Capitulo 1

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Daban las doce en el reloj de mi telefono. 

La semana habia sido muy larga. Adaptarme a este nuevo tipo de vida, donde me las arreglaba yo solita no era tan sencillo como pense que seria. Hace dos dias hice las compras y hasta adquirí un mueble con cajones para guardar mis pertenencias. En un paquete de toallitas guarde mi dinero. 

Daba vueltas y vueltas en la cama intentando dormirme pero algo me lo impedia. Movi una y otra vez la cobija, acomode mis cojines pero nada podia hacer que conciliara el  sueño. Mi compañero de piso no estaba, ya que habia ido a festejar una hazaña de sus amigos y yo me acosté temprano. 

¿Que demonios me sucede? 

Entonces, oigo un golpe seco en la puerta. Me sobresalto por el susto que el ruido me provocó pero me acomodo el pijama con una mano y camino hasta la puerta, pegando mi oreja a la madera. 

-¿Quien es?- Pregunto y afino mi audicion intentando escuchar con la mayor claridad posible. 

-Abre- Una voz tambaleante y densa me contesta- soy Chris.

-¿Y tu llave?- Digo mientras busco la mia en el pequeño mueble que compré.

-No la encuentro- Rie y algo en su voz me dice que esta ebrio. Abro la puerta y ¡Por un rayo! Chille cuando cayo al suelo de bruces dandose la nariz contra la ceramica-¡Mierda!- Exclama y hace un esfuerzo sobre humano por levantarse mientras yo lo jalo del brazo para ayudarlo. 

-¡Cielos! ¡¿Te hiciste daño?!- Pregunto preocupada y cuando el esta de pie, se sacude el vaquero y su mirada desorbitada se posa en mi por unos segundos. Una sonrisa boba y juguetona se dibuja en su rostro y el olor a alcohol llega hasta aqui.

-Que adorable- Balbucea entre dientes con la misma sonrisa tonta y yo genero una mueca de confusion- Tu pijama. Tu pijama es adorable.

-Ve a dormir- Le ordeno caminando hacia su cama y corro el edredon y la cobija- Vamos, ahora. Te caes de ebrio.

-Atrapame- Dice riendo y se deja caer a lo que yo chillo de vuelta pero esta vez la mitad de su torso aterriza en la cama. De todas formas, cae al suelo. 

-Ya basta- Me quejo intentando levantarlo para colocarlo en la cama- No puedes hacer tanto escandalo. Aqui la gente duerme. 

-La unica de todo el campus que duerme a esta hora un sabado debes ser tu- Dice mirandome a los ojos y su vista recorre todo mi rostro. Una oleada de verguenza me invade pero trato de ignorar el calor en mis mejillas mientras intento levantarlo.

-¡Pesas, Chris! ¡No hagas peso muerto!- Medio exclamo y el se levanta a si mismo y se acuesta en su cama- Dios mio, si sabias que te ibas a poner asi no hubieras tomado tanto. 

-Yo tomo lo que se me da la gana- Dice con ese tipico tonito que tienen los borrachos cabeza dura y niego con la cabeza.

-Cierto. Olvide tu estado- Digo con una sonrisa y vuelvo a mi cama.

-Oye... ¿te vas a dormir?- De repente, su voz suena como la de un niño de cinco años cuando no quiere separarse de su madre o algo asi.

-Afirmativo. Me mueeeero de sueño- Miento abruptamente y el levanta los hombros antes de darse vuelta  sobre su costado derecho dandome la espalda. 

Y milagrosamente, un repentino sueño me invadio y me acomode para cerrar los ojos y dejarme ir. 

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-Rita- Una voz suave me trae de mi sueño mientras una mano sacude ligeramente mi hombro- Rita- Vuelve a llamarme y abro los ojos. La habitacion esta medio iluminada por el Sol que quiere filtrarse a traves de las cortinas grises y me siento en la cama. A mis pies en la punta de ella, Chris esta sentado mirandome como si fuera una exhibicion de museo. Debajo de sus ojos azul grisaceos se dibujan dos pequeñas bolsas de ojeras y una media sonrisa. 

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora