Lo malo de la muerte es ese llanto,
no el de los que se quedan;
a esos, la misma vida
les devuelve la risa poco a poco.
Hablo de los que parten.
Yo pude ver en sueños
lo malo que es morirse.
Te la pasas llorando todo ese tiempo,
todos cruzan llorando por tu lado,
nadie da consuelo
porque nadie lo tiene,
y pasamos sin ver a los que amamos
y ellos igual… sin vernos.
Nada de bienvenidas,
no se hacen preguntas;
la palabra es el llanto.
Llegas
a ese lugar que no se sabe donde
queda ni lo que es,
ligera, como en vuelo,
sin venir de algún sitio
ni andar a otro,
ni estarse en paz.
Llorando.
Así es la muerte:
sin besos, sin abrazos,
sin odio, sin amarse,
llorando todo el tiempo.