Capítulo 1: Pasado.

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- Por favor no dejes que me lleve, quiero quedarme contigo. - Dijo apenas Arien entre sollozos. Desde que su padre le dijo que se irían a otro país por su trabajo, él salió corriendo hacia la casa de su mejor amigo, quién era su vecino. Pensaba que lo ayudaría a convencer a su padre de que no se fueran.

- Lo siento Arien, pero no puedo hacer nada. - Warren miraba con tristeza a su mejor amigo, le dolía verlo tan triste y que él no pudiese hacer nada. - Hey, ¿Recuerdas cuándo te salvé de aquella terrible y enorme rana? - Le preguntó para cambiar el tema y aligerar el ambiente. Arien asintió.

Flashback.

- ¡Ayuda, quiere comerme! - Gritó el pequeño Arien mientras estaba pegado a un árbol tratando de que la enorme rana no se acercara más a él, pero estaba acorralado, la rana estaba a solo dos saltos de él.

- ¿Qué sucede? - Preguntó Warren cuando llegó corriendo hacia el pequeño niño que gritaba pidiendo ayuda. Vió a la rana que amenazaba con saltar hacia su pequeño amigo. - No temas Arien, yo te salvaré. - Sonrió para después ahuyentar la rana golpeando el césped con su pie fuertemente y funcionó, la rana se fue. - ¿Estás bien? -

- Ahora lo estoy, gracias por salvarme Warren, eres como un príncipe, me salvaste de la horrible bestia. - Arien lo abrazó y le besó la mejilla con dulzura.

- Yo siempre te salvaré de cualquier cosa que quiera lastimarte Arien. - Lo abrazó.

Fin del flashback.

- Te dije que te salvaría de cualquier cosa que quisiera lastimarte, lo haré siempre. Prometo que cuando seamos mayores iré por ti, hablaré con tu padre y le pediré permiso para que pueda ser tu príncipe. - Le sonrió dulcemente mientras tomaba sus pequeñas manitas. - Ve con tu padre y promete que no me olvidarás, que esperarás por mí y cuando vaya a buscarte, estarás aún más hermoso. - Arien aún con lágrimas en los ojos suspiró y asintió, no es como si él entendiera a la perfección a lo que se refería Warren, tan solo tenía cuatro años y Warren seis, eran unos niños inocentes y amaban sin darse cuenta de lo que la promesa que hicieron conllevaba.

Arien regresó a su casa y cuando entró, su padre tenía todo listo, la casa estaba totalmente vacía, era demasiado triste verla así. Corrió a los brazos de su padre, quién lo recibió sonriendo.

- Es hora de irnos Arien. - El pequeño Arien asintió y salieron juntos al auto que los estaba esperando ya.

- Te quiero Arien, por favor no me olvides. Recuerda la promesa que hicimos, te buscaré cuando seamos grandes y seré tu príncipe. - Le gritó Warren mientras miraba como caminaban hacia el auto. Por su parte, Arien enterró su rostro en el cuello de su padre y antes de subir al auto miró a Warren por última vez, levantó su mano y le dijo adiós, mientras la lágrimas no paraban de salir. Warren se hizo el fuerte y contuvo las lágrimas hasta que el auto desapareció, entonces fue a su casa y lloró en los brazos de su madre.

thank u - (Gay). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora