Leche de fresa [2jae]

08

La mamá de Jaebeom fue a darle las buenas noches como siempre solía hacerlo.

Todo estaba bien o eso parecía.

— ¿Qué pasa? — le pregunto a su hijo quien se veía con una cara de preocupación.

— Nada — susurro Jaebeom pero al ver de nuevo la mirada de su mamá decidió hablar — Bueno, si pasa algo.

— ¿Quieres hablarlo? — pregunto ahora y el menor asintió.

— Es sobre Youngjae — empezo a hablar — Siento que algo cambio entre nosotros.

— ¿Por qué sientes eso?

— Cuando éramos pequeño solíamos jugar y yo solía hacer prácticamente todo lo que me pidiera porque era muy molesto que llorará, y cuando estaba todo el día pegado a mí era molesto, incluso a veces me alegraba cuando se iba.

— ¿Y ahora? 

— Cuando estoy con él, me siento... como el chico más feliz del mundo — hablo fascinado, recordando aquellos sentimientos que le provoca su pequeño — Siento mi corazón cálido con solo verlo, quisiera abrazarlo, por él sigo haciendo prácticamente lo que me pida porque el solo hecho de imaginarlo triste me deprime.

— Esos son grandes sentimientos para un niño tan pequeño — dijo su mamá sorprendida.

— ¿Sabes qué es, mami?

— Lo sé — dijo picando la nariz y haciéndolo reír — Pero dejaré que tú lo descubras solo, eres un niño muy listo y sé que los descubrirás pronto.

— ¿Segura? — pregunto, haciendo una mueca.

— Segurisíma, y quiero que sepas algo — comenzó a decir ahora seria— Cualquiera que sea la respuesta yo siempre te apoyaré, eres mi hijo, mi pequeño Jaebum.

— Gracias mamá — le dijo, un poco confuso, pero acabando su plática con una fuerte abrazo que siempre lo hacía sentir amado.