木枯らし (kogarashi) ; meanie

a heart with sound

Con un internet decente toma unos pocos segundos que una nota de voz que grabas sea enviada, llegue al móvil del destinatario y este la descargue para reproducirla. Tan poco tiempo aunque existan 9020 kilómetros que separen ambos teléfonos del siglo XXI. La tecnología aspira a hacerlo fácil pero los sentimientos los pones tú y los sentimientos te hacen a ti y los 9020 kilómetros se duplican en un mal día y Jeon Wonwoo en 90 minutos se hace amigo de más de la tecnología y hace que ella logre su deseo y él a su vez lucha por uno suyo. 

Porque tiene manos torpes, un cerebro medio decente y las ganas de amar más intensas que ha visto y lo ve cuando busca en el reflejo que le muestra su corazón cuando cierra sus ojos. Es capaz de ver el amor en sí mismo, así de grande es.

Y no tiene manos tan torpes para el amor cuando su cerebro ya no es solo medio decente y le canta a 9020 kilómetros que se pegan a él para poder escuchar su canto en susurro y entonces los desaparece. 

—I think I'm back in the dream —canta como quien no sabe cantar pero que está enamorado a más no poder—, I think back on the ceiling... 

Canta aunque no sea la mejor noche y esa no mejor noche pretenda ser una normal y espera que su voz medio rota de cantante novato haga milagros, que la empuje un destino, que logre una luz en una tristeza a 9020 kilómetros. 

La letra se enreda en su lengua y sabe que su canción no cura lo que no termina de ver pero sabe que está. Pero la canción va cargada de amor y en su verdadero amor hay ganas de intentar. 

Intentar ser un cantante, de esos que esperan que las habitaciones de los lados no escuchen un ukelele recién comprado en manos de guitarrista más bien, intenta ser un cantante de esos de los que solo hay uno y es él. 

Calculador de kilómetros, reductor de distancias, aliado de su teléfono magullado y pesimista con alma de deseos de último minuto optimistas. 

Intenta ser un cantante que toca ukelele, de esos que abandonan guitarras y pianos y le lloran a las canciones que olvidarán, de esos de los que hay muchos, enamorados.

Ama a Mingyu. 

Y tal vez es cantante de canciones que no van con la tristeza que apenas deja ver su amor. 

Y tal vez es cantante de audios mal grabados. 

¿Pero que más hace si está enamorado? 

Tiene ganas de llevar serenata que reduce distancias y dice "te amo". 

Su ukelele entiende que está enamorado y sus dedos dejan de responder a sus movimientos torpes y responden a un corazón que tiene ganas de amar. 

Tiene ganas de amar. 

Y se aprenderá mil canciones para Mingyu. 

—He lights me up.

Y no puede colocar su voz aguda pero su corazón le sonríe porque tiene autoconfianza en el amor que siente que convierte intentos en bálsamos, en balas que cierran heridas, en imposibles tratando de ser posibles.

—He breaks me up.

Le cuesta pasar de ciertos acordes a otros pero nunca le ha costado amar.