Narra t/n.
Suspiro llamando a la puerta de su casa, miro el reloj y él, sin camiseta, abre la puerta sonriendo.
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-Hola bonita. -besa mi mejilla.
-¿Por qué siempre paso yo estos malos ratos? -lo empujo riendo.
-Un favor que te pido. -dice sonriendo divertido.
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Lo miro mal, salgo al jardín junto a él viendo a todos sus tíos, primos, primas, y sus dos abuelos ahí. Algunos comen, otros se bañan mientras que los más pequeños juegan en el cesped.
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-Cariño. -Eva dulcemente me abraza.
-Hola Eva. -sonrio.
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Subo a su habitación para dejar mi mochila, posiblemente me quede a dormir.
Él sonrie mientras guarda mi mochila a la vez que yo me quedo en bikini.
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-¿Te ha puesto alguna pega el capullo? -pregunta.
-No te metas con Mario. -digo riendo.
-Me cae mal. -encoje sus hombros.
-No es mi novio. -advierto.
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Tira de mi brazo, desliza sus manos hasta mi trasero y me da una fuerte nalgada mientras sonrio.
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-Eres más mia que suya. -me mira.
-Puede... -guiño el ojo.
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Bajamos, salimos al jardín y como algo hablando con Eva hasta que Jesus, muy "divertido" me lanza al agua.
Me abraza por las espalda cuando salgo a coger aire y me presiona contra él notando su erección.
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-Te tengo muchas ganas. -murmura.
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Salimos del agua sentandonos en la mesa arropados por una toalla, su familia habla haciendo que me mantenga atenta a lo que hablan hasta sentir su mano acariciar mi ingle.
Acaricia mi sexo sobre la tela mojada, junto estás dejando su mano ahí atrapada y lo miro.
Con mi mano siento como su miembro explotará en cualquier momento pero sé que ahora no es el momento.
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-Jesus porfavor. -susurro mirandole.
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Asiente, besa mi mejilla y me hace reir al escuchar como gruñe.
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[....]
Cuatro de la tarde, su familia está comenzando a irse poco a poco aunque alguna sigue bebiendo y comiendo pero nosotros llevamos una hora sentados, agarrados de la mano y hablando cuales novios.
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-Tengo sueño. -protesta.
-Ve a dormir siesta. -acaricio su nuca.
-¿Duermes conmigo? -pregunta.
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Subimos hasta su habitación tras despedirnos, cierra la puerta y yo, con total confianza, me quito el bikini mojado tirandolo al suelo y tumbandome desnuda.
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-Te dejado marca. -susurra ronco.
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Sus manos masajean mi trasero, sonrio y cuando las aparta protesto.
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-Sigue joder. -digo.
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Me gira y ya está en boxers, sus manos se deslizan por mi cuerpo desnudo a la par que sus labios mojan, muerden y besan mis senos a su antojo.
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-Jesus. -gimo.
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Baja el boxer y sigo sorprendiendome ante el tamaño de su sexo, él sonrie colocándose la protección llamada preservativo y separa mis piernas haciendome gemir una vez estoy llena por completo.
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-Di que eres mia. -suplica.
-Soy tuya, Jesús. -susurro.
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El placer nos envuelve, entramos en una esfera donde el exterior no nos importa y solo estamos él y yo.
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-Mi teléfono. -gimo.
-Pasa. -suplica besandome.
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Lo agarro y él rie al ver que es él.
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-No pares. -suplico.
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Lo pego a mi, mi brazo rodea su espalda y cojo el teléfono sin poder ocultar mis gemidos.
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-¿Qué haces? -pregunta Mario.
-¿Qué quieres? -pregunto suspirando.
-¿Estás follando? -el enfado en su voz provoca risa.
-Puede. -susurro.
-Oh venga ya, eres mia. -protesta.
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Cuelgo, Jesus rie enlazando mis labios con los suyos y me vengo sobre su sexo a la vez que él impregna el condon con su leche.
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-Por cierto Mario, t/n es mia, dejala en paz. -veo que graba un audio.
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Se tumba a mi lado tapando nos y sonrie.
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-Te amo. -un color rojizo alumbrado sus mejillas.
-Y yo. -susurro.
-¿Podemos intentarlo? -sonrie.
-Podemos. -me besa.
