Tal Vez En Otro Tiempo. /Sasunaru./Yaoi.

Capitulo 1. Agua Y Aceite.

Y ahi estaba yo en el estupido horfanato, sentado solo-como siempre- sin hablar con alguien, solo tenia tres amigos a los que consideraba amigos reales, casi hermanos, los conosco del instituto al cual voy. Hoy me harian una entrevista lo que es es raro ya que ami edad es casi imposible que se interescan en adoptarme. No queria que me adopten, hace una semana murieron mis padres, no estoy listo jamas lo estare.

Me vesti lo mas formal que pude, estaba algo nervioso, como se supone que es vivir con unos desconocidos, o como es posible que unos completos raros me quieren adoptar, ni me conocen.

-Ya estan aqui..-Susurro alegremente Sofia la dueña del horfanato. Trague grueso, los nervios me invadieron.

Entro un hombre alto de cabellos azabaches, piel morena, ojos obscuros, parecia muy serio y estricto. Venia acompañado de una mujer de mi estatura tambien de cabello obscuro a la mitad de la espalda, ojos obscuros pero menos que el hombre, piel blanca y parecia ser muy amable.

-¡Hola!.-Dijo alegre la mujer.

-H-hola.-Trate de sonreir.

Me hicieron algunas preguntas, mis gustos, amigos, cualidades, entre otras cosas.

-¿Que te gusta practicar?.-Pregunto el señor que por apellido llevaba Uchiha.

-Artes marciales.-Sonrei un poco.-Soy bueno en eso, y si empece a practicar eso fue por que, como soy algo bajo de estatura se les hacia facil golpearme y tenia que defenderme.

La mujer llevo sus manos a su boca como si le estuviera contando la peor historia de el mundo. Por un momento me recordo a mama. Dramatica.

-Oh lo siento tanto cariño, esa historia es tan triste.-Hizo una mueca triste.-Me alegra que hayas tomado esas clases.-Sonrio ampliamente la señora Uchiha que llevaba por nombre Mikoto.

-Bien, nos has impresionado.-Dijo el señor Fugaku.

-Amor, tenemos que llevarlo a casa a los chicos les agradara mucho.-Parecia que moria de emocion.

Sonrei falsamente, pero al parecer ellos la creyeron. Aceptaron adoptarme, mierda esto es lo que provoca la maldita lastima. Despues de mucho papeleo ya podrian llevarme a casa. Sofia queria despedirse de mi asi que nos dejaron un momento a solas.

-Pequeño rubio.-Me abrazo.-Espero que te vaya muy bien!.-Parecia que iba a llorar.

-¿So-sofia esta bien?.-Pregunte confundido.

-Si, es solo que te extrañare pequeño rubio.-Le callo una lagrima. La señora que rondaba entre los cuarenta a pesar de que solo dure dos semanas ahi, le agarre confianza, ella me apoyo con la muerte de mis padres cuando nadie-a excepcion de mis amigos-lo hizo.

-Yo tambien la extrañare, tratare de venir para visitarla.-Sonrei.

-Si, aqui estare.-Me volvio a abrazar y yo le correspondi.

Despues de unos minutos ya estaba montado en el auto-muy lujoso por cierto-de los señores Uchiha. Me dirigia a mi nuevo "hogar" con mi nueva "familia", tks que familia ni que ocho cuartos. Ellos no son mi familia!, mi familia esta muerta! y yo tambien lo estoy. Ellos pueden ser solo personas que tratan de "ayudarme" pero que no se comparen con mis padres, que jamas los alcanzaran. Tal vez no eramos ricos, pero tampoco pobres, viviamos bien y habia mucho amor. Joder! como extrañaria eso.

Llegamos a una enorme, realmente enorme mansion nada humilde, bajamos del auto y me invitaron a pasar.

-Buenas tardes.-Dijo un hombre formalmente dando la bienvenida.

-Buenas tardes.-Respondio amable Mikoto-San.

-Un gusto en conocerte, soy Hatake Kakashi, tu consejero personal.

¡Genial!, tendria un consejero que ni si quiera se deja ver la cara por esa mascara que le tapa mas de la mitad de la cara.

-El gusto es mio.

-¡¡Chicos bajen!!.-Grito fuerte Mikoto-San.

Bajo un chico un chico alto, de cabello morocho, ojos negros, cabello largo hasta la mitad de la espalda.

-Hola, soy Itachi Uchiha.-Sonrio.- Bienvenido.

-El sera tu hermanastro mayor.-Dijo Fugaku-San.

-Gracias, un gusto.-Trate de sonreirle.

Bajo otro chico un poco mas bajo que Itachi pero mas alto que yo, delgado de cabello onix, ojos negros, se veia muy serio y apesar de que era algo lindo tanto que me dio envidia, parecia tan amargado.

-Tu eres Naruto, ¿cierto?.-Dijo serio.

-S-si, un gusto.-Le sonrei.

-Mm..Sasuke, ojala pudiera decir lo mismo, pero para mi no es un gusto.

Desde ese momento supe que nos llevariamos mal, chocariamos, nos odiariamos, contrarios, como agua y aceite.