El compromiso

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En la corte de versalles, en Francia 

Encontramos al Rey Luis IVX de Francia sentado  en su despacho, firmando decretos pendientes, cuando escuchó que alguien tocó a su puerta .

- Adelante- Dijo Rey.

-Alteza, ha llegado esta carta de parte de los emisarios Indo-Musulmanes. Dijo el marqués de Louvois, Michel Tellier (ministro del rey) Dijo en tono emocionado, al mismo que le entregaba la carta y hacia una reverencia.

-Por fin después de un año de persistentes insistencias el viejo sultán dio su mano a torcer y accedió a todas mis condiciones sin rechistar además de la firma de la bula matrimonial por parte de la princesa Almira. Dijo el Rey leyendo la carta y colocando la  sobre el escritorio. Dijo el Rey, con una enorme sonrisa en el rostro.

 - ¿Sabes lo que esto significa,  Michel?-preguntó el Rey al marqués de Louvois.

-Que el Imperio Indo-Musulmán será el mayor vasallo de Francia. Respondió el marqués con tono expectante.

-Claro, pero también significa gracias a la anualidad que me enviaran y el diez por ciento de sus ganancias, el uso de su ejercito  por fin tendremos dinero para financiar futuras guerras y poder así conquistar toda Europa, Asia y África. Dijo el Rey con una maquiavelica sonrisa 

- Es usted un hombre tan sabio, y no cabe duda que que dios lo invistió de un poder infinito para conquistar el mundo.  Dijo el marqués embelesadamente.

- Lo sé marqués, ahora hazme el favor de traer a mi hermano, Jean Philipe, Duke de Orleans  ante mí para darle la buena nueva. Respondió el rey con aire de superioridad. 

- Si majestad, en seguida. Dijo el Marqués que hizo una reverencia y salió del despacho del Rey.

En la biblioteca del castillo de versalles 

Encontramos a Jean Philipe, Duke de Orleans sentado en el sillón frente al ventanal  que daba al gran jardín real, leyendo la biblia, porque (según él) iba a tomar los hábitos y se volvería monje. Solo esperaba el consentimiento de su hermano, el Rey Luis IVX, sin saber que este tenia otros planes completamente diferentes para él....

De repente se escucharon golpes en la puerta, lo que hizo que el duke volteara y se abriera la puerta y ante ella apareciera el marqués de Louvois.

-Alteza, El Rey Luis IVX, requiere su presencia en su despacho lo más pronto posible. Dijo el Marqués, haciendo una leve reverencia. 

-Por supuesto Marqués, lleveme ante el Rey- dijo el Duke.

En el despacho  del Rey Luis IVX

- Muchas gracias Marqués por traerme al duke ya puedes retirarte. Dijo el rey al marques y este a su vez hizo una reverencia y se marchó del despacho.

- Hermano querido, que tal tu día hoy no te he visto. ¿todo bien? Dijo el Rey al Duke, mientras le proporcionaba un enorme abrazo y este le correspondía.

-Si todo bien, hoy estas más contento de lo normal Luis ¿se pude saber a que se debe?- dijo el Duke en tono exceptico. 

-Aquí en mis manos tengo el futuro de Francia. Porque por fin llego la carta que que tanto había esperado, la carta de tu compromiso. Dijo el rey con satisfacción enseñándole la carta y entregándosela para que el duke la leyera.

-¿Mi carta de compromiso?, ¿a que te refieres?, ¿no comprendo?. Dijo el duke un tanto confundido y sorprendido al leer dicha carta. -Pero creí que ibas tomar en consideración mi petición para volverme monje, ya que tu ya tienes a tu heredero y de esa manera yo podría enfocarme a mi verdadera vocación que seria ayudar a los más necesitados- Dijo el duke con tono acusador. 

-Si, si hermanito, lo dije pero cambié de opinión ya que esta es una oportunidad única en la vida que no podemos dejar pasar ya que el compromiso con la princesa Almira significaría la alianza más poderosa que haya existido jamás. Además de que el primogénito que conciban será el primer Indo-europeo en unificar ambos países. Dicho infante estará bajo mi guía y tutela para hacer eso posible. Dijo el rey en tono satisfactorio 

-Porque no mandas a casar a tu heredero con la princesa almira. Dijo el duke en tono molesto 

-Vamos Jean Philipe, mi hijo, apenas tiene cinco años. además tu eres el candidato más adecuado ya que eres joven, guapo y muy viril. También he escuchado que la Princesa almira es la mujer más hermosa del Imperio Indo-Musulmán con una belleza magnética y personalidad enigmática. Citando las palabras de nuestro embajador francés el almirante Antoine Lamark. Dijo  el Rey con una sonrisa en el rostro. 

-No me fío de los comentarios del almirante francés, porque si no mal recuerdo aquí en la corte tenia reputación de mujeriego, vividor y caza recompensas. Dijo el duke en tono serio.

- Lo sé, Jean Philipe, pero la gente cambia, de eso ya cinco años.  dijo el rey de manera condescendiente.

- Aquí en la carta dice que si me convierto a la fe Indo-Musulmana, todas las condiciones que solicitas pierden validad. Dijo el duke de forma fría.

-Por eso Jamás te convertirás a la fe Indo- Musulmana, ya que va en contra de los preceptos católicos y nuestra alianza. Dijo el rey en tono Irritado

-Lo único que veo en este contrato es tu absoluta ambición, y tu interminable sed de poder ya que algunas de las peticiones son injustas  y excesivas ya que te aprovechas de la vulnerabilidad del sultán-Dijo el duke en tono molesto.

- A ti eso no debería importarte en lo más mínimo, PORQUE EL ESTADO SOY YO  y aunque no lo creas yo siempre voy a velar por el bienestar de Francia, sobre todas las cosas.- lárgate de mi vista Jean Philipe. gritó el rey rojo de cólera. 

-Eso ya ya lo veremos. Dijo el Duke conteniendo su ira. Mientras giraba sobre sus talones y salía del despacho del Rey. 


La sultana Almira Al-RashidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora