Los Seis Elementos

CAPITULO CUATRO: EL LIBRO

Durante el resto de la mañana no paré de darle vuelta. ¿Significaba algo? Y si fuera así ¿el qué?

Al salir de calase me fui directo para casa, intenté no darle más vueltas pero era imposible. Algo en mi cabeza me decía que faltaba algo, algo que me hiciera dar cuenta de por qué esos sueños tan idénticos.

Al llegar a casa posé mi mochila y me dirigí a la cocina mientras sacaba del bolsillo del pantalón el móvil. Abrí el cajo de la mesa y saque la propaganda de la hamburguesería para llamar y pedir la comida. Mientras esperaba me puse a ver la tele. No había nada decente. Casi todo era cotilleo hasta que encontré un canal donde estaban poniendo los Simpson.

Media hora después picaron al timbre. Fue rápidamente a abrir ya que seguramente era el repartidor. Me puse a despejar la mesa del salón para poder comer rápido, estaba hambriento. No había merendado en el recreo y el esperar media hora a que te traigan la comida no ayudaba mucho la verdad.

En la tele ya no estaban echando los Simpson por lo que cambie de canal, busque haber si había algo interesante. Me pare en una de dibujos, porque estaban echando Sooby Doo, me encanta, es una de mis series favoritas. Mientras veía la tele y a punto de acabar de comer, a mi cabeza vino una imagen "el libro". me quede quieto, sorprendido. El libro. Puede que el libro tuviera la culpa de los sueños raros. Puede que en él estuviera la solución. Termine lo que me quedaba de hamburguesa y me puse a buscar el libro. Después de un buen rato buscándolo me acorde de que el libro lo tenían ellas. Así que corrí al ordenador y me conecte al Messenger. Al abrir sesión vi a Ailén conectada, así que hable con ella y pregunté por el libro. Ella me conto que no tenía el libro, que se lo había dado a Sandra y que seguramente lo tendría ella. Busque entre los contactos que estaban conectados a Sandra para preguntarle por el libro. Sandra siempre estaba conectada al Messenger pero dio la casualidad que ese día, cuando la necesitaba, no estaba conectada.

Mientras esperaba a que se conectara, le conté a Ailén lo que se me había pasado por la cabeza sobre el libro. Sobre las seis de la tarde se conecto Sandra y corrí a hablar con ella y preguntarle por el libro. Ella me dijo que lo tenía y que estaba a punto de tirarlo. Le dije que con nerviosismo que no lo tirara, que me lo diera. Así que al día siguiente me lo llevaría para dármelo.

"

Sandra: ¿para qué quieres el libro?

Yo: para tenerlo de recuerdo.

Sandra: pero si no vale para nada, esta está una mierda.

Diego: me da igual, quiero tenerlo de recuerdo, además tiene dibujos chulos que puedo usar.

Sandra: okey, pues mañana te lo llevare a clase. "

Cerré sesión y me fui a hacer los deberes. Al terminar los deberes me conecte al Facebook. Estaba Ailén conectada. Y después de unos minutos en línea me escribe.

"Ailén dice: ¿consigues hablar con Sandra?

Yo: si, al final se conecto sobre las seis. Y me va ha llevar el libro mañana.

Ailén dice: ¿Le dijiste el por qué de que lo querías?

Yo: no, le dije que era porque lo quería tener de recuerdo y que había algún dibujo que podía usar para pintar. No quiero decirle nada porque seguro se burlara y no me creerá.

Ailén: bueno anda. Mañana saldremos de dudas con el libro.

Yo: si, eso espero. "