Capítulo 6

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Me desperté y eran las 7:50. ¡Esperen! , ¿¿¿¡las 7:50!???? Faltaban 10 minutos para empezar las clases y yo seguía en la cama! Me levanté lo más rápido que pude, me labe los dientes, me vestí y salí corriendo sabiendo que se me habia pasado el bus.

Llegue muy tarde a clase y lo último que quería era recibir una bronca de parte de la maestra, pero no podía perderme otra clase, ya que llevo muy poco tiempo aquí y no quería dar una mala impresión a los profesores.

-Señorita, llega tarde- dijo la profesora muy molesta.

-Lo siento mucho, no se repetirá.- dije cabizbaja notando la risa de una chica que más bien parecía una barbie.

-Eso espero, ves a sentarte un tu lugar.

Me fui y me senté en el único lugar vacío del salón, al lado de una chica que no habia visto en mi vida en esta clase.

-Hola, Soy Rebeca y hace poco me mude aquí y ¿tu?- dijo extendió su mano en form de saludo.

-Soy Aida y también me mude hace poco por problemas que tube.

-Encantada, espero que seamos amigas- me dio una sonrisa que si no hubiera pasado por lo que pasé, diría que es una sonrisa sincera y verdadera.

-Si, eso espero yo tambien- le respondí no muy convencida de le dije.



En el almuerzo Rebeca se sentó conmigo y aunque no le tuviera tanta confianza hablámos de todo como si fuésemos mejores amigas desde siempre.

-¿De verdad que te gusta la pizza con piña?- dije entre risas.

-Si tía, cuando se lo cuento a la gente ponen una cara- me respondió riendo- si esa cara, la que estás poniendo ahora mismo.

Me rei tanto que no me di cuenta de que alguien me estaba mirando fijamente. Era el chico de la cafetería/pizza y estaba cogiendo de la cintura a la"barbie".

Estaban sentados en una mesa apartada con el grupo de los populares. Le sonreí y él me correspondió con el mismo gesto. En ese momento la chica me miró con un mirada fría y se acercó a mí echa una furia.

-Que sea la última vez que mires a mi novio,vale?-  dijo muy cerca de mia. ¿Se pensaba que me estaba intimidando? JA, nadie me volvera a intimidar.

Me levanté, cogí mi vaso de zumo de naranja y se lo tire en la cabeza, cogí mi mochila y salí como una diva por la salida.

Nunca en mi vida habia quedado tan bien saliendo de una cafetería, pero el glamour no duró mucho porque la "barbie" vino por detrás y me cogió del pelo. Yo  le di una bofetada en la cara y le estire de sus extensiones quedandome con la mitad en las manos. Note unas manos en mi cintura alejándome de esa.

-¡Sueltame! dejame enseñarle a esa perra con quien se ha metido- dije intentando zafarme, y lo unico que recibi como respuesta fue una risa ronca.

-Creo que después de esto ya sabe quien eres- me voltee para ver quien era, y era nada más y nada menos, que el chico de la cafetería.

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MI CARTERO DE LAS ROSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora