— ¡Despierta, despierta!— grité tratando de levantar a Emma—. ¡Levántese dormilona!
Quería molestarla y nada podía hacerla enojar más que prenderle la luz.
Corrí las cortinas haciendo que la luz de la mañana alumbré la habitación. Emma cerró los ojos tan fuerte que pensé que de aquí no saldría viva, me mataría.
— ¡Cierra esa maldita cortina Daniella!— se quejó Emma—, no puedo ver.
— Estas muriendo Emma ¿Es que ves la luz? Dios vino por ti.
— Si no cierras esa cortina en este mismo instante la que verá la luz serás tú— me amenazó.
Nunca pensé que me reiría tanto con un comentario así. Cerré la cortina y me senté en la cama, me dolería la panza de tanto reír.
— ¿No te piensas levantar nunca? Ahora entiendo porque llegas tarde todas las mañanas.
— No es fácil levantarse y menos cuando te quedas despierta hasta las tres.
—Lo sé— me rugió el estómago, era momento de ir a desayunar—. Bajaré a comer algo, espero que la comida de aquí no sea como la de la cafetería.
Emma se rio y salió de la habitación. Ya estaba vestida solo me faltaba colgarme la mochila y esperar a que Emma ya este lista. Me senté en la mesada de la cocina y agarré un vaso con leche que la mamà de Emma había preparado. Al parecer se le habían ido las ganas de cocinar y opto por servirnos la bebida.
— ¿Es tarde?— preguntó Emma una vez que estábamos arriba del auto—. El profesor de Lengua nos matará.
— Todavía nos quedan diez minutos, si te apuras y enciendes el motor tal vez llegamos— propuse. Abroché mi cinturón y apoyé la cabeza en el vidrio. El sueño me había invadido nuevamente no podía cerrar los ojos ya que en menos de cinco minutos estaríamos llegando y además me despeinaría toda.
Corrí hacía mi casillero, solamente faltaban dos minutos para que la clase comenzará.
El pasillo estaba completamente vacío, al parecer Emma ya estaba en el salón o se encontraba camino a él. Sabía que tenía la advertencia asegurada ya llevaba tres minutos de retraso y el profesor no nos perdonaba ni uno.
Odiaba al profesor no solo por la asignatura que enseñaba, que por cierto me obliga a odiarlo más, si no por ser tan ridículamente estricto. Con la mirada fija en el piso caminé hacía mi asiento, Aaron se encontraba igual de aburrido que el resto de la clase. Tenía su cara apoyada sobre la mano y podría decir que si lo dejaba un rato tranquilo se dormiría. La clase estaba en silencio, supuse que no era el momento indicado para hablar con mi compañero de banco. Quería preguntarle a Aaron la verdadera razón por la cual me llamo ayer por la noche. Tenía el leve presentimiento de que me inventaría alguna excusa cualquiera que ni él se creería pero bueno, no perdía nada con intentar.
Fue la clase más aburrida que tuve en toda la semana. Me pasé toda la hora pensando una manera de preguntarle a Aaron si parecer alguna loca, mejor sería que me olvidara del tema y todos felices no?
Hablaría con Aaron en el recreo, no sabía a donde iba cuando tocaba el timbre pero supongo que seguirlo no será nada grave. Su casillero está al lado del mío así que no sería nada difícil. Le dije a Emma que la vería en la clase siguiente, le duda de saber porque me había llamado me estaba comiendo la cabeza desde que la clase de lengua. Guardé las cosas en mi casillero luego de que él lo hiciera y esperé a que se alejara para poder seguirlo sin que se dé cuenta.
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Disclosure [ En Pausa]
Teen Fiction❝Esto es peligroso. Esto es una bomba de tiempo nena, lo mismo que nos une hoy, nos desintegra. Una chispa de más y así es como el incendio empieza.. ❞