Sucede la realidad en su cabeza más rápido de lo que le gustaría, pasa muy poco tiempo desde que ve como los primeros rayos del sol caen en su mano y molestan un poco a sus ojos, hasta que los rayos vienen más del centro del cielo y bañan todo pero no calman un frío que toca todo menos su corazón.
Las flores y plantas no sólo tienen colores y olor ahí o allá, o en cualquier sitio que las ve siendo belleza que puede ser lastimada tan fácilmente, la belleza que está sobre todas. Suenan a la risa de Mingyu.
Y él captura esa belleza con la cámara de su teléfono y Wonwoo lo tiene que admirar y solo se aleja un par de pasos de él.
Wonwoo sonríe solo un poco y se levanta ligeramente sobre la punta de sus pies un par de veces, no poodiendo quedarse quiero ante todo lo que le causa la simple imagen de Mingyu, las flores, los dos juntos y el sol colándose hasta tocarlos a ambos.
Tal vez Wonwoo quiere correr y abrazarlo, desearía que el sol que los toca los mezcle más y que en vez de sangre les corran flores por dentro, justo como su cabeza le hace creer cuando piensa que tan enamorado está. Pero correr y abrazarlo no pasa, primeramente porque interrumpirá lo que su querido Mingyu hace y en segundo lugar porque quiere respirar ese momento y verlo como si fuera una de esas pinturas impresionistas que tanto le gustan. Y es increíble porque no solo lo respira sino que siente todo eso en su piel, la hermosura de Mingyu y el amor que le transmite su sonrisa cuando se voltea a verlo luego de terminar sus fotos.
—Te amo —dice Wonwoo, porque siempre tiene un te amo colgado en la punta de su lengua para Mingyu.
El mayor hace lo propio y su sonrisa se convierte en una corta y adorable risa tierna, amorosa y luego le devuelve las palabras como tanto le gusta a Wonwoo.
—También te amo.
Cada camino con Mingyu es un camino de flores. Y él las tiene en sus ojos y en su tacto.
Y en la forma de su corazón. Wonwoo comprende que eso es imposible pero quiere jurar que el corazón de Mingyu tiene forma de flor de cerezo y está pintada como cuadros de Monet. Y no sabe cuantos han intentado arrancar la flor por bella, en vez de cuidarla y comprenderla y no sabe a cuantos se les han marchitado los pétalos que le quitan con intenciones no muy claras, pero él quiere cuidar la flor que es.
Sí Mingyu es una flor, él será más responsable que él principito con la suya, y sobre todo, más amoroso y aunque vea 60 atardeceres un mismo día, el brillo del rocío sobre los pétalos de todo lo que hace a Mingyu ser Mingyu, será una razón para sonreír y mil para amarlo más.
Respira el momento de Mingyu junto a las flores, de ambos en medio de ellas y bajo el cielo que nunca van a terminar de ver que su amor les hace entero y completo. Respira el momento y vuelve a decir sus palabras favorita para Mingyu.
—Te amo.
—Yo también te amo.
Y le vuelve a tomar la mano y una crisálida comienza a crecer en el tallo de la flor que es el corazón de Mingyu, una que cuando se abra será mucho más amor, mucho más amor para ambos, uno que los conservará incluso en los atardeceres de invierno.
—Te amo —porque eso parece ser la mejor palabra sobre los labios de Wonwoo y es como si le salieran flores de la boca sin ser la enfermedad de hanahaki sino más bien todo lo contrario.
Todo florece dentro de él gracia a Mingyu.
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木枯らし (kogarashi) ; meanie
Hayran KurguLa calidez del amor derrite la nieve y el invierno cultiva las raíces de primavera. El viento frío se anuncia pero los enamorados siguen yendo a la playa. conjunto de drabbles y one-shots; aclaración: mingyu es mayor que wonwoo en los drabbles