Lian's Story: One-Shots (Vol. 1)

Estilo mercenario ⚠️ [+13]

Coloco advertencia +13 por el lenguaje utilizado (sí, otra vez jeje).

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Nishat

Muy bien, este es el trato: no voy a cubrir todos los detalles de todos mis años como forastero. ¿De acuerdo? Vive con eso, niño.

Así que, aquí está, lo más importante de mi pasado moralmente ambiguo, mentalmente inestable y cargado de insinuaciones. Desde la primera vez que la vida me rompió las pelotas, pasando por la primera vez que pateé traseros, hasta una tercera cosa que no puedo recordar en este momento.

Como cualquier otro imbécil como yo, probablemente tuve una infancia difícil que me llevó a mi carrera como asesino. Para empezar, mi manada era numerosa. Eran como putos conejos, por dios. Mi madre era sólo una de las tantas hembras de mi padre, y yo sólo otro de sus tantos cachorros. Pero era el peor de todos. Debo haber sido un verdadero dolor en el culo para mi madre, en más de un sentido.

La cosa es que un buen día llegó un malnacido así de macizo que retó a mi padre. Y ahí llega mi primer momento definitorio de la vida: el hijo de perra cagó a palos a mi padre hasta casi matarlo. El sujeto corrió todo lo que pudo arrastrando las tripas por un costado del cuerpo. Jamás volvimos a verlo. Supongo que murió cuando su intestino grueso quedó atorado en alguna rama. Al menos eso es lo que imagino. Y ahí las cosas empezaron a irse a la mierda. Golpe bajo, ¿no? Ya sabes, las infancias sanas son para aburridos.

Como sea, el nuevo alfa era un caliente de mierda. Y tú sabes lo que los machos hacen a los cachorros... así que antes de que me desollara y usara mi cabeza en alguno de sus fetiches, mi madre tomó la decisión de abandonar la manada. Empezamos a vivir de las sobras que ellos dejaban a su paso o de lo que ella misma cazaba, y ninguna de las dos cosas era mucho.

Como dije, era un dolor en el culo. Y aprendí eso mucho más rápido de lo que otros dolores de culo lo aprenden. Mi madre no podía seguir viviendo así por mucho tiempo, ¿sabes? No con una carga como yo. Así que un buen día decidí dejar toda esa basura y largarme por mi propia cuenta para ser un fracasado de mierda solitario. Era más joven que tú, en ese entonces.

No tengo ni puta idea de cuánto tiempo estuve dando vueltas como imbécil en la sabana. Pero sé que un buen día me encontré con otros solitarios como yo. Y de repente ya no era un fracasado de mierda solitario, ¡ahora había todo un grupo de incompetentes conmigo! Con ellos aprendí a robar comida, a pelear con sujetos que me superaban en todo sentido y a cortejar algunas chicas.

Eso último me gustaba de verdad. No preguntes a cuántas conocí, ya olvidé a la mayoría. Y si no me acuerdo, ¿realmente cuenta o importa? Pero estas gatitas tenían familia, y yo no quería una familia. Así que hacía lo que me venía en gana con ellas y me iba a los pocos días. Ahí aparecieron esos idiotas que dejamos atrás. ¡Y no te he contado la mejor parte! Cuando descubrieron que un forastero se había escurrido entre las piernas de sus leonas, atacaron a todo el grupo. Nunca había pateado traseros con tanto gusto.

Pero por muy divertido que suene, en realidad no lo fue. Nos expulsaron de sus tierras y los demás se molestaron conmigo, así que tuve que volver a viajar en solitario. Durante ese tiempo llegué a Las Praderas y conocí a tu hermana, pero como todo olía a basura me largué de ahí.

Mis años de adolescencia fueron una jodida locura. Entrenaba todo el día, comía lo que robaba y además viajaba tanto que las chicas nunca faltaban. ¿Sabes lo que es eso? Es la puta gloria, niño.

Esa etapa terminó cuando me gradué de asesino. Un día decidí que estaba hasta las bolas de aburrido y decidí volver a casa para hacer una visita. Imagina cuál hijo de puta estaba ahí. Una de mis hermanas me habló de cómo mamá había muerto intentando salvar a otro cachorro, y de cómo después de me huida ese cabrón había asesinado a todas las crías. Solo hice lo que cualquier otro hubiera hecho y le reventé al cráneo con una piedra de este tamaño. Y luego me fui a dormir. Desaparecí a la mañana siguiente.