Capitulo 5

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Han pasado cuatro meses y medio desde que me mude a Seattle. 

Estoy enamorada de mi trabajo y me encanta donde vivo y aun mas con quien vivo. Sin embargo, he perdido de a poco el interes por los estudios. Conforme mi sueño a crecido, la ingenieria tecnologica ya no me llama tanto la atencion como cuando envie mi solicitud. Sin embargo, pienso continuar el semestre hasta terminarlo y luego tomar una decision. 

Hay muchisimas razones por las cuales no quiero dejar la universidad. Para comenzar, de verdad quiero impresionar a la tia Frank cuando vuelva en Navidad y ya no falta demasiado. No quiero volver para decirle que voy a abandonarla asi que quiero estar completamente segura de que la ingenieria no es lo mio. 

En segundo termino, he descubierto una pasion que creia inexistente hasta el dia que me presenté en la universidad y conoci a Tania, la chica que recomendo mis postres y gracias a su descubrimiento emprendi un negocio interno. Cree una pagina web publicando fotografias de mis pedidos. A lo largo de los ultimos tres meses habia obtenido mas de cinco clientes y todos habian quedado completamente satisfechos. Y entonces fue cuando nacio mi sueño: Abrir una pasteleria. Mi propia pasteleria.

En ultimo termino, ahi estaba Christopher Perkins. No podia dejarlo. No podia dejar de estar cerca de el y el parecia tener el mismo problema conmigo. Nuestra extraña relacion se habia convertido en una sin etiqueta y sin nombre. No eramos novios, para nada. No estabamos juntos. Nuestro trato era mas parecido al de dos hermanos extremistamente cariñosos que se han mudado juntos.

 Fue impresionante como forjamos un lazo tan resistente que siento que lo conociera desde toda mi vida. El se ha apartado casi por completo de esas amistades que lo llevaban a las copas y a las mujeres y ya casi no salia. A diferencia de mi, a el parecia apasionarle la ingenieria tecnologica y parecia amar su trabajo en la cafeteria de Lossantes. 

Lo que antes era un bullicio de ropa sucia, libros apilados y basura por toda la habitacion se habia convertido ahora en casi un ordenado y decente apartamento de estudiantes. Las maquetas universitarias abundaban por toda la habitacion y soliamos hacer casi todo juntos, sea estudiar o perder el tiempo. 

Es verdad que yo trabajaba mas de lo que estudiaba porque en realidad ya no me interesaba hacerlo, pero Chris podia pasar madrugadas enteras metido en sus libros. Y haber sido parte de ese progreso me ponia fuertemente orgullosa. 

Hoy por primera vez en dos semanas me toco el dia libre y dormi quizas hasta la tres del mediodia. Me desperte con un ligero dolor de cabeza y me prepare un cafe y una aspirina. Abri la ventana para permitir que la habitacion se ventilara un poco y apague la calefaccion para que el aire caliente se detuviera. 

El sol golpeo mis ojos y me cubri la cara con la mano libre pero accidentalmente golpee mi otra mano y el cafe se derramo en mis muslos. Propine una palabrota y un ligero grito de dolor mientras intentaba secarme con una servilleta de tela y observaba como el cafe se habia derramado en el suelo y la taza se habia partido en el. 

-Diablos- Digo restregando mi cabeza con la otra mano- Debo limpiar. 

Enciendo la television para colocar algun canal con musica al aire y me dedique a limpiar el desastre, a darme una ducha y cambiarme de ropa. 

Reviso mi agenda y tengo un ultimo pedido por realizar. Trescientos buñuelos de chocolate blanco. Tomo mi tarjeta de credito, mi telefono y mis llaves y me los coloco dentro de la ropa por seguridad. Me visto mi abrigo y salgo. Sin embargo, en el pasillo, el ojiazul choca conmigo. 

-Hooooola- Dice sonriendo y tomandome de los brazos, yo lo miro como hacia arriba con una media sonrisa- Diablos ¿Te pasa algo? 

-No, solo una migraña- Digo apoyando mi cabeza en su pecho- ¿Ya volviste de tu trabajo?

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora