Capitulo 8

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-Rita- Una mano sacude suavemente mi brazo y despierto de mi sueño- Rita, niña, despierta- Bostezo y parpadeo repetidas veces. Miro a mi izquierda y ahi esta Christopher, a mi lado.

-¿Dónde estamos?- Digo restregando mi ojo derecho cuando la luz del sol que se filtra por la ventana me pega de lleno en el rostro y entrecierro los ojos- ¿Ya...llegamos? 

-Asi es- Dice el apoyando su barbilla en mi hombro- Bienvenida a Ohio.

-Atraves de la pequeña ventana, la vista del condado es espeluznante y al mismo tiempo asombrosa. Los edificios se alzan a un costado de un inmenso rio y lo unico que quiero hacer ahora es bajar y observarlo todo. 

-Es hermoso- Digo con una sonrisa y lo miro a los ojos, el asiente con lacabeza aun apoyado en mi hombro y sus ojos azules se encuentran con los mios. 

Bajamos de la maquina y no puedo dejar de recorrer todo el lugar con mi vista. El aeropuerto es precioso y la gente se distribuye por todo el espacio, yendo y viniendo. Termino de colocarme el sobretodo negro que llevo a todas partes conmigo y acomodo mi cabello fuera de el antes de corregirme las mangas y abrochar mis botones en lo que caminamos a la puerta indicada por las azafatas. Chris me sigue de cerca y es el quien se encarga de ir a buscar el equipaje de ambos mientras yo realizo los papeleos con los pasaportes y nuestras identificaciones. 

-Muchas gracias- Digo cuando la mujer detras del mostrador me entrega los documentos y guardo todo en una cartera que llevaba conmigo. Me paro junto a la estatua de Thomas Jefferson, donde el y yo habiamos acordado que nos encontrariamos. Unos cuantos minutos despues, aparece con las dos maletas. 

-Aqui estoy- Dice algo agitado por el jaleo de gente que hay desperdigada por todo el aeropuerto.

-Te tardaste un poco- Sonrio mirandolo y el asiente tomando una gran bocanada de aire- Qué aventura supone buscar un par de maletas. 

-La tuya se habia dado a la fuga- Dice y enprendemos camino hacia la salida.

-Es curioso- Digo pareciendo interesada- Las maletas no tienen patas. 

-La tuya parece tenerlas- Rie con diversion y le empujo el hombro como siempre que lo hago luego de que dice una tonteria- Bueno. Henos aqui.

-¿Recuerdas como llegar a tu casa?- Digo algo dudosa y el asiente mirando su telefono celular. 

-Christian acaba de mandarme la direccion- Sonrie mirando la pantalla escasamente iluminada. 

-¿Christian?- Arrugo la frente no entendiendo y el niega con la cabeza- Es mi hermano- Dice el y mi expresion facial demuestra que ahora entiendo un poco mas- Te agradará él. Es mi nemesis. 

-¿Porque tu nemesis?- A veces me pregunto cuando Christopher y yo tendremos una conversacion seria, sin diversion, sin risas y sin tonterias. 

-No exagero cuando digo que es mi contraparte- Advierte- Yo soy guapo y el saludable, yo soy "viva la fiesta" y el un nene de mami. Yo soy un ser que se debe a su vida social y el es la persona mas cerrada y callada que conocerás.

Niego con la cabeza y el se hincha de hombros largandose a reir. Hacemos la fila para tomar un taxi hasta su casa y tras siete taxis, es nuestro turno. Subimos el equipaje y Christopher le dicta la direccion y las indicaciones para llegar. 

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Nos detenemos en una casa algo tradicional pero hermosa situada casi a una esquina de la calle por la que veniamos. El coche se detiene, pagamos por el servicio y nos bajamos junto con nuestro equipaje para luego ver al taxi dar la vuelta y desaparecer al doblar la esquina. 

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora