Han pasado 5 años desde la partida de Megan. Con el tiempo aprendí a sobrellevarlo, me centré en mis estudios y en sacar mi vida adelante, conseguí un trabajo como cajera en una cafetería cerca a mi apartamento y los jueves y sábados en la noche trabajo como auxiliar de cocina en un hotel.
* * *Sábado, 28 de agosto, 6:30 pm.
Acabo de salir de trabajar y me dirijo a la plaza principal; recuerdo que me encantaba venir aquí con Megan, comprábamos helados y nos sentábamos en una banquita cerca de la fuente a platicar.
-¡Melanie!, ¿cómo has estado cariño?
-Buenas tardes señora Park, he estado bien, gracias.
-¡Tanto tiempo! ¿Megan no se encuentra contigo?
Rápidamente todo vuelve a mi mente, la despedida, sus abrazos... E instantáneamente, una lágrima recorre mi mejilla derecha.
-Ella... Se fué, se mudó hace 5 años.
-Ohhh, lo lamento, ustedes eran tan especiales juntas. Y bien, ¿qué vas a querer hoy?
-Un helado de queso, por favor.
El helado de queso era el favorito de Megan
Tal y como solíamos hacerlo antes, me senté en aquella vieja banca cerca de la apagada fuente. Ya nada era igual, la fuente dejó de funcionar y Megan ya no estaba conmigo.
Después de terminar mi helado decido caminar un poco por la plaza, para despejar mi mente. Cuando de repente a lo lejos distingo una figura conocida, que poco a poco se acerca a mi.
-¿Melanie?, ¿Melanie Díaz?
-¿Tobías?
-¡Vaya!, ¡cuánto tiempo!, oye...¿te parece si te invito a un café cerca de aquí?
-Está bien.
* * *
-Y, cuéntame Melanie, ¿cómo has estado?, ¿has sabido algo sobre Megs?-dice el castaño mientras le da otro sorbo a su café.- He intentado comunicarme con ella, pero ha sido imposible.-continúa.
-He estado bien, me he centrado en mis estudios y me ha ido bien. Y no, perdí el contacto con Megan un par de meses luego de mudarse-Respondí con una expresión triste en el rostro.
-Debes extrañarla
-No te imaginas cuánto
-Yo también lo hago-Agregó Tobías mirando al suelo.
-Todos lo hacemos, Tob.-así solíamos llamarlo en nuestra época de la universidad.- Desde que Megan se fue, la vida de muchos cambió totalmente.
Estuvimos hablando otra hora más hasta que avisó que tenía que irse a trabajar.
-Bien, debo irme, llegaré tarde al trabajo.-avisó Tobías ya levantándose de la mesa-Un placer haber hablado contigo.
-Oh, está bien, igualmente.
* * *
No pude evitar pensar en Megan toda la noche; el haber visto a Tob me trajo muchos viejos recuerdos. Extraño a Megan; a veces cuando no tengo trabajo y mi mente está despejada, suelo pensar en ella, suelo preguntarme en cómo luce ahora, en si me habrá olvidado o me extraña como yo a ella, suelo preguntarme en si está cumpliendo sus sueños y algunas cosas más.
* * *
Martes,28 de septiembre, 10:00 am.
-Buenos días, ¿qué desea ordenar?-Pregunté como de costumbre a la nueva cliente que acaba de entrar.
-Hola, por favor un sándwich de jamón y 2 capuccinos para llevar.
Esa voz...¿por qué se me hace tan familiar?, siento que la he escuchado antes.
-Por supuesto, necesito su nombre y en seguida le entregamos el pedido.
-Megan Martínez, disculpa...¿se demora mucho? Es que tengo prisa.
¡Megan! Es ella, ha vuelto, por fin.
Vestía un vestido negro corto junto con unas medias de malla del mismo color, calzaba unos botines altos de color café oscuro, y por último, llevaba un sombrero negro. Ahora está más cambiada, se pintó el cabello de color violeta, creció y adelgazó un poco, se hizo un pequeño tatuaje en el brazo y también un piercing en la nariz, ya no tenía brackets y su sonrisa era perfecta.
-¿Megan? ¡regresaste! No te imaginas cuánto te extrañé- dije con los ojos acuosos y una gran sonrisa en el rostro.-Disculpa, ¿te conozco?- respondió algo confundida.-A lo mejor me confundes con alguien más porque yo estoy completamente segura de que nunca antes te había visto.
Sentí que el mundo se me venía encima. Debía ser una broma.
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Nunca me olvides.
RandomAsí que la abracé, tan fuerte como pude e intentando no llorar, le dije: -Nunca me olvides, por favor.