No Es Quien Esperaba

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Había dos cuerpos en el suelo, no había signos de disparos ni sangre, solo dos de sus hombres yacían en el pasillo de su casa de seguridad. El doctor Crane dejó escapar un suspiro de decepción, podría jurar que había dejado el escondite solo durante diez minutos y estos tontos incompetentes ni siquiera podían mantener a su laboratorio protegido. Pasó alrededor de los hombres en el suelo, sin molestarse en prestarles más atención. Por lo que ya había visto, habían sido solo estaban noqueados, objeto contundente en la cabeza. Metió la mano en el bolsillo de su gabardina, era buena idea que nunca se fue sin una dosis de su preciosa toxina.

Bajó las escaleras que daban directo al sótano, la luz estaba encendida como si nada hubiera sucedido. Las puertas estaban cerradas, se detuvo y escuchó. Si Batman había encontrado este lugar, era mejor no entrar allí. Sin embargo, si ese había sido uno de los matones de Falcone, entonces la noche iba a ser muy  divertida, para el Espantapájaros.

Guardo silencio para escuchar, pero allí estaba tranquilo, solo algunos sonidos suaves y apagados como ... ¿sollozos?

Curioso y desconfiado, Crane abrió la puerta. Había un mazo tirado en el suelo, olvidado, y había una figura familiar acurrucada en su sillón. Llorando.

-¿Harleen?-

La doctora Quinzel levantó la cabeza y se volvió para mirarlo. Su maquillaje estaba corrido, las lágrimas caían de sus ojos como cascadas. El traje que llevaba puesto no se veía completo.

-Doctor Crane- dijo con voz débil y temblorosa. -Y-yo lamento la intrusión. Yo solo ... -Ella no terminó cuando al comenzar a sollozar sacudia todo su cuerpo.

-Está bien, niña- Crane intentó calmarla, sorprendido con esa situación tan nueva. -No estoy muy ocupado en este momento. Y no te preocupes por esos idiotas de haya arriba, no estoy enojado por eso ".

-Gracias ...- Harley gimió y se cubrió la cara con las manos. -No tenía a dónde ir ... Roja está en Arkham ... Y el Sr. G ... Él ... Él ...-

-¿Él te echó?-

-¡FUE AUN PEOR!- Se lamentó en voz alta, lanzando sus brazos en el aire. -¡ME REEMPLAZO CON UN ESTÚPIDO ROBOT!-

Lo absurdo de esa declaración no cambió el hecho de que la mujer estaba sinceramente desconsolada. Bajo cualquier otra circunstancia, Espantapájaros se deleitaría encantado con este dulce miedo al abandono, pero se trataba de Harley, la única persona en esta maldita ciudad que siempre lo había tratado con amabilidad y respeto, cortesía y comprensión. Se sentía obligado a hacerlo. pagarle con la misma moneda de afecto.

-Vamos, niña- se acercó a ella para darle una palmadita en su pequeña cabeza. -¿Cómo puedes pensar que alguna ... máquina podría reemplazarte?-

-¡EL LE PUSO MI ANTIGUO TRAJE!- Ella se aferró al abrigo del otro con desesperación. -¡Y DIJO QUE NO HABLABA TANTO, COMO LA OTRA IDIOTA!-

Con un grito de dolor, Harley lo abrazó con una fuerza aplastante. Jonathan soltó un 'oof' pero no protestó.

-¡Oh, Doctor!- Continuó, con el rostro hundido en su gabardina. -¿Qué debo hacer?-

Ahora podía oler el alcohol que ella emanaba. ¿Qué había estado haciendo ella antes de que él llegara? Esperaba no romper ninguna ley, y atraer a Batman directamente a su escondite.

-Deberías quedarte aquí hasta la mañana- le aconsejó, la casa abandonada contaba con una habitación de invitados y Jonathan había planeado trabajar en el sótano toda la noche de todos modos. -Y mañana ... Bueno, podríamos visitar al Joker ...-

Quinn dejó de sollozar y lo miró a los ojos.

-No te refieres a ...-

-Oh, no, no- sonrió. -Dudo mucho que mi toxina tenga algún efecto sobre él, Pero mientras hablamos, entras y luego, quizás puede pasarle algún accidente ese robot ... Algo así como, no sé, ¿un martillazo en la cabeza?

-Oooh ...- La sonrisa volvio lentamente a su cara, valió el dudoso placer de hablar con el Joker en un futuro cercano. -Oh, lo entiendo ... ¡Gracias, Doc!- Ella lo abrazó de nuevo.

Él le devolvió el abrazo torpemente, dándole palmaditas de manera amistosa.

-Por cierto... ¿de dónde sacó el Joker ese robot?- Tan pronto como se lo preguntó, la respuesta le llegó. Fue bastante obvio. -Sabes qué, no importa ...-

La próxima vez que lo viera, hablaría con Edward sobre la construcción de robots para los novios de otra persona.

Las Camisas De Fuerza Son Lo De HoyWhere stories live. Discover now