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39.

Creí haber quedado inconsciente, lo habría preferido. Porque cuando me arrojaron de nuevo hacia la habitación fría y oscura pude ver el cuerpo sin vida de mi madre yaciendo en el suelo sucio.

Mis ojos hinchados apenas y me permiten ver la poca luz que entra al lugar, me duele todo. No puedo respirar sin querer llorar, podría decirse que era un milagro que siguiera respirando; obvio que depende la perspectiva. Para mi un milagro sería haber muerto al instante.

El lugar huele a sangre y me revuelve el estómago, no se si sea eso o que no he comido desde hace más de diez horas tal vez. Tampoco sé que esperar, estoy sobreviviendo sin saber para qué.

Sean me ha quitado todo lo que quería. No se a qué se refería con qué Sharon no estaba, pero no quiero pensar en ello porque me hace creer que si ella hubiera estado aquí nada de esto habría pasado. Me pregunto cuál será su reacción cuando llegue y vea que su plan ya fue estropeado.

Trato de levantarme pero mi torso duele a más no poder, aún así hago el esfuerzo y lo logro. No puedo dejarme vencer, no por ellos. Me acerco a mi madre, con miedo, mis ojos se niegan a llorar porque ya me he gastado todo mi llanto. Cierro sus ojos, no soporto mas verla con la mirada perdida, como si estuviera esperando algo, expectante al infierno que nos tocó vivir. Su piel está helada, y saber que haga lo que haga no podré calentarla más me hace soltar un sollozo, tapo mi boca con mis manos. Perdí a mis dos padres en menos de una semana, estoy sola de no ser por Zayn y tengo tanto miedo de ser yo quien lo deje solo a él.

Me levanto a duras penas, sosteniéndome con mis rodillas temblorosas que me obedecen a regañadientes. La ventana queda demasiado en alto como para poder pasar entre los barrotes y salir, no hay manera de alcanzarla, soy demasiado baja para ella. La única puerta es por la que entré y dudo poder salir por ahí sin ser vista. Está demasiado oscuro así que no puedo analizar bien el lugar, opto por pegarme a las paredes, así además de mantenerme de pie más fácilmente puedo tentar la superficie y ver si encuentro algo que me sirva.

La pared está fría, pero no tanto como el suelo, me congelo con cada segundo qué pasa y me temo no poder aguantar si paso una hora más aquí. Mi cuerpo exige agua y asistencia médica ante tanto golpe que recibí de parte de Sean. Aún recuerdo sus palabras hirientes cuando jalaba mi cabello y mordía la piel de mi cuello. Esperaba que al verme inmóvil y sangrante se detuviera, pero no se vio contento hasta desgarrar mi ropa interior y lograr su primer cometido. Gracias a Dios me puso encima su camisa, de no ser así me encontraría aun más vulnerable de lo que ya estoy. Sacudo mi cabeza, aunque no podré olvidarlo quiero dejarlo de lado por ahora y concentrarme en salir de aquí a como de lugar.

Mis manos palmean cada rincón del lugar buscando, me asusto conforme llego al inicio sin encontrar nada pero afortunadamente antes de llegar, encuentro los bordes de un pequeño rectángulo sobresaliente de la pared. Me agacho y entrecierro los ojos, una vez acostumbrada a las penumbras de este lado de la habitación veo que se trata del ducto de ventilación. Me pregunto si podré quitar la rejilla con mis dedos, lo intentaré de cualquier manera. Me siento frente a esta y empiezo a buscar los bordes más sueltos y empiezo por ahí, si tiro lo suficiente, los tornillos pueden aflojarse así que tiro y tiro.

Los dedos comienzas a dolerme en cuestión de minutos por la insistencia y al desesperarme lo hago más bruscamente sin importar que me lastime, solo estoy impaciente por escapar. Cuando la siento más salida de lo que estaba, un ruido en la puerta me hace detenerme de golpe y alejarme para fingir mi inocencia. Si notan que estoy tratando de salir no se que me harían. Dudo que puedan hacerme más daño del que hicieron ya.

La puerta sigue haciendo ruidos extraños, sin embargo nadie entra, solo veo como gira la perilla, pero no abre. Como si estuvieran forzándola. Pasan segundos en los que lo único que veo es la insistencia en abrir la puerta, hasta que por fin se abre y mi corazón se para por un segundo al ver a Jack frente a mi, su frente suda, provocando que su cabello se pegue a ella. Y yo jamás había estado tan feliz de verlo.

INTENSITY | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora