Me he pasado la tarde entera con Julia Perkins, la mama de Chris, decorando galletas navideñas y me enseño como hacerlas y hornearlas a la perfeccion. Sin duda, ella era una mujer intachable en todos los sentidos.
Estos dias han sido esplendidos y me he sentido muy a gusto en la casa de los Perkins, todos han sido sumamente agradables y amables conmigo. El martes por la tarde llego Barbara Perkins, la hermana de la que Christian me habia hablado el dia que llegamos aqui. Sin duda ella tambien poseia esa caracteristica dulce que todos los Perkins adoptaban por genetica en ellos. Al parecer todos, menos uno.
-Rita- Un Christian algo agitado aparece por la puerta de la cocina- Ma, te la robaré. Será solo un segundo- Su madre asiente con una agradable sonrisa y yo lo sigo hacia la sala de estar donde se suponia que no habria nadie, pero atraves de la puerta de vidrio él ve a su padre leyendo el diario con la television encendida- Mejor vamos al jardin- Yo digo que si porque no se que otra cosa decir y lo sigo pisandole los tobillos hasta que salimos por el vestibulo.
-Rita... quiero hablar contigo...- El me enfrenta pero yo no puedo evitar sentirme embelesada por el precioso jardin trasero de la casa, nunca visto por mi hasta este momento- Rita.
-¿Si?- Digo concentrandome y mirandolo- Perdona. No habia visto esta parte de la casa.
-Rita- El me toma de los brazos con sus manos y sorprendida ya no puedo hacer otra cosa que mirarlo- Mira. Mi hermano y yo somos muy diferentes.
-Lo he notado- Digo y trato de dibujarme una sonrisa que no parezca asustada pero fracaso en el intento.
-Y... no se que es lo que eres exactamente de mi hermano... pero... yo soy diferente a el... y... cuando una chica me gusta no tengo pelos en la lengua para decirselo.
Mi boca se abre en forma de O y el baja sus manos hasta la altura de mis codos pero esta vez me toma con mas suavidad y yo trago saliva.
-Christian...
-Me gustas, Rita.
Bajo la mirada evitando sus ojos pero con su dedo indice toma mi barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos.
-Esto es confuso- Digo yo separandome de el antes que avance y froto mis codos con las manos- Yo...
-Piensalo- Dice el volviendo a colocarse frente a mi y no puedo evitar ver sus ojos azul verdosos haciendo que mi corazon lata a una velocidad antinatural- Solo... no me rechaces ahora. Piensalo. Despues de todo... Tu y el se quedaran con nosotros hasta la fiesta de fin de año...
Asiento mirando al suelo y el desaparece de mis alrededores. Oigo como abre la puerta que da al vestibulo y me siento en el cesped frotando mis brazos para entrar en calor.
Esto no me puede estar pasando.
¿Por que no puedo estar en paz con todo el maldito mundo?
_ _ _ _ _
Observo mi atuendo de cena navideña por enesima vez. Unos vaqueros negros y un sueter tejido a mano color miel junto con unas cuissard negras hasta las rodillas. En mi vida, solo estilice y alacie mi cabello en dos ocasiones: En mi baile de graduacion y hoy, en mi cena de navidad con los Perkins.
-¿Rita, estas lista?- Una voz demandante y con un tono de fastidio me llama desde la planta baja de la casa y yo ruedo los ojos mientras me coloco cuidadosamente los pequeños aretes que me compre especialmente para la ocasion.
-Ya voooooy- Canturreo corrigiendome el rimel por quizas quinta o sexta vez, me hecho unas cuantas gotas de perfume y me observo una vez mas. Suelto el aire que me oprime el pecho con pesadez y me repito una vez mas que asi estoy bien. Que Chris nunca me ha visto maquillada, con el cabello tratado o vestida con tanta meticulosidad y vuelvo a soltar el aire que hace que sienta que se me aplasta el diafragma.
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B-M1N3 ✓ [Ya impreso]
Short StoryRita Norman decide mudarse a Seattle para estudiar en la Universidad de Washington, pero se lleva una sorpresa cuando equivocan su alojamiento en el campus y tiene que convivir un semestre compartiendo la habitacion B-M1N3 con Christopher Perkins. E...