Capítulo Veinticuatro

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- ¡Ricardo!... – Anghela abre los ojos desmesuradamente - no es lo que tú piensas... - se le acerca.

- ¿Ah... no? – la mira como a una persona desconocida - ¿Entonces?

- Me voy de esta casa, - dice Rebeca - no quiero ser cómplice hija... - sale de la habitación, empaca sus cosas y se va de la ciudad.

- Déjame explicarte... - intenta tocarlo.

- Es verdad que mi hermana y tú... - se aleja - ¿tuvieron una relación? – la mira desconcertado

- Ricardo...- Anghela ahogaba sus palabras no sabía que decirle.

- Contesta... - dice intentando no perder la paciencia - contesta...

- Ricardo...

- ¡Contesta! - levanta la voz abriendo los ojos desmesuradamente por estar molesto.

- Sí, es cierto... - responde nerviosa - ella y yo... tuvimos una relación, cuando estaba en la universidad... - derrama lágrimas - pero luego después de muchos años te conocí... y me enamoré de ti...

- Con mi hermana, no... - dice como si fuera a llorar - con ella no... - mira a todos lados menos a ella.

- Te juro que nunca supe que era tu hermana... te lo juro... la volví a ver después de mucho tiempo...

- Han vuelto a estar a solas... - la mira.

- Ricardo... por favor ... - dice con voz de súplica

- Han vuelto a estar a solas... - se le escucha ofuscado.

- Sí, nos hemos reunido... para platicar... - responde mirándolo con temor a su reacción.

- Lo que dice tu madre ¿es cierto?, ¿has intentado tener algo con Yaneth...?

- ¡No!, claro que ¡no! – se acerca a él - eres mi esposo...y te amo... te juro que no ha pasado nada entre nosotras... por favor créeme... - le toma el pecho.

- Necesito estar solo...- se aleja de ella.

- Ricardo... por favor... - le dice suplicando - no nos hagas esto...

- Anghela... Necesito estar solo... - sale de la habitación, Anghela se queda llorando.

En la sala...

- Buenas noches a to.... – intenta saludar Yaneth desde la entrada - Ricardo... ¿Qué haces solo? – pregunta sorprendida al ver solo a su hermano.

- ¿A quién esperabas ver? ... necesito hablar contigo... vamos a la biblioteca. – se levanta del sofá y camina en dirección del lugar.

- Ok, subo a dejar la cámara y te alcanzo.

- ¡No!... ¡ahora! – grita molesto.

- Está bien... vamos... - responde confundida por la actitud de su hermano.

- ¡¿Cuándo ibas a decírmelo?! – pregunta estando dentro de la biblioteca.

- Decirte... ¿qué? – pregunta entrecerrando los ojos.

- Lo tuyo con Anghela....

- ¡¿Lo mío con Anghela?!... no entiendo. – mira fijamente a su hermano.

- ¡Cuando me lo ibas a decir...! – toma aire para continuar.

- ¡Decirte que...! Entre Anghela y yo no hay nada.... ¡qué te pasa! Ella es tu esposa...

Yo También... La AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora