ㅤㅤ · Capítulo 넷 !

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Taeyong respiró hondo, intentando apartar la mirada de la zona que se encontraba justo delante de él, la de Doyoung. Aun se sentía extraño, quizás un poco incómodo, y se notaba el aire tenso que se formaba cada vez que sus miradas se encontraban y rápidamente apartaban a toda costa.

Taeil logró recibir el saque con salto que logró abrir la boca de Taeyong por la sorpresa. Admiraba que tuvieran la técnica y habilidades suficientes para poder sacar con tanta destreza. La pelota se acercó a Sicheng, y Taeyong se preparó para atacar. Corrió hacia el extremo de la red, y saltó con velocidad, con su mano alzada, listo para atacar.

Pero... tener justo delante el rostro de Doyoung, con intenciones de detener su remate, lo alejó de la realidad, causando que se quedara en blanco y, en vez de golpear la pelota, golpeara el aire. Apenas la rozó, y esta se alejó de la cancha.

—Mierda, lo siento... estoy algo nervioso —se excusó rascándose la nuca con apuro, y corrió a buscar la pelota para tener una excusa para alejarse un poco del pelinegro.

Pasó torpemente la pelota a Kun, volviendo a colocarse en la posición número dos. Intentó centrarse en él, y no en la alta e imponente figura delante de él, que de vez en cuando lo miraba, inevitablemente, cómo no hacerlo si se tenían a pocos metros de distancia.

—¡Allá voy! —exclamó el chino, y lanzando la pelota en el aire, volvió a saltar para golpearla con fuerza.

—¡Mía! —la pelota había ido a parar al lado izquierdo, donde se encontraba Yuta, y en un rápido movimiento la logró captar y pasársela a Jaehyun, que estaba en la posición uno, detrás de Taeyong.

—¡Taeyong! —gritó Jaehyun, queriendo darle otra oportunidad al pelirrojo.

—¡Sí!

Intentó no distraerse por el muro que ya estaban forjando Mark, Yukhei y Doyoung. Sabía perfectamente que si miraba al tercero iba a pifiarla nuevamente, así que, como había estado practicando con Jaehyun, Taeyong cerró los ojos en el momento que la pelota fue lanzada hacia él y, con fuerza, la golpeó intentando calcular ese espacio que había visto justo en el momento de saltar, entre los brazos de Doyoung y Yukhei.

Escuchó el golpe de la pelota impactar contra el suelo, un segundo antes de que sus pies tocaran el suelo y sus ojos se abrieran.

—¡Karasuno! —exclamó Jaehyun emocionado con el primer punto que habían marcado.

—¡Doyoung! ¿No viste que la pelota iba a ser rematada entre nosotros? —el chino se frotaba el dedo meñique y el anular con una expresión de dolor, como si hubiera intentando parar la pelota él solo—. Casi me quedo sin dedos, idiota.

—Oh... ¿Golpeé tus dedos? ¡L-lo siento tanto! —le fue inevitable escuchar la conversación al tenerlos tan cerca, y rápidamente se dobló como disculpas, en una amplia reverencia.

—No te preocupes Taeyong, ha sido culpa de Doyoung —rio ampliamente, dando unas palmadas a la espalda de su compañero de equipo—. Desde que has vuelto del vestuario has estado actuando algo raro. ¿Todo bien?

Taeyong apartó la mirada, fingiendo que no los estaba escuchando.

—No, no me pasa nada, no te preocupes, Yukhei —al no sentir la mirada del pelirrojo encima de él, sonrió despreocupadamente, mostrando su encía en esas sonrisas tan puras que poseía.

No detalló que, en el momento que sonrió, Taeyong no pudo vencer la tentación de mirarlo.

Encontrándose de lleno con esa sonrisa que... removió algo dentro de su cuerpo.

¿Era quizás su estómago? ¿Su corazón? ¿O los dos a la vez?

Un toque en su espalda lo sobresaltó, encontrándose con Jaehyun, despertándolo de esa burbuja que esa sonrisa angelical le había atrapado. Parpadeó varias veces para darse cuenta de que tenían que rotar.

Hikariare ❜ ┊ dotae _ taedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora