LII

10 3 0
                                    

Fuego fatuo

Hoy he soñado contigo./
Te abracé y susurré a tu oído:/
"te echaba de menos, amigo"./

Porque ya no me arden los labios/
de no besarte, ni los brazos/
duelen por carecer de tu contorno;/
pero quema el corazón/
cuando callamos sin razón,/
cuando partes y añoro/
los momentos y lloro./

Me da miedo mirarnos a los ojos/
y ver verdad en tu rostro./
Averiguar que fui una aventura solo,/
que tus palabras eran óxido y no oro./

Tiemblo cuando pienso/
y decidí no pensar./
No puedo./
No puedo no tenerte,/
no puedo no llamarte,/
mas apenas puedo hablarte./

Este sueño es lo más puro,/
lo más sincero de latir despierto/
de insomnio y dolor de cuello/
y mis penas no llorar./

Pero mi pena cuelga rota,/
y supongo que no importa;/
al menos confesé en sueños/
que ya no te amo,/
aunque aún te quiero,/
que necesito tu consuelo y abrazo./

Lo irónico es que solo en oniria/
esto quedará como fuego fatuo./
Nunca sabrás que te extraño./

El jardín de los suspiros del ruiseñor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora