Hero of Twilight [Link x Midna - TLOZ: Twilight Princess]

VII - La sombra

Midna caminó lentamente hacia el altar, tomando el arma entre sus manos. Era parecida a la Espada Maestra, a diferencia de que el mango de esta era negro y en el centro resplandecía el símbolo de la trifuerza.

— ¿Qué significa esto? —se preguntó. En ese momento, se percató de que había una inscripción en ella. "Aquel que sea atravesado por esta espada, será desvinculado del mal que lo posea'' —. ¿Mal?

—No me queda mucho tiempo —susurró una voz desagradable en su mente.

—Pero, qué—. La espada cayó al suelo y Midna se agarró la cabeza con ambas manos.

—Ni siquiera intentes resistirte, Midna.

—Esa voz... ¡Zant! —dijo la soberana confundida—. ¡Tú...maldito traidor! ¿Por qué sigues aquí? ¡Yo te maté!

—Es posible... —habló él entre risas— pero como te puedes dar cuenta, mi alma aún no se ha ido de este mundo. Todo gracias al amo Ganondorf.

— ¿Qué quieres decir? —.La princesa del mundo de las sombras cayó de rodillas sin sacar las manos de su cabeza, mientras cerraba fuertemente los ojos y apretaba los dientes.

—No es necesario que sepas los detalles. Ahora, ¿debería comenzar? —. Zant intentó tomar el control del cuerpo de Midna, pero fue interrumpido por un grito.

—¡¡Fado!! ¡Fado, ayúdame, por favor!

Segundos después, la figura del niño que la había estado guiando se hizo presente.

—Mi gente...por favor, llévate a mi gente a un lugar seguro —dijo ella con la última gota de conciencia que le quedaba. Fado asintió inmediatamente.

—No se preocupe, princesa, usted no está sola. Él vendrá pronto, solo...solo espere un poco más.

La presencia de Fado desapareció y junto con ella, la conciencia de la soberana del Crepúsculo.

—————En el reino de Hyrule—————

Luego de un par de horas, Link por fin había llegado al "Circo del Espejo". Según el libro, debía buscar un pasaje secreto que lo llevaría al desconocido santuario, pero... ¿en qué parte estaba? ¿Cómo saberlo sin pista alguna? El héroe de Hyrule observó en todas las direcciones posibles, caminó por aquí y por allá, posicionó sus manos en el suelo y las paredes, sin embargo no encontró nada parecido. Suspiró, sentándose en las escaleras que anteriormente llevaban al espejo del Crepúsculo hasta que, después de unos minutos, una idea cruzó su mente. ¿Y si el pasaje era similar a la entrada al mundo de las sombras? Pensado esto, Link se colocó entre los dos pequeños pilares que se encontraban frente al soporte del espejo, dirigió su mirada a la roca gigante enterrada en la arena, y luego cerró los ojos. Imaginó el rostro de Midna, sonriéndole de manera juguetona y seductora. Link no pudo evitar fruncir el ceño y ruborizarse por eso. Segundos más tarde, la roca gigante comenzó a agitarse, dando paso a una especie de portal. El chico de verdes ropajes abrió los ojos, sorprendido, y se encaminó hacia lentamente hacia ella.

—Apresúrate —susurró alguien en su mente.

— ¡! —. Link dio un brinco hacia atrás.

—Rápido.

No supo de dónde había venido esa voz, pero por alguna razón sintió que debía creerle y apresurarse. Se reincorporó y se adentró en el santuario. Era bastante lúgubre, a pesar de que las negras paredes tenían marcas extrañas de color calipso. Sin embargo, algo llamó su atención... Un espejo. Un espejo cuyo marco anaranjado resplandecía con todo su vigor de entre las sombras. El héroe hyliano se quedó sin palabras.

—Este es el llamado "Santuario de las sombras".

Link se dio media vuelta y contempló a un niño de un aspecto similar al suyo, quitando el hecho de que tenía los ojos achinados.

—Soy Fado. No hay tiempo para explicar quién soy ni de dónde vengo, así que iré directo al grano. Debes ir al Crepúsculo. Ahora —. El héroe asintió con la cabeza de inmediato. Podía sentir el peligro sin la necesidad de preguntar—. Bien, sólo tienes que colocarte frente al espejo y pensar en tu ser amado, añorarla, anhelarla, desearla con toda tu alma. Una vez que el pensamiento y el sentimiento sean fuertes, intenta atravesar el espejo. Sólo así podrás llegar al Crepúsculo.

Fado desapareció lentamente y Link comenzó a prepararse. Había llegado la hora.