You and Me

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Maldito, maldito, se repetía una y otra vez en su cabeza, había olvidado decirle lo que sentía por ella, ¿Qué podría hacer?, cuantas veces no se había presentado frente a la chica para decirle el típico "Tenemos que hablar" y siempre terminaba por arruinarlo al no decir lo que quería y lo reemplazaba por palabras hirientes y sin sentido alguno.

Había pasado una maldita semana y no sabía nada de ella y no se atrevía a preguntarle a Mitch porque dudaba que con todo el gusto del mundo se lo soltara con facilidad. Quiso preguntar a Alice pero ella no lo recibió con ningún gusto, lo único que obtuvo de su parte fue que le lanzara una bolsa de sobras de su almuerzo.

Estaba desesperado por encontrar una manera de presentarse ante ella y soltar todo lo que estuvo reprimiéndose por tanto tiempo. No sabía cuándo se iba o si se había ido como poder contactarla e ir hasta donde ella se encontraba para decirle que realmente la amaba en la manera en que ella siempre espero que lo hiciera.

—De acuerdo, te diré todo lo que necesitas saber porque no soporto el tener que ver a ella y a ti de esta forma, sufriendo por el otro por algo que es más que obvio pero que tú por imbécil no logras decirlo de una maldita vez.

A veces no soportaba a su mejor amigo por ser tan sincero con él, pero no podía levantarse y reclamarle cuando siempre tenía toda la razón, parecía como que a Nick Vaughn le encantaba la emoción y el drama para hacer su vida más interesante.

Ambos hombres se encontraban en el departamento de Vaughn que se estuvo negando a salir como acostumbrada antes para tocar música o salir por ahí con Mitch o para comer algo con Maggie. Ella siempre lo llamaba para reprocharle la mala e incompleta manera en que decidió expresarse con ella.

—Primero y antes que nada, guarda silencio y no quiero que me interrumpas y espero que sigas al pie de la letra todas y cada una de mis instrucciones —lo miro—. Perfecto, este es el plan...

Por otro lado ella estaba en su departamento sacando las últimas prendas y objetos preciados de sus cajones para guardarlos en sus maletas. Ya había pasado una semana desde que le había dicho a Emilia y a los demás de la editorial que aceptaba la propuesta y la despedida fue tan linda y acogedora hasta que Nick hizo acto de presencia y termino por hacerla llorar en el camino a casa.

¿Estaba mal que esperaba mucho de él?, tal vez sí. No quería obligarlo a decir cosas que no sintiera en verdad, por una parte agradecía que se disculpara y fuera sincero con ella, pero sentía que algo faltaba entre todas aquellas palabras que le dijo al disculparse.

La hizo sentir triste, más de lo que ya estaba, ¿Qué se le iba a hacer?, nada, ya era momento de dejarlo atrás e ir hacia delante, olvidarse de todo y concentrarse en algo que realmente valiera la pena y que tarde o temprano comenzaría hacerla sentir tan feliz y satisfecha consigo misma.

Todos esos días los aprovecho para guardar sus cosas y llamar a su familia para darles la gran noticia. En el fondo temía que sus padres rechazaran todo eso, pero a cambio de ello termino por estar sorprendida al escucharlos tan emocionados y gritándole que no lo pensara y que lo hiciera.

Los amaba tanto, agradecía que no lograran notar en su voz que estaba mal por cosas estúpidas, hablar con ellos la hizo fuerte y la lleno de tanto valor que ahora pareciera como si no lo sintiera tanto como al principio de toda su desgracia.

Sobre su cama solo estaba la ropa que usaría el día de mañana, el día en que finalmente se iría acompañada de Mitch, Alice, Emilia y algunos de la editorial para despedirla. Aún mantenía guardado el segundo boleto esperando que alguien se ofreciera a ir con ella, pero nadie aparecía.

—Tengo que dejar de esperar algo de alguien que ya no está para mi...—suspiro—. Nada es justo y preciso a la primera, solo es cuestión de dejar de buscar y esperar algo más allá de lo que puedan darme lo demás. No sé cómo maldita sea haré para olvidarlo, pero solo sé que tengo que hacerlo por mi bien y por el suyo, no debo causarle remordimiento ni tampoco preocupación. Y no debo buscarlo para dañar todo lo bueno que tenga por pensar en cómo me siento.

After LeavingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora