Al abrir los ojos, encontré a Bennie mirándome con una sonrisa y con las manos detrás de su espalda.
-Hola- me saludo él con su voz sumamente aguda, se veía muy tierno ya que usaba unas pantuflas de dinosaurios.
-Hola, Bennie- le sonreí incorporándome en la cama-. ¿Qué pasa?
-Mamá y yo te compramos algo en la ciudad.
-Oh, no se debieron moles...- antes de poder terminar de hablar, él me mostro lo que tenía en sus manos. Era un gorro negro de lana que tenía escrito "NYC" en letras blancas-. Wow, muchas gracias.
-Yo lo elegí- él me lo tendió y yo lo cogí.
-Tienes un muy buen gusto.
-Mamá me dijo lo mismo- él encogió los hombros y luego me abrazó, y eso si que me hizo sentir mejor, no lo hacía hace mucho.
-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Miré a la puerta y vi a Noah.
-Hola, sí- lo saludé.
-¡Noah! ¡Hola!- Bennie se separó de mí y corrió a abrazarlo.
-¡Hola, campeón!- Noah se arrodilló en el suelo-. ¿Qué tal, (tn)____?
-Aburrida- le respondí y me levanté de la cama para luego acercarme a él.
-Vamos, esta casa es lo suficientemente grande y espaciosa como para aburrirse.
-Preferiría estar en afuera, en la ciudad- crucé los brazos. .
-Créeme que andar por la ciudad en estas épocas es todo un peligro y no lo digo solo por el hecho de estar ciego.
-¿Por que lo dices?
-Faltan... Sí, exactamente cuatro días para Navidad, tres para noche buena y todo el mundo hace las compras a última hora.
-Tienes razón.
-Bien, empezaré la clase de matemáticas del día de hoy en treinta minutos.
-De acuerdo, me cambiaré entonces.
-Te espero en el estudio- dijo y se fue junto con Bennie de mi habitación.
Me acerqué al pequeño armario y después de buscar un poco qué ponerme, opté por unos jeans, una camiseta cualquiera y un abrigo para ponerme encima. Entré al baño, me di una ducha rápida de diez minutos y luego me vestí. Al bajar al primer piso, no escuché ni un solo ruido y al entrar a la cocina, vi a todos en la mesa con los ojos cerrados y las manos juntas, al parecer estaban dando las gracias.
Bueno, todos menos Harry ya que él solo se limitaba a mirarme.
-Amen- dijeron al unísono después de unos segundos.
-¿Que haces aq...?
-Harry- Noah lo interrumpió.
-Adelante, siéntate- me dijo Harry poniendo los ojos en blanco y yo curvé los labios.
-Que amable de tu parte- murmuré sentándome a su lado que era el único sitio vacío.
-Espero que no se te haga costumbre- respondió y yo reí un poco, me causaba mucha gracia su tono sarcástico.
-¿De que te ri...?- dijo, pero yo lo interrumpí.
-Y Noah, ¿en donde pasarás esta Navidad?- pregunté.
-Pues, tuve cuatro invitaciones a fiestas- me contestó mientras untaba mantequilla en una tostada-. Dos en Inglaterra, otra aquí en Nueva York y... Una más, que es a la que asistiré.
-¿En donde?- sonreí.
-Aquí- él encogió los hombros.
-¿En serio?- le preguntó Harry.
-Si, no hay mejor cosa que pasar Navidad con esta familia.
-¿Familia?- Harry vaciló.
-Claro que sí, todos ustedes son una familia ahora, o mejor dicho, somos.
-¿Quienes?
-Dorothea, Bennie, tú, yo y claro... (tn)____.
-¿Yo?- casi escupo todo el batido de mango que tenía en la boca.
-¿Ella?- Harry me miró.
-Si- Noah sonrió y entonces, nos quedamos en un largo silencio.
***
-Bien, ¿quien tiene la respuesta?- nos preguntó Noah a Harry y a mi.
Yo me quede callada, no entendía nada de la clase de hoy.
-86.7- respondió Harry.
-¿(tn)____?
-No... No lo sé- mordí mi labio inferior, siempre hacía eso cuando estaba nerviosa.
-86.7, correcto Harold- Noah cerró el libro que tenía en las manos-. Ya vuelvo. (Tn)____, sería bueno que practiques un poco el ejercicio, al regreso tomaré otro muy parecido.
-De acuerdo- suspiré.
Noah se fue con su bastón y yo intenté resolver el maldito ejercicio de matemáticas una vez más.
-¡Es imposible!- me dije a mi misma.
-Oye, cálmate- rio Harry-. Me asustaste.
-Es que no entiendo esta cosa- solté el lápiz que tenía en mi mano.
-Ok- él se acercó a mí y cogió mi lápiz-. Lo único que tienes que hacer es dividir esto con esto, y finalmente multiplicarlo. Te enseñaré.
-Cálmate- rió y se acercó- Solo tienes que dividir esto- hizo un circulo en un par de números- Y luego lo multiplicas con esto.
Él empezó a resolverlo y yo me quede mirándolo, parecía tan fácil cuando el lo hacía.
-Listo- él volteó a verme-. ¿Entendiste?
-Sí- asentí-. ¿Cómo es que sabes tanto de esto?
-Me gustan los números.
-¿En serio?- reí.
-Sí y no entiendo por que te ríes.
-Nunca hubiera pensado que a un tipo como a ti le gustarían las matemáticas. Gracias.
-De nada- él frunció los labios-. Tienes la cara cubierta de marcadores.
-¿Que?
-Ahí, tienes un bigote- él me señalo.
-No tengo nada- fruncí el ceño.
-Claro que sí- él cogió mi mano y la paso por debajo de mi nariz, y en efecto, al verla la vi manchada de marcador negro.
Entonces, pasó la cosa más rara en toda mi vida.
Harry y yo reímos al mismo tiempo.
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Inside of the Beast- Harry Styles
Fanfic"La indiferencia hace sabios, la insensibilidad...monstruos." Él creía que lo tenía todo. Ella todo lo contrario. Él era un monstruo. Y ella logró domarlo.