La habitación es blanca, un blanco bastante envolvente y Wonwoo ve sus pensamientos estrellarse contra las paredes, está nervioso pero no de una mala forma, es la clase de nervios que mandan olas de picor por debajo de toda su piel, está más bien emocionado y tratando de no parecerlo tanto o más bien de no parecer demasiado rarito con toda la emoción que se encuentra sintiendo.
Le da a escoger a Mingyu tres chupa chups, siendo descartada casi al instante la de coca-cola, es que no puede saber nada bien. El mayor guarda su chupeta pero Wonwoo come la suya, de fresa y crema, hablan un poco de todo, a Wonwoo el blanco de la habitación lo sigue distrayendo y sacandole los pensamientos como si fuera un lienzo, no se da ni cuenta que está sentado encorvado en una orilla de la cama pero si puede notar muy bien que Mingyu lo mira mucho, lo mira de una forma que Wonwoo no recuerda haber experimentado pero que hace a su corazón latir rápido como diciéndole que esto está dentro de él.
Que le gusta como lo está mirando Mingyu, que lo ha deseado.
La chupa chups desaparece y Wonwoo saca otra conversación. Está tan feliz de hablar con Mingyu, de tenerlo hay muy cerca de él, de ser la persona que está recibiendo sus sonrisas y las de ese día le encantan pero le atraen mucho también.
—¿Cuando me vas a besar? —pregunta el mayor con su voz risueña pero en serio, tan en serio que Wonwoo quiere hacerle caso al instante.
Se congela unos pocos segundos pero luego va hacia Mingyu, después de todo, se muere por besarlo.
Y eso pasa, se besan, se besan muchísimo. Wonwoo no sabe nada de besar de esa forma, seguro se nota pero solo quiere seguir y seguir porque ahora el blanco de la habitación ya no le hace ruido sordo en la cabeza y no le importa cuantos minutos están pasando. Está besándose con Mingyu justo de la forma en que siempre ha querido besarse con él y solo con él. Es seguro decir que está loco de nervios, loco por Mingyu y que el picor debajo de su piel ya no se debe exactamente a los nervios emocionantes. Es Mingyu, Mingyu, Mingyu quien lo está colocando de esa forma.
El mayor se separa de sus labios por unos segundos y de pronto Wonwoo se siente super pequeño y a reventar de ganas de estamparse fuertemente contra sus labios otra vez.
—¿Quieres sentarte en mis piernas? —tan pronto como la pregunta deja los labios del mayor, Wonwoo hace cortocircuito y se vuelve más torpe de lo que es. Pero nada lo detiene.
No puede ser que tan solo hace tres meses pensaba que ese era uno de sus sueños más locos e imposibles. Pero ahí está, en la cima del mundo.
Termina sobre las piernas de Mingyu, sentado de lado y no a horcajadas; se cuestiona mentalmente su decisión hasta que el mayor vuelve a por sus labios y comienzan con todos los besos nuevamente, muchos, demasiados, más de lo que su cuerpo puede soportar sin querer hacer ebullición pero muchísimos menos de todos los que desea.
Wonwoo se siente deseado con una intensidad arrebatadora y de la misma forma él desea a Mingyu y se deja hacer de todo por él, tanto así que se pierde en todo lo que le está haciendo sentir y antes de que pueda formular dos pensamientos más allá del sabor de los labios de Mingyu se encuentra sin camisa y con la espalda desnuda contra la cama después de haber estado de acuerdo con ello.
Las manos del mayor rozando su torso y su pecho desnudo se sienten como el lejano recuerdo de haber recibido una descarga de corriente al haber abierto la nevera descalzo, tan sorpresivo y electrizante que hasta los pensamientos parecen vibrar y estallar, pero esta vez no siente miedo bajar por su espina dorsal sino placer queriéndole quemar la piel de adentro hacia fuera. Todo es tan nuevo que hubiera podido abrumarse, pero no, porque es Mingyu.
Es Mingyu tocándolo, besándolo, tomando con su boca lo que puede de su torso, de su pecho, convirtiéndolo en un desastre caliente y vulnerable pero decidido incluso en la forma en que se arquea su espalda cuando el mayor succiona y quiere más de él.
Las manos de Wonwoo comienzan a desear con toda la intensidad de su mente, quiere más de Mingyu, se acaba de mentalizar para ir más a por él, quiere de todo ahora pero en su intento torpe y para nada disimulado como lo planeó, Mingyu lo nota y dice que deben parar y lo hacen, y Wonwoo está bien con ello y con la sonrisa que le da Mingyu que lo hace sentir como que está a punto de sonrojarse como nunca antes.
Su cuerpo sigue sintiendo las manos de Mingyu y la boca de Mingyu pero es tiempo de vestirse y acomodarse, de incluso darse cuenta que el maquillaje del mayor ha terminado por su cara un poco. Wonwoo se calma por fuera pero no por dentro y la boca le sabe a Mingyu y a la pequeñs chupa chups. Y quería ver al mayor sin camisa.
Pero es tiempo de ir a por pizza.
Pizza, parece igualmente un buen final, así lo es.
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木枯らし (kogarashi) ; meanie
FanficLa calidez del amor derrite la nieve y el invierno cultiva las raíces de primavera. El viento frío se anuncia pero los enamorados siguen yendo a la playa. conjunto de drabbles y one-shots; aclaración: mingyu es mayor que wonwoo en los drabbles