Good Morning

370 44 7
                                    

Sintió que durmió durante días cual oso invernando, se sentía muy bien, los músculos de su cuerpo estaban relajados y su mente despejada, ¿Cuándo había sido la primera y última vez que se había sentido de esa manera?, ni siquiera lo recordaba pero aquella sensación era increíble.

Abrió sus ojos cuando tuvo la necesidad de hacerlo y se encontró en una habitación ajena a la suya, la recorrió un par de veces y entonces recordó lo acontecido en la noche anterior, ¿Qué fue lo que sintió?, nada malo, no se sentía culpable ni mucho menos sorprendido, recordaba todo lo sucedido, le había gustado y lo disfruto.

¿Sera que ahora la vería de una forma diferente a como normalmente lo hacía?, tal vez no lo sabría hasta que ella entrara por la puerta e hiciera acto de presencia en la habitación, esperaba verla, puesto que dudaba de que haya salido a comprar, nada estaría abierto en pleno día navideño.

Con cuidado logro sentarse en la cama apoyando su espalda en el respaldo de la misma, fijo su mirada en el suelo y entonces localizo las prendas de ella junto a las suyas a lado de la cama, a excepción de su camiseta y el abrigo que llevaba puesto. Su cuerpo desnudo solo estaba cubierto por la sabana de la cama, dudaba en levantarse y no encontrarla, así que espero por ella.

A los pocos minutos se abrió la puerta de la habitación dejándola ver solo con su camiseta y abrigo puestos que le llegaban hasta las rodillas cubriendo su desnudez. Se veía más radiante que antes y cuando la tuvo a su lado de vuelta en la cama no dudo en rodearla con uno de sus brazos para apegarla a su pecho y besarle la frente.

—Buenos días, te ves muy bien hoy —murmuro—.

—Buenos días, eso se debe a que llevo puesta tu ropa, me queda mejor que a ti. -Fijo su mirada en las prendas que la cubrían y no puedo evitar reír.

—Lamentablemente no puedo negarlo, es más que cierto, tú misma lo has dicho —rió junto a ella—.

—He preparado el desayuno, ¿Gustas acompañarme? -Deposito un pequeño beso en una de sus mejillas.

—Con mucho gusto, solo deja me pongo mis pantalones y te veo en el comedor.

Ella asintió más que feliz y se levantó de la cama para salir de la habitación para que se tomara el tiempo que necesitaba para vestirse y hacer alguna otra cosa que fuera parte de su rutina mañanera.

Era navidad y esperaba a que saliera para sorprenderlo con los regalos que tenía especialmente para él. Mientras le esperaba se tomó el tiempo para servir y para pensar un poco en lo sucedido hacia un par de horas, estaba más que dispuesta de poder decirle lo que sentía.

Escuchó como la puerta de la habitación fue abierta dejando ver a un Nick semidesnudo acercándose a la mesa, no pudo evitar morder su labio inferior y tampoco pudo apartar la vista de él, se sentía atrapada en un maravilloso sueño, no deseaba despertar de él.

— ¡Feliz navidad! —exclamo en voz alta—

Corrió por los paquetes que tenían su nombre y los tomo para acercarse a él y entregárselos. Alcanzo la cámara y comenzó a tomar fotografías, Nick sonreía y con gusto se dedicó a abrirlos con paciencia; descubrió un lindo reloj, un libro llamado "Inteligencia emocional" de Daniel Goleman y otro más pautado.

—Esto es..., no me lo esperaba.-Sin más ser acerco para darle un fuerte abrazo. —Me encanta, muchas gracias.

Un par de fotos más y ahora era el turno de ella, realmente no deseaba recibir nada, el mejor regalo que pudiera tener era el tenerlo con ella en esos momentos, poder abrazarlo y de disfrutar de ese día tan especial.

Él se acercó a ella con dos cajas envueltas con un papel dorado con rojo muy lindo ante sus ojos. Le hizo entrega de estas y ahora ella era quien era fotografiada mientras desenvolvía sus regalos; era una fotografía enmarcada de ellos dos junto a Mitch y un hermoso collar en forma de corazón con una pequeña piedra azul como el de sus ojos.

—Son hermosos, me encantan, pero no debiste...-Fue interrumpida—

—Te dije que cuando reuniera el dinero suficiente, seria yo mismo quien te invitaría algo y te regalaría algo especial en forma de agradecimiento por todo lo bueno que has hecho por mí —sonrió—. Y he comenzado a cumplirlo, solo hace falta invitarte a un lugar especial.

—Creo que el invitarme a un lugar especial ya lo cumpliste —respondió—. Cuando me llevaste al restaurante de Maggie por primera vez.

—Eres la mejor persona que he podido conocer en mi vida y en verdad mereces que te lo demuestre correctamente.

—Entonces eso lo dejare en tus manos, pero quiero que recuerdes que a donde vayamos será especial porque estaremos disfrutándolo juntos.-Ella se acercó a él para abrazarlo.

El no dudo en rodearla con sus fuertes brazos y dejarle un par de besos pequeños sobre su cabeza. Ambos suspiraron ante el contacto tan cálido que compartieron, se sentía bien pero al mismo tiempo el no parecía tan seguro de eso, algo lo detenía de aceptarlo.

Entonces se separaron solo un poco para poder verse a los ojos, suspiraron y poco a poco comenzaron a acercarse. Cuando estuvieron a punto de rozar sus labios el la detuvo colocando sus manos con firmeza en sus hombros, ya no la abrazaba. La estaba rechazando y ella lo entendió al instante.     

Pero a pesar de eso, todo había sido un momento especial para los dos. Cuando terminaron fueron a la mesa para sentarse y disfrutar del desayuno. Ella esperaba encontrar el momento adecuado para hablar con él pero de alguna manera esperaba que Nick tocara el tema para decírselo pero no pareció interesado en tocarlo, por lo que prefirió callar y actuar como si nada, no deseaba arruinar lo bueno que estaban teniendo esa mañana.  

Tal vez ese no sería ni el día ni el momento indicados para hacerlo. 





Nota de la autora:

¡Bienvenido seas lector!, espero y te haya gustado esta quinta parte, algunas mas se vienen, agrega la historia a tu biblioteca, vota y comenta.
Agradecería también si me siguieras, de igual forma voy a seguirte.

After LeavingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora