximo a él.
-No adelantes acontecimientos. -murmura.
~
Sus pupilas se dilatan al ver como muerdo mi labio, sabe que ya estoy húmeda por y para él, como cada instante que hacía lo mínimo para activar mi sexo.
~
-¿Conoces las bolas chinas, nena? -pregunta entrando en la habitación.
-Si. -murmuro.
-Apoya las manos en la mesita de noche. -murmura.
~
Acepto su orden a la vez que se apresura en cerrar la puerta de sus padres ya que Eva me dejó la habitación para vestirme hoy.
~
-Cariño, tienes dieciocho años ¿cómo consigues todo eso? -murmuro.
-Todo sea por tenerte contenta. -responde en un áspero susurro.
~
Recoge un poco mi vestido sobre las caderas, frexiona mi tronco hacia delante dejando asi mi trasero e intimidad a su alcance mas fácilmente.
~
-No se te ocurrirá meterlo en mi trasero ¿verdad? -pregunto seria.
-No muñeca, tranquila, en tu trasero tan solo entro yo. -dice riendo pero sexy.
~
Acerca ambas bolitas a mi sexo, este las atrapa rápidamente ayudado por la húmedad que concentra desde que mi chico entró en la sala.
~
-Cuidado nena. -me ayuda a reincorporarme.
-Dios. -murmuro gimiendo.
~
Rie de una manera provocativa, me recoloca el vestido como estaba antes para seguidamente agarrar la americana.
~
00.00am.
Bebo de mi copa viendo como rie con sus hermano frente un escenario donde canta un hombre su estilo favorito: flamenco.
~
-¿No te acercas? -pregunta Eva sentándose a mi lado.
-Ahora iré. -digo riendo.
-Voy allí, hombres bebiendo y bailando son un peligro. -dice sonriendo.
~
Se acerca donde ellos están y mis uñas se aferran al vestido excitada. Tenía mucha razón, llevo horas con esas bolitas excitando mi sexo sin cesar hasta este punto en el que no puedo soportarlo más: necesito gritar.
Camino decidida hacia él, sonrie al verme y agarra mi cintura bailando tras besarme dulcemente. Aferro mis uñas a su camisa acercandome a su oreja y jadeo excitada.
~
-Follame Oviedo, te lo suplico. -murmuro.
~
Daniel sonrie ante mi desesperación, agarra mi mano y se acerca a su hermano.
~
-Voy a mostrarle las demás estancia del castillo. -excusa.
~
Jesus asiente haciendo que él ande veloz por todas las estancias del castillo donde se celebraba la boda del familiar lejano de su familia.
Entramos en una sala que juraría que es un despacho: una gran mesa de roble vacia, un sofa de negro de cuero y una silla frente la mesa.
Cierra la puerta, suelta mi mano subiendime a la mesa y besa mis labios como el animal que se convierte.
~
-Perfecto. -murmura con voz ronca.
~
Bajo sus tirantes para desabrochar su camisa y en segundo lugar poder deshacerme de su pantalón.
~
-Ven, desnudate para mi. -me baja de la mesa.
~
Deja tras nosotros el montón de ropa que le he quitado, se sienta en el sofá dejandome notar el gran bulto que habita bajo el algodon de sus boxers para después morder su labios.
~
-Bajate el vestido. -murmura.
~
Lo obedezco, deslizo las tirantas de este dejando libre mi figura sibre él. No llevaba brasier por lo tanto mis senos hacen que sus pupilas se activen mucho más, bajo mis bragas haciendo que siga el recorrido de mis dedos por mi pierna y hace un gesto para que me acerque.
~
-Separalas. -ordena despegando su espalda del cuero.
-Estoy demasiado mojada. -advierto.
-Mucho mejor. -dice sonriendo.
~
Separo mis piernas, su mano habilmente saca de mi feminidad las pequeñas bolas que me llevan horas torturandome, acaricia mis piernas con sus dedos erizando los poros de mi piel y ahogo un gemido. Mete entre sus labios las húmedas bolas en un sexy gesto y las lanza por la habitación a cualquier lugar.
~
-Apoya las manos en la mesa como esta mañana. -ordena.
~
Camino a la mesa para colocarme tal y como él me colocó esta mañana.
Siento el algodon sobre mi trasero pero su miembro duro capta toda mi atención.
Acaricia mi trasero para seguidamente darme una fuerte nalgada.
~
-Joder. -gimo.
-Girate, mirame y tocate. -dice.
~
Me siento sobre el roble, separo las piernas y como él me ha ordenado introduzco dos dedos dentro de mi. Sonrie observando como gimo mientras de acerca a mi, se coloca entre mis piernas pero yo continuo con mi masturbacion.
~
-A ver bonita, gime como me gusta. -murmura.
-Follame. -suplico.
~
Siento sus ásperos dedos palpar mi clítoris, cierro los ojos concentrandome para no gritar y finalmente me besa para evitarlo.
~
-Correte, venga, quiero saborearte. -me excita.
-Tocame tú. -digo.
~
Niega lentamente con la cabeza, muerdo su oreja gimiendo y mojo su mano cuando me vengo sobre ella.
~
-Las mano manos a la pared y el trasero como a mi me gusta. -dice besandome de una manera húmeda.
~
Camino hacia la pared colocando tal y como me ha pedido para que, posteriormente, él agarre la mano con la que me he masturbado y la meta entre sus labios saboreandome.
Su miembro choca con mi trasero cuando baja esa tela que atrapaba su deseoso sexo ante mi.
~
-Madre mia. -murmuro excitada.
-Sacalo más. -dice sonriendo.
~
Obedezco y cierro el puño sobre la pared al sentirlo dentro de mi.
~
-Dios, estas tan abierta. -dice orgulloso.
-¿A quién se debe? -gimoteo.
~
Su cadera y mi trasero empiezan a chocar, su mano me pone rojiza la zona y ahogo fuertes gemidos.
~
-No los ahogues. -dice gruñendo.
-Van a escucharnos. -explico.
-Que se jodan, no quiero perderme tus gemidos. -dice seguro.
~
Sonrio, me penetra más duro y me agarra por la cadera sosteniendo mi cuerpo, sabe que no resistiré mucho más.
~
-Dios nena, te voy a llenar. -dice costosamente.
-Mojame, hazlo. -respondo exhauta.
-Sabes manejarme a tu manera. -golpea mi trasero.
~
Su miembro baña todo mi trasero a la vez que sus labios dejan suaves besos sobre mi espalda.
~
-Pienso hacerte una fotografía. -dice como un loco enamorado de mi cuerpo, de nuestro sexo.

Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora