i'm fine - yoongguk

다섯

Ggukie ya había despertado y estaba jugando con él a verdad  o reto.

—¿Verdad o reto, Hyung? —Me miró con sus lindos orbes cafés obscuro.—

—Verdad. —Lo miré sonriendo y acariciando su cabello.—

—¿Cuantas parejas ha tenido?

—Ninguna, bebé. —Él se sonrojó levemente a lo que yo reí.— ¿Verdad o reto?

—Reto —Aplaudió emocionado. Parecía un niño. Mi niño.—

—Te reto a que me des un beso. —Me agaché y señalé algo cerca de mis labios.—

JeonGguk se sonrojó y sentí sus labios rozar en donde había señalado pero moví un poco mi cabeza haciendo que ambos labios se fundieran en un beso. Acaricié su mejilla y sentí como él tímidamente correspondía al suave beso en el que estábamos.

Tal vez era algo pronto, pero era algo que quería hacer desde que vi al pequeño de ojos de bambi, mordí con suavidad su belfo inferior y me separé suavemente mirando sus bellos luceros.

Su rostro estaba moreteado por lo que lo acaricié, como si mis suaves caricias deshicieran el daño que le hicieron a este pobre ángel.

—JeonGguk-ah, quiero que cuando salgas de aquí, vivas conmigo. —Besé cortamente sus labios.—

Me miró con un pequeño brillo de ilusión en sus ojos y asintió abrazándome a lo que yo correspondí.

—M-Mi papá..

—¿Uh?

—Mi papá fue quien..me hizo esto..

Entrecerré mis ojos pensando en lo que me decía y estaba demasiado confundido.

—É-Él..desde que murió mamá se hizo un hombre demasiado frío y serio, casi siempre llega borracho a casa y cuando se siente enojado, se desquita conmigo. Creo que esta vez..lo hice enojar más..

—Ggukie, te encontré casi muriendo, definitivamente no regresaras ahí, te compraré todo lo que necesites, ¿sí?, sólo no quiero que te hagan daño, pequeño lucero.

El chico entre mis brazos comenzó a temblar mientras sollozaba por lo que acaricié su suave cabellera con mucho cuidado para que se tranquilizara. Alcé su carita y dejé suaves besos por su rostro para después limpiar las lágrimas.

—¿Porqué lloras?

—Estoy asustado, tengo miedo de que papá nos haga algo, pero a la vez estoy feliz de poder salir del infierno en dónde he vivido.

—Te mereces eso y mucho más, cielo.

Volví a besar sus labios de forma tierna, siendo correspondido al instante.

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