Capítulo Once

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A la mañana siguiente Anghela se despertó muy temprano, había dormido en otra habitación simulando que era suya para que su madre no viera las cajas embaladas, los de la mudanza jamás llegaron, posiblemente Yaneth había cancelado el trabajo.

La mamá de Anghela se encontraba en la cocina tomando un café.

- Buenos días mamá.

- En verdad crees que es un ¿buen día?, - dice dejando la taza de café en su plato - Tu padre acaba de comunicarse conmigo, estará con nosotras esta noche.

- ¿Papá vendrá?

- Ya lo dije, ¿no?, - mirándola y hablándole duramente - Así que haré de cuenta que ayer no pasó nada. A cambio, le dirás a papá que extrañas mucho estar con nosotros y por eso volverás, ¡entendiste!, ¿verdad?

- Mamá, no he trabajado tan duro todo este tiempo para tirarlo por la borda.

- Lo siento querida, pero tu tiempo de decidir qué hacer, ha terminado, tomaste malas decisiones y eso tiene consecuencias.

- ¡Basta mamá!, no soy una niña...

- ¿¡No eres una niña!?... ¿¡Entonces qué eres!? ¡ah, ya sé! Una persona madura ¿verdad? – dice mofándose - ¿Y crees que hacer lo que haces con esa mujer es de personas maduras?... lo que haces es... es repudiable y asqueroso – en su rostro se reflejaba claramente asco.

- No quiero seguir hablando de eso...me lastimas mamá, me hablas como si fuera... - estaba aguando no llorar.

- ¿Anormal?, - interrumpe a su hija - porque lo es, ... acaso no lo entiendes, no lo ves.

- Hablaré con papá hoy, y le diré toda la verdad... - se limpia las lágrimas que habían brotado al escuchar a su madre.

- ¿¡Acaso lo quieres matar!?, no te basta con que me hayas hecho pasar vergüenza cuando esa mujer te llamo "amor", ahora quieres matar a tu padre... ¡qué es lo que estás pensando!, sólo escucha una cosa Anghela, si a tu padre le llega a pasar algo, tú serás la única responsable...la única responsable. – sale de la cocina directo al segundo piso.

- Mamá por favor, no me digas eso...mamá... ¡mamá!

Atormentada por todas las palabras de su madre, Anghela salió a caminar por las calles sin rumbo, en su cabeza solo retumbaban aquellas frases: "¡Tú no la amas!", "solo has estado, sola en un país que no es el tuyo y quizás ella te dio compañía", "eres anormal", "¡Acaso lo quieres matar!", "ahora quieres matar a tu padre", "si a tu padre le llega a pasar algo", "tú serás la única responsable". Cada palabra eran puñales para su alma y corazón, nunca se había imaginado un escenario como el que se estaba suscitando, pero su madre tenía razón, si su padre llegará a enterarse... cansada de tanto caminar, llegó a la casa de su amada.

Al abrir la puerta...

- Hola princesa, pasa por favor, - pasa y camina hacía el sofá - ¿cómo está? – mirándola con preocupación - pensé hoy que no vendrías... ¿estás bien?, te serviré una taza de té, está helando allá afuera... - le soba los brazos para darle calor.

- No gracias, no quiero nada, estoy bien... - llevando una mirada perdida, se sienta en el sofá.

- Igual iré a servirte té - camina hacia la cocina - como sigue la situación con tu mamá... - le ofrece la taza de té

- Es horrible...ella me trato, como nunca antes lo había hecho - recibe el té y lo coloca en la mesa de centro.

- Lo siento, no debí haber bajado hablando de esa manera... - se acerca a abrazarla, siendo rechazada.

- No me toques...

- ¿¡Anghela!?...lo siento, no era mi intención...

- ¿No era tu intención?, ¿estás segura? – mirándola acusatoriamente.

- ¿¡De que hablas!? Princesa, ... entiendo que esta situación se dio de una manera que no pudimos controlar, pero que digas o me acuses de haber hablado de esa manera adrede, eso no es justo.

- ¿No es justo? Lo que no es justo es que mi madre se haya enterado lo nuestro de esa forma... ¡eso no es justo!, que mi padre pueda morir por esta noticia, ¡eso no es justo!

- Sí, tienes razón, tu madre no debió enterarse de esa forma, lo siento mil veces lo siento, pero... no fue mi intención...

- ¡No debí involucrarme contigo! ....

- ¿Qué? - mirándola fijamente... aguándose sus ojos

Al escuchar aquellas palabras de la persona con la que quería pasar el resto de sus días, Yaneth sintió que su alma y corazón salían de su cuerpo sintiéndose vacía...

- Si no me hubiera involucrado contigo, nada de esto estuviera pasando, nada... - se agarra la cabeza con las dos manos mirando al suelo.

- ¿Involucrado? - repite sin creer lo que estaba oyendo - Y el sentimiento que decías tener por mí...acaso no era cierto lo que me decías...

- Es mejor que me vaya, – se levanta del sofá – ya ni sé lo que estoy diciendo – camina hacia la puerta.

- Nunca pensaste en un futuro juntas ¿verdad?, nunca pensaste en ser una familia conmigo... - le hablan a Anghela quien le daba la espalda.

- ¿Familia? – voltea a mirarla fijamente.

- Si, familia, tú eres mi familia... - intenta acercase.

- Yaneth, - esta detiene el paso al querer acercarse - yo tengo una familia, una familia... que no aceptaría lo nuestro.

- ¿Cómo lo sabes?

- ¿¡Como lo sé!?, yo no tengo que explicarte como son en Perú con respecto a la homosexualidad, eso tú ya lo sabes, lo pasaste con tu familia ¿no?, yo no podría decirle a mi padre... que amo a una mujer... que quiero pasar el resto de mi vida con ¡una mujer!

- Calmémonos amor...calmémonos, por favor tomemos las cosas con calma, yo lo siento, en serio lo siento, no fue mi intención...hablaré con tu madre, le explicaré las cosas...

- ¡No te acerques a mi familia! – levanta el dedo índice en señal de prohibición - ¡no, te les acerques! ¡entendiste!

- Anghela, ... no... - llora, juntando las manos como rogando.

- ¡Aléjate de mí... y de mi familia!, ¿¡entendiste!?... - Anghela se va.

Yaneth no podía creerlo que había escuchado, al ver que Anghela se iba, se repetía una y otra vezque todo lo que ocurría era una pesadilla, que no podía estar pasando. Si hastaayer éramos felices y hasta planes de vivir juntas teníamos y hoy, me pide queme aleje, ¡no!, esto es una pesadilla... ¡sí!, mañana despertaré y esto nuncapasó, se mantuvo con esos pensamientos toda la noche...

Yo También... La AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora