Capítulo 5

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Las etapas del dolor se clasifican  en cinco partes.
Muchas personas deciden  ignorar el trauma, sea cual sea. Se convencen a sí mismos que entre menos recuerden lo que sucedió, es como si nunca hubiera pasado. Otras, acuden a terapia y mientras más hablen del tema, logran sentirse mejor.

1. Negación.
2. Ira.
3. Negociación.
4. Depresión.
5. Aceptación.

Los psicólogos dicen que cuando logras salir de cada una de estas fases, el trauma cierra su ciclo. Pero muchas veces, solo se necesita un simple recuerdo o una sola palabra para que todo se haya ido a la mierda.

La cabeza me daba vueltas y la vista se me nublaba, no estaba segura si era por las lágrimas o porque el alcohol estaba haciendo efecto en mi sistema nervioso. De igual forma, no podía sentir nada.

La música se detuvo y todos a mi alrededor se movían en cámara lenta, Lucy y Caleb salieron detrás de mí, pero les grité que me dejaran sola. Seguí y no me detuve. Por un momento llegué a pensar que si seguía caminando los recuerdos se detendrían, pero no fue así.

La imagen de aquel hombre inundó mis pensamientos, la mirada llena de morbo y de excitación que tenía mientras me arrancaba la ropa y yo gritaba que me dejara se quedará grabada en mi mente para siempre.

—¡EMMA, ESPERA! ¡DETENTE, POR FAVOR!— los gritos desesperados de un chico hicieron que volviera a la realidad de golpe. Levanté la mirada pero no tenía ni la más remota idea de donde me encontraba.

Me giré y una Jeep negra trataba de emparejarse a mi altura. Ni siquiera tuve la molestia en detenerme a ver quién era. Su voz grave era inconfundible.

—Emma, lo siento, de verdad... yo no.... no.... perdóname—dijo mientras trataba que la Jeep siguiera sobre el camino justo a lado mío.

Seguí caminado, sin siquiera mirarlo a los ojos.
Deje de escuchar el motor del auto y seguido esto, sus pasos ya me estaban pisando los talones.

—¡Em, por favor! —se quitó su chaqueta de cuero y me la puso sobre mis hombros.

Levante la mirada en busca de sus ojos.

— NO ME LLAMES ASÍ ¿ENTIENDES? ¡NO ME VUELVAS A LLAMAR ASÍ EN TÚ PUTA VIDA!

—Emma...yo...yo...no me puedo imaginar como te sientes en estos momentos..... pero nunca fue mi intención provocar a Kate...yo no quería....

— Tú querías saber como fue mi primera vez ¿no es así? ¿Hace falta que te lo vuelva a repetir? Porque mientras tú te acostabas con la mitad de las chicas guapas de tú escuela a mí .... —hice una pausa para tomar aire—. A mi me estaban violando.

La expresión de Nate estaba llena de ira , no se si era por lo que me paso, o porque hizo que lo dijera frente a todos. Aún podía ver cómo sus músculos estaban tensos, tenía el ceño fruncido y los ojos vidriosos, rojos, como si estuviera ardiendo en impotencia.

Respiré profundo.

—¡Sólo déjame en paz y vete! Por favor—murmuré con la voz hecha nudo.

No se si eran los recuerdos vividos de aquella noche, o el alcohol, o la adrenalina de emociones que estaban recorriendo por todo mi cuerpo, pero Nate dejó de verse como Nate, y en su lugar, su rostro se convirtió  en la persona que me agredió.
No se si el trauma se transformó en una clase de alucinación, pero comencé a sentir fuertes pinchazos en el cuerpo, en cada uno de los lugares donde aquel hombre me tocó.

—Déjame llevarte a tu casa. Déjame hacer algo por ti—suplicó.

—Ya has hecho suficiente—espeté con odio.

CUANDO TE ENCUENTRE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora