Capítulo seis

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Anghela se encontraba en la cafetería esperando a su grupo de trabajo para reunirse y coordinar con ellos.

- Hola Yaneth ¿y ese milagro? – pregunta al verla que se sienta a su lado en horas que normalmente ella tenía clases.

- Hola ¿Cómo estás?

- Bien... - la mira con sospecha.

- Te traigo un mensaje – sonríe traviesa.

- ¿Un mensaje? ¿de quién? - ladea la cabeza.

- ¡Junior Brice!, estimada amiga – da una enorme sonrisa de emoción

- ¿¡Junior Brice!? Y que te dijo.

- Bueno en realidad, - ladea su cabeza - no es un mensaje, fue un pedido.

- Que te pidió - se cruza de brazos.

- Permiso – levanta una ceja

- ¿Permiso?, no entiendo...

- Me dijo si podía darle un momento para que hable contigo después de clases...

- Y que le dijiste...

- Pues que no debía pedirme permiso, que él podía hablarte cuando quiera, y al parecer me hizo caso, porque se viene acercando, - se levanta de su asiento - bueno me voy, hablamos luego – se va, despidiéndose con un beso en la mejilla.

- Está bien.

Muy a pesar de haberle dicho todo eso, Yaneth sentía que el corazón se le rompía en miles de pedazos, habría preferido que en vez de un "está bien", le hubiera dicho, "¡no espera!", prefiero tu compañía y no la de otra persona... pero no fue así.

Horas más tarde...

Anghela había buscado a su amiga por toda la universidad sin encontrarla para despedirse de ella.

- ¡Hey compañera! – se acerca a su amiga al verla - ¿Dónde estabas? te he estado buscando por todas partes – se cuelga de su brazo.

- Hola, - contesta casi sin ánimos - estuve en la biblioteca... y que tal...con Junior – siguen su camino.

- Bien... me invito a salir, a tomarnos un café y así conocernos más.

- Vaya, que bueno – responde falsamente alegre.

- Le dije que no.

- ¡Vaya! esto sí es bueno - definitivamente cambio su tono de voz

- Me voy a casa de Laura, nos vemos mañana – se suelta del brazo de su amiga sin dejar de caminar.

- Vamos te acompaño. – ahora es ella la se cuelga del brazo de Anghela - Puedo preguntarte que le dijiste exactamente a Junior.

- Bueno... le dije... que no quiero conocer a nadie por el momento.

- ¿Está completamente segura señorita? ... mira que es de muy buena familia – se mofa.

- ¡Cállate! Y vámonos... tonta.

- Que... ahora soy tonta por encontrarte un buen partido, definitivamente contigo fracasaré como casamentera – se ríen juntas.

Al día siguiente...

Era el último día de clases del ciclo, y las amigas habían planeado en ir a comer juntas para celebrar. Saliendo de la clase que compartían, caminaban cerca a las puertas de salida.

Yo También... La AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora