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❛ Sus ojitos pesan, con sueño pero arden tanto al cerrarlos y puede culpar a las pequeñas lágrimas que ha dejado salir anteriormente. Hace un pucherito, lindo, adorable y aunque la mano de YoonOh le acaricia la cabeza con lentitud, se siente tan... Triste.
—¿Quieres algo, gatito?— Le pregunta con la preocupación filtrándose en su voz. TaeYong lo mira un par de segundos para después desviar su mirada del menor y enfocar su vista nuevamente en el techo.
—No, gracias.— Murmura, sin expresión en el rostro y el castaño hace una mueca, totalmente preocupado. Lo observa, recostado sobre su regazo, como de costumbre pero es uno de esos días donde parece que su TaeYongie no está; no se mueve de un lado a otro, no pide caricias con esos ojitos adorables y con el pucherito en los labios, no maulla constantemente en busca de atención y eso... Eso no le gusta a YoonOh. Simplemente se mantiene quietecito en su regazo, mirando al techo como sí fuera lo más interesante del mundo entero.
—¿Gatito?— Vuelve a hablar y TaeYong lo mira nuevamente un par de segundos antes de regresar su mirada al techo.— ¿Qué sucede?— Pregunta con suavidad mientras sigue acariciando los mechones rosas del mayor.— ¿Uhm? ¿Puedo ayudarte en algo?
—Sólo... Sólo quedate conmigo.— Murmura, suavecito, a penas siendo comprensible para el menor y acaricia su frente, sus mejillas, su rostro completo. Quiere verlo sonriendo, quiere escuchar su voz cargada de ternura y emoción.
—Yongie...— Murmura, lento y observa la manera en que los labios del mayor tiemblan, sus preciosos ojitos se llenan de lágrimas y luce como un gatito totalmente indefenso y asustado.
—Quiero...— Hace una suave pausa, suspirando y girando su cabecita hacía la ventana, desordenando aún más su cabello rosa.— Quiero dejar de pensar un momento.— Murmura, YoonOh sigue acariciando su cabello, con cariño y tratando de que eso lo alivie de lo que está sintiendo.
—¿Y puedo saber que está pensando mi gatito?— Pregunta después de un momento en silencio.
—No entiendo cómo puedes... ¿Cómo puedes estar con alguien como yo?— Es un susurro, a penas audible, YoonOh hace un esfuerzo para escucharlo.— Es decir... Soy muy raro y yo– ni siquiera tengo algo especial o algo así. No soy lindo y la única manera en que puedo sentirme así es con esto puesto.— Tira levemente del collar que trae puesto, de color negro con pequeño encaje blanco, un moño en el centro junto a un pequeño cascabel. Comienza a llorar, pequeñas lágrimas se escapan de sus ojos y YoonOh no puede hacer más que limpiarlas, con cuidado.
—Shh, shh. ¿Cómo puedo estar con alguien como tú? ¿Con alguien tan lindo? ¿Con alguien tan cercano a la perfección? Sí tan sólo te vieras de la misma manera en que yo lo hago, notarías lo lindo que eres incluso.— Toca el collar que rodea su cuello con cuidado.— Sin esto puesto. Y dejame decirte que sí tú eres raro ¿Entonces que soy yo? Tú lo único que haces es ser un gatito precioso ¿Y yo? Yo te he corrompido en su mayoría.— TaeYong lo escucha pero comienza a negar con su cabeza, desordenando su cabello rosa.
