Prologo

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Para empezar, me mude a Seattle porque me ahogaba seguir viviendo con la tía Frank. Sentía que le debía mucho, y quizás la mejor forma de pagarle por tanto amor y protección era dejar el nido que no me correspondía, conseguir un empleo y estudiar en una universidad bonita, terminar una carrera y ser alguien en la vida.

Si, ser alguien en la vida definitivamente seria algo que pondría a la Tía Frank desbordante de felicidad.

Y fue increíble recibir la respuesta de la Universidad en menos de un mes. Así que tan pronto como termine la preparatoria, junte mis ahorros de meses y meses y me despedí de ella y de sus hijos. 

Me decidí por una habitación compartida a cincuenta dolares por mes en el campus universitario ya que ahí tendría mi lugar de estudio a poca distancia, ademas de que no me pareció tener dinero suficiente para rentar un apartamento solo para mi. 

Sin embargo... el día que llegue, me lleve una sorpresa. 

El taxi me dejo en las puertas del campus y la vista fue maravillosa, a cada paso que daba me sentia mas autosuficiente y llena de vida. MI habitación se encontraba en el pabellón B, el segundo de seis. Me volvi loca buscando la habitacion donde habia de quedarme segun lo que acordé con el dueño del lugar. Era tan inmenso que pudo haberme llevado quizas una hora autoencontrarme.

Pero esa no fue mi sorpresa. 

Mi sorpresa fue cuando encontre mi habitacion, la B-M1N3, y al tocar la puerta, me abrio un muchacho de quizas unos veinticinco años.Fue inevitable que lo primero que observara fueran sus ojos azul grisaceos, su cabello rizado completamente despeinado y su mirada confundida. 

-Hola. ¿Que tal?- Digo con una plena sonrisa extendiendole mi mano- Vine a instalarme aqui. ¿Estas de visita? 

Sonrie ironicamente y mi sonrisa se esfuma de mi rostro- ¿Que es tan gracioso?- Pregunto tambien algo confundida. 

-Yo vivo aqui- Dice recargando su brazo en el marco de la puerta. Es imposible que yo no mire hacia arriba porque yo soy demasiado bajita y el demasiado alto. Estoy casi segura de que si me midiera espalda con espalda le llegaria justo hasta debajo del pecho- Esto debe ser un error- Dice el sacandome de mis pensamientos- ¿Como te llamabas?- Vuelve a decir abriendo mas la puerta como cediendome el paso. 

-Me llamo Rita- Digo de nuevo intentando recuperar mi primera sonrisa pero tan pronto pongo un pie dentro del lugar, vuelve a borrarse. El olor a hombre, a pies y medias sucios y a encierro es sofocante y nauseabundo. Hago una mueca de asco lo mas disimulada que me sale mientras el marca algo en su telefono dandome la espalda. 

-Un gusto, soy Chris- Dice sin mirarme y bajo la manija de mi maleta- Estoy llamando a Roger. Seguro se equivoco y cometio un error con tu alojamiento. La regla del campus para las habitaciones compartidas son de hombre con hombre, mujer con mujer- Recorde, y algo tambien me decia, que el estaba haciendo mas bien una referencia a aquella tonteria que habia dicho la señorita Antoquia Veronica Velasquez, Miss Colombia. Me rei un poco y el volteo a verme sonriendo y queriendo reir tambien. Casi como si supieramos lo que el otro iba a decir, al mismo tiempo recitamos:

-Y tambien mujer a hombre del mismo modo en sentido contrario. 

Y entonces, estallamos en carcajadas. 

-Diablos- reia sosteniendose la cara. 

-Lo se- Reia yo con los ojos cerrados- Es histórica.

-Empiezo a pensar que ella fue quien inició el movimiento gay- Sigue riendo. 

-Estoy segura que si- Reia yo tambien. 

Cuando las risas cesaron, el le marca a Roger y me tiende su telefono. Yo lo tomo con mi mano izquierda y me lo llevo a la oreja. 

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora