Capitulo 11

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Termino de cerrar la ultima caja y la apilo junto a las demas en una esquina de la habitacion. Realmente no son muchas y es por eso que Christian le pidio su auto a su padre para llevarme hasta  Luisiana. Realmente admire tanto su gesto como el de su padre y ambos se prestaron amables.

En este momento, el se encuentra trabajando y faltan casi tres horas y media para que finalice su horario, asi que le doy una ultima limpieza a mi apartamento para despedirlo y dejarlo en condiciones para el, porque estoy segura que una vez que yo me vaya volvera a oler a ropa interior en estado de descomposicion material.

Una vez que termino la limpieza, decido ir a comprar algo para llevar en el camino ya que el viaje seria de muchisimas horas y no queriamos hacer parada en ningun hotel.

Y finalmente, para matar los ultimos veinte minutos que faltaban antes de que el llegara, prepare unas hamburguesas para almorzar antes de partir.

Estoy a punto de terminar de armarlas cuando escucho como el pestillo es dado vuelta y el entra con su uniforme de empleado de la cafeteria.

-¿No te lo quitaste?- Digo refiriendome al uniforme.

-Tenia prisa por llegar- Se justifica y arroja su mochila al piso antes de llegar hasta mí y besarme anclando sus manos a mis caderas mientras yo hago puntillas de pie y paso una mano por su hombro mientras la otra sigue intentando abrir el empaque del pan de hamburguesas.

-Carajo, es dificil preparar el almuerzo si me sigues besando de esa manera- Sugiero de forma divertida y el ignora mi comentario para abrazarme y apoyar su barbilla en la coronilla de mi cabeza.

-Ire a ducharme rapidamente, amor- Dice estrechandome mas fuerte entre sus brazos y yo me remuevo en su pecho- No tardo nada.

Dicho eso se separa y me roba un rapido beso antes de quitarse la camisa del uniforme dandome la espalda y yo muerdo mi dedo indice al ver su espalda.

-Lo hiciste a proposito- Lo acuso completamente colorada y el carcajea confirmando mi acusacion antes de encerrarse en el cuarto de baño.

-Maldito Christopher Perkins... que bueno estas- Maldigo para mis adentros con una sonrisa picara antes de volver a mi mision de abrir el empaque de pan.

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-¿Lista?- Dice el y yo asiento pero el niega con la cabeza- Abrochate bien ese cinturon- Observo la correa de seguridad y la ajusto un poco mas a lo que el rie y yo saco la lengua-Ahora si. Vamonos- Gira las llaves para encender el vehiculo y entonces, partimos del campus.

Miro por el vidrio retrovisor hacia atras diciendole con la mirada adios a esa habitacion, a ese mini departamento compartido, a ese B-M1N3 donde conoci a la persona mas maravillosa del mundo.

Viajamos por unos instantes y entonces, decido hablar.

-Sabes... voy a extrañarte.

El no responde pero puedo ver como sus manos se ponen tensas en el volante.

-Rita... yo...

Ninguno de los dos dice nada mas y quedamos en silencio por casi media hora de viaje.

Estoy tan concentrada en mirar por la ventanilla la preciosa vista a la calida playa de Seattle que no noto el momento en que el carraspea la garganta.

-Estamos por llegar- Anuncia con una sonrisa y yo lo miro con completa confusion.

-¿Qué? Pero si hemos salido hace apenas media hora-Digo colocando mis manos a mis lados en el asiento.

-Rita, ¿Ves ese pañuelo que esta en el posavasos?- Dice mirandolo de reojo sin quitar las manos del volante- tomalo y cubrete los ojos.

-¿Chris?

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora