El bendito fin de semana había pasado. Había sido tan rápido que ella no podía creerlo hasta que ya se encontraba en el taxi que tomaba cada mañana para dirigirse a su trabajo. El tiempo se terminó y ya su decisión tomo. Tanto Alice como Mitch ya sabían lo que decidió, y ese mismo día iría con Emilia para hacerle saber la respuesta a su propuesta.
Pensándolo bien, volver a iniciar en un lugar lejos y diferente no sonaba tan mala idea para ella, sus amigos tenían razón, y quien sabe, tal vez además de dedicarse a ese curso por su trabajo podría dejar un pequeño espacio para salir con alguien y darse el permiso de alguna relación.
Pero ese lunes necesitaba liberarse de todo lo que le atormentaba. Y entonces bajo de su transporte en aquel lugar que había dejado olvidado por tanto tiempo. Espero lo suficiente hasta que le dieron el paso y cruzo al otro lado, se sintió tan extraño pisar de nuevo por ahí, pero no le impidió continuar.
Pequeños recuerdos pasearon por su mente, tan hermosos y preciados, esperaba nunca olvidarlos. Se sentía como el primer día en que camino por todo ese lugar.
Creyó ver a las mismas personas de ese entonces que al verla la saludaron sonrientes. Probablemente ellos la recordaron y les dio gusto volver a verla después del tiempo transcurrido desde esa vez.
Caminaba firme y con la frente en alto. Esquivaba personas para evitar chocar con ellas; saludo sonriendo con amplitud a Mitch quien no la rechazo y respondió correspondiéndole con otra sonrisa. Se detuvo para observarlo.
En ningún momento durante su caminata ignoro la música que salía de esa trompeta, con una de sus manos tomaba aquellos veinte dólares entre sus dedos tibios y entonces lo hizo, se dio la vuelta y los deposito sobre aquel lindo estuche y entonces se retiró sin dar marcha atrás y sin explicación alguna.
Saludo a la recepcionista y entonces subió al ascensor, lo primero que planeaba hacer era ir hasta la oficina de su jefa para darle la respuesta que tanto esperaba.
¿Qué habrá pasado con Nick y Brooke aquel fin de semana?, él estaba solo esa mañana, distraído y sin ganas de hablar con alguien, ¿Habría descubierto las verdaderas intenciones de Dalton?, nadie lo sabía, más que Mitch, que a pesar de ser tan cercano, demasiado para su gusto con la joven Oldman aún mantenía su amistad.
Su aspecto era descuidado y todo el mundo que ya lo conocía parecía notarlo porque al verlo lo miraban con lastima y pena. Ese hombre tan carismático, sonriente y alegre no estaba presente ese día, en su lugar estaba uno distante que evitaba mirarte a los ojos y reprimía sus hermosas sonrisas relucientes. Sus hermosos ojos diamante no brillaban.
Ni siquiera espero a la hora del almuerzo para retirarse y descansar, no, solo toco una hora de música y se retiró para ir al restaurante de Maggie, su fiel consejera y casi su madre, no había momento en que ella le reprochara como su mejor amigo el ser tan tonto como para dejar a ________ por alguien que se fue dejándolo roto y que volvió para pasar el rato por unos cuantos días.
— ¿Cuándo será el día en que abras los ojos y dejes a esa mujer?, te tiene loco y solo te hace hacer y decir tantas tonterías. Dejaste a tus mejores amigos por ella, te sacrificas tanto para darle todo, ¿Y ella que te ha dado?, solo atención que no dudo que también se lo dé a su esposo de la misma manera en que lo hace contigo.
Esa era Maggie quien dejo una taza de café junto a unas galletas frente a él, estaba molesta, pero su molestia no le impidió sentarse para estar cara a cara el joven con sus brazos cruzados y con esa mirada asesina.
Escucharla le provoco soltar una risa llena de sarcasmo mientras negaba un poco con la cabeza, al mismo tiempo en que sacudía su cuchara para revolver su café.
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After Leaving
FanfictionÉl es un músico de jazz frustrado que adora estar entre las calles de la gran manzana tocando su trompeta. El único tipo de pago que acepta a cambio es ver la felicidad plasmada en el rostro de las personas y verles bailar sus composiciones. Él es f...