Tome su cara y le plante un cálido beso en los labios. No sé ni porque lo hice, simplemente sentí la inmensa necesidad de darle un beso, de que sepa que la amo y que lamento mucho lo que le hice. En ese beso le decía lo mucho que la quiero y que toda este tiempo que he estado en esta maldita isla la he estado esperando, sonando con ella. Decirle lo feliz que me hace cuando me mira con eso grandes ojos negros, la alegría que siento cuando la veo cada mañana, pero también la tristeza que me provoca cuando me ignora o cuando llora.
Al principio del beso, ella parecía sorprendida, incluso hasta yo, dudo un poco pero después me corresponde el beso, dejándose llevar, dándome a entender que ha percibido todo lo que le quería dar a entender. Era el mejor beso de mi vida, nunca había sentido nada parecido antes, incluso con Aleisha. Admito que estaba enamorado de ella, y que hasta había pensado casarme con ella, pero ni ella me había hecho sentir algo como ______.
Sentía que sus labios me quemaban. Mis manos viajaron hasta sus caderas. Su cuerpo también quemaba. Era imposible sepárame ahora de ella. La falta de aire hizo que el beso terminara. Ella me miraba a los ojos, su respiración era entrecortada. Sus labios estaban rojos y los míos palpitaban pidiendo aquel fuego que solo podía provenir de sus carnosos labios.
Aun con mis manos en sus calientes caderas, se levantó del suelo y yo la ayude, sin perder el contacto visual. Esta vez, sus manos se van a mi cuello y lo acerca a su cara. Me besa. Y empezamos otra vez, la atraigo más a mí, y hago que habrá sus piernas y se siente en mis piernas a horcajadas. Levanto ligeramente la cara ya que ahora ella es un poco más alta que yo.
Ardía, incluso mis extraños temblores habían cesado y ahora los 2 ardíamos. Pedí el acceso a su boca y ella me lo permitió. Metí mi lengua en ella. Solo lo había hecho unas 3 veces con Aleisha porque, aunque no lo crean, me parecía una cosa sucia y asquerosa. Pero con ella no, me parecía extraño, sí, pero me parecía maravilloso. Era como una guerra entre nuestras lenguas. Sentí como sonreía ligeramente en medio del beso y después se separó de mí. Me sonrió de lado.
TU: Lo siento… Por todo –dijo bajando la mirada
LUKE: Que sientes?? –Pregunte- _______ -dije levantándole la cara- te quiero mucho y siempre lo hare, el que tiene que disculparse soy yo. Por ser un tonto y preguntarte cosas que…. Buenooo –ella negó con la cabeza.
TU: No es tu culpa, si no la mía, por no haberte dicho nada y luego enfadarme contigo.
LUKE: Creo que los 2 cometimos errores y tal vez no empezamos de la mejor manera.
TU: Tienes razón –dijo bajo
LUKE: Que te parece si empezamos otra vez?? Me llamo Luke Hemmings–Ella rio y tomo mi mano que estaba extendida.- Y prometo protegerte y jamás volverte a herirte. Lo siento…
TU: Me llamo ______ Deep. Y siento si alguna vez te trate mal o te ignore, y te prometo que ahora tratare de dejar aquel horrible temperamento–dijo embozando una gran sonrisa
LUKE: ________?? –dije después de un momento en el cual ella se había acostado en mi pecho y yo revolvía su cabello.
TU: Mjmm – dijo sin moverse.
LUKE: Cuál es tu historia??? –ella se levantó y me miro pensativa
TU: Es difícil…
LUKE: Nunca dije que iba a ser fácil
TU: Esta bien –dijo soltando un suspiro.- Tenía 6 años, jugaba alegremente con mi padre en el jardín de la casa, mama estaba terminando de hacer la barbacoa. Papa me lanzo la pelota de baseball y le pegue con el bate. Siempre fui fuerte y a veces no canalizo muy bien mi fuerza.
LUKE: Me consta –dije haciendo una mueca y a la vez tocándome la cabeza, recordando el primer día que ella llego y que me pego con una cacerola que había recuperado de mi barco desecho. Ella soltó una pequeña risita y después, en voz baja, pronuncio un “lo siento”
TU: Volviendo… Cuando le pegue la bola salió disparada hacia afuera de la casa, vivíamos en una calle muy concurrida por los camioneros que llevan grandes y pesados muebles metálicos. Mi papa y yo, nos adentramos en la casa, dejando atrás el jardín donde mama preparaba la mesa, y salimos a la calle. Vi la pequeña y dura pelotita en medio de la calle. Papa me dijo que esperara en la acera. El corrió a la calle, se agacho para recoger la pelotita y…. –hizo una pausa.
LUKE: Continua –la alenté cuando parecía que ella no quería seguir.
TU: Él se levantó y me dio una última sonrisa, aun la recuerdo, esa sonrisa de papa, tan simple pero que te hace sentir tan bien… Y…. de un momento a otro… un camión color verde con el nombre de la empresa en azul paso muy rápido…. Y freno unos metros después…el piso estaba pintado de rojo, una anciana que estaba en la otra acera soltó un grito de horror. Papa ya no estaba en medio de la calle. Aun le recuerdo… el horrible sonido de los frenos rozando con el pavimento de la calle –cierra los ojos con dolor como si los sonidos se reprodujeran como una grabadora en su mente atormentada por miles de pensamientos.- el grito de horror de la anciana, los huevos que la anciana llevaba chocando contra el suelo….los pasos de mi mama corriendo hacia la calle para ver como el líquido rojo cubría el pavimento. Otro grito de horror –cierra los ojos con más fuerza, como si quisiera que todo el dolor se fuera- el seguro de las puertas de los vecinos quitándose y miles de exclamaciones. –Abre los ojos, estos están rojos y algo humedecido- Allí lo entendí todo, cuando aquel líquido rojo llego hasta mis pies. Levante la vista, corrí hasta él. Estaba destrozado… no lo podía reconocer. Su cara era de un color rojo intenso. Mama gritaba que trajeran una ambulancia, ella lloraba y yo solo me quede quieta, era imposible que mi vida hubiera cambiado tan rápido. Corrí y corrí, me aleje lo más rápido que pude de allí. Mama gritaba mi nombre pero simplemente lo ignoraba. –Esta vez una lagrima corrió por su mejía.
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