Capitulo 25

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Una vez que estaba en casa, lo único que hice fue ir directo a mi habitación, sin siquiera detenerme en el living, dónde la televisión prendida alumbraba todo. Caminé como un zombie hasta mi cama, donde me senté, mi vista enfocando mi móvil en mis manos. Esperando un milangro, teniendo esa esperanza de que ella me respondiera. Mis esperanzas eran sobrevaloradas en este momento, pero podría conformarme con un 'Okay'.

Pero no vivía en un cuento de hadas, el 'Okay' estaba bastante lejos siendo completamente sincera. Simplemente parpadeé, una lágrima desprendiendose en el movimiento, y tuve que ser fuerte para que más no la imitaran. Sentí el zumbido de éste casi segundos después, era un mensaje, y mi corazón saltó esperando que fuera ella.

Sorpresa. Era un número anónimo.

"Creo que fuiste demasiado lejos con ese texto, rubia."

Simplemente lo mire, mire aquella pantalla una y otra vez. ¿Quién era éste y que quería? ¿Cómo sabía qué le había enviado un texto a Jade? Me quedé mirando una vez más, analizando, y lo único que aquello hizo fue asustarme. ¿Cómo sabía que mi cabello era rubio? ¿Quién era?

Un pequeño ataque de pánico entró, estuve a punto de llamarle a Leigh-Anne en busca de alguna clase de ayuda, sin embargo, las palabras de aquel anonimo de nuevo aparecieron.

No podía decirle a nadie.

Leigh no entendería de todas formas. Suspiré, quería tener a alguien con quien hablar sin embargo. La única conclusión, y la opción más fácil era olvidarla, no importaba cuanto doloroso era, podía intentarlo. Debía intentarlo. Me levanté finalmente de la cama, baje las escaleras de nuevo, y entonces noté que mi madre había quedado rendida en el sofá. El relog apenas marcaba las nueve y media, y aunque afuera ya reinaba la obscuridad. No era tan tarde.

Termine dejándole una nota a mi mamá.

"Hace rato que llegue y estabas dormida. Leigh me necesita e iré con ella. No te preocupes, estaré bien. Xx"

Y sin más, salí de mi casa. Le había mentido, no iría a donde Leigh, ni siquiera se había cruzado por mi mente mas como una excusa. Sólo quería estar sola, no podía contarle a nadie sobre esto y lo debía de lidiar así. Me encontré, una vez más, caminando al lugar dónde habíamos acampado. Era raro la tranquilidad que este lugar de proto de daba. Tal vez eran por los recuerdos, o al menos algo tenía que ver. Apenas pase el gran árbol que había cerca, pude identificar la silueta de alguien en la obscuridad. La curiosidad me invidadió, y me vi escondida entre las sombras para que la persona delante de mi no me viera. Escuché un sollozo, lo único que actuvo más mi curiosidad y a la vez preocupación sobre si aquella persona estaba bien. Me acerqué un poco más, esta vez escondiendome en otro árbol. Era demasiado entrometido si me lo preguntas pero sólo quería estar segura si podía hacer presencia.

"¿Qué hago?" La voz gritó. Y mi sangre heló al reconocer aquella voz, aquella voz que se había escuchado más que herida. Era Jade. Mi cabeza comenzó a procesar todo aquello demasiado rápido, y lo único que quería era escuchar su voz.. ¿Tal vez por última vez? ¿La última vez definitiva? Pero entonces, más preguntas vinieron, ¿por qué estaba aquí? ¿por qué había estado llorando? ¿Y si ella me ve? Ella pensará que la estoy siguiendo, casi acosando... pero para ser honesta no creo que pueda estar enojada conmigo, ¿así que había diferencia? Dejé que mi cuerpo se hundiera contra el frio piso, mi espalda recargada en el tronco de árbol. Un silencio reinó un rato, pero sabía que ella seguía ahí.

"Estás allá arriba ¿No? Se supone que debes ayudarme.. ". ¿Con quién rayos estaba hablando? "Por favor, necesito que me ayudes.." Rogó "La quiero.. Cielos, incluso más y yo..."

Empty Cup.- JerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora