Entre Aventuras y amor (Ezreal x Lux)

Capitulo 1 Comienzos parte 1 (Ezreal)

Bebo la cerveza de raíz con rapidez, siento como las burbujas acarician mi garganta, es una sensación muy satisfactoria.

—¡Vamos Ezreal! —El fortachón a mi lado golpea mi espalda con tal fuerza que casi vomito lo que me acababa de tomar— Sigue contando, ¿Qué pasó después de que te golpeara en la cara?

—¡Le dije! "No debiste hacer eso" Y entonces le pegue un puñetazo en toda la cabeza, el retrocedió por el gran impacto de mi puño—. Cierro mi mano con fuerza para darle más sentimiento a la anécdota y golpeo la mesa— Después active mi guantelete y le pegue en todo el cinturón, ¡¿y adivinen que?!

—¡¿QUE?!— Gritaron al unísono los cuatro hombres mientras levantaban sus cervezas.

—¡Se le cayeron los pantalones y no llevaba calzoncillos! y entonces le dije—. Me paro de la silla y engrueso la voz —"Mejor vete, yo no le pego a mujeres..."

Los hombres se empezaron a reír como si fuera el mejor chiste que les hubieran contado en la vida.

—¿Y se fue?—  pregunto uno de ellos.

— Se fue corriendo como una rata de alcantarilla.

— ¡Por Ezreal!— Gritaron mientras se reían y tomaban cerveza como si su vida dependiera de ello.

— ¡Señor Grouni!—Le digo al dueño del bar— ¡Deme otra cerveza bien grande!.

— No le voy a dar más joven Ezreal, sabe que aun no es mayor de edad.

— oh vamos, solo me falta un año.

— Ya le dije que no, ademas mañana tiene que madrugar para regresar a Piltover ¿no es así?.

Cierto.

— Esta bien usted gana. ¡Adiós buenos hombres, nos vemos pronto!.

— ¡Adiós muchacho!— se despiden alzando sus cervezas.

— Hasta pronto Señor Grouni — Me paro en el umbral de la puerta y hago un ademan con la mano.

— Espero verlo pronto joven, no deje que ninguna trampa lo mate— El canoso anciano me regala una pequeña sonrisa.

— Eso no va a pasar téngalo por seguro, soy demasiado genial para morir así.

Oigo las carcajadas del anciano mientras salgo del local.

Acomodo la bufanda sobre mi cuello, es una noche muy fría. Camino con tranquilidad hacia una posada por las acogedoras calles de Nockmirch un pequeño pueblo a unos pocos kilómetros de Demacia, la vías están casi vacías solo encuentro uno que otro borracho por ahí. Todo era como lo recordaba las casa eran antiguas pero tenían su encanto, las calles siempre alumbradas por grandes faros de luz amarilla, y a lo lejos siempre se escuchaba música alegre. 

Detengo mis pasos frente a una pequeña casa de dos pisos y abro la reja de la cual sale un sonido muy desagradable, atravieso el patio y toco un par de veces la puerta de color rojo escarlata, segundos después una encantadora viejecita me abre la puerta con una gran sonrisa  en la cara.

—Pense que nunca llegarías Ezreal.

—Me distraje con unos amigos, Davne—. Agacho un poco mi cuerpo para darle un beso en la mejilla. Davne es la señora que siempre me da posada en mis viajes cercanos a Demacia y es la abuela de una de las mujeres más hermosas que he visto en mi vida. 

— Como siempre tan encantador. ¡Louis, ya llego Ez!  —La anciana me conduce a la sala donde me siento y me sirve una taza de chocolate caliente. De la cocina sale una hermosa chica con delantal, su piel es morena, su cabello negro, se carga una figura espectacular y tiene unos encantadores ojos color miel.

—Louis...pero mira que a medida que pasa el tiempo te vuelves cada ves más hermosa— La chica rueda los ojos mientras pone sobre la la mesa unos panecillos.

— Ezreal...mira que con el tiempo te vuelves más maleducado y desordenado, primero que todo se saluda antes de echar piropos a cada mujer que ves, y segundo mira como traes esa ropa, luego de que te comas esto vas y te das un baño, hueles a puro alcohol—  se tapa la nariz.

— Esta bien, pero...— acomodo mi pelo y pongo voz seductora—siempre y cuando te lo des conmigo. 

— Ezreal— me reprende Davne con un sutil tono de voz.

— Deja de ser payaso y come— Louis regresa a la cocina a seguir con lo que hacia.

Duro unos minutos comiendo y platicando con la señora y su nieta, al terminar me despido de ellas y subo a mi habitación donde luego de un breve baño me lanzo sobre la cama ajusto el despertador y caigo entre los brazos de Morfeo.