A Mingyu le gustan las bebidas calientes pero que no estén demasiado calientes para beber y Wonwoo puede notar una diferencia abismal entre ellos con solo ese hecho, una diferencia en la que cae enamorado.
La forma en que la taza de Mingyu ya no tiene ni rastro de humo cuando decide llevarla a sus labios con tranquilidad contrasta con la forma en que las papilas gustativas de Wonwoo se queman un poco por tomar el té tal vez demasiado pronto. Allá donde Mingyu es cuidadoso, Wonwoo es desastroso cuando los impulsos se lo comen e incluso lo sigue siendo al pensar una y mil veces sus palabras y sus actos pero Kim Mingyu parece haber nacido con el don de hacer cada cosa con un cuidado especial, único de él, justo como él.
Wonwoo piensa muy bien en ello mientras le observa comer ya que incluso los bocados que se lleva a la boca son pequeños y hasta bonitos.
El muchacho sabe bien que él está muy pero que muy encantado con Mingyu, que su corazón late como loco con la mínima interacción y que siente toda clase de bienestares al tenerlo a su lado y compartir silencios, compartir espacio, compartir una relación. Sin embargo sabe bien que cualquiera podría darse cuenta de esa parte preciosa que es la forma delicada única que tiene Mingyu de hacer las cosas.
En lo que come, se da cuenta de que Wonwoo lo mira fijamente y le sonríe con esa sonrisa que guarda solo para él. Le hace tan feliz verlo y su corazón suspira de ternura cuando Mingyu para de comer, lo mira a los ojos y aparta la mirada rápido, repitiendo ese acto un par de veces.
—¿Qué tanto me miras? —le pregunta con un tono de reclamo sumamente divertido y dos sonrojos se instalan en cada una de sus mejillas, tan pequeños y precioso, con un deje que despierta ternura en Wonwoo.
—Me gusta mucho verte, me gusta estar desayunando contigo —me gustas tantísimo lo mucho que me vuelvo tonto viéndote y es lo único que quiero hacer, pero eso no lo dice, se lo guarda solo para él y le da una sonrisa a Mingyu que luego esconde tras llevarse un bocado de su comida a la boca.
Aparta la mirada del mayor porque no le quiere hacer sentir incómodo pero su mente sigue pensando en lo bonito de su sonrojo y como su detallista Kim Mingyu incluso hace que las reacciones de su cuerpo se parezcan a los pequeños detalles sobre sus cartas que tanto amor llevan. Mingyu lo hace todo muy bonito.
Escoge sitios bonitos para comer, como ese en el que están y emite un aura igual a la de él.
Mingyu escribe cartas preciosas y sus decoraciones casi llevan la misma emoción que marca en letras.
Lleva un diario decorado tan perfectamente que nadie pensaría que tiene que anotar cosas por hacer e incluso las que no le gustan tanto.
Sus manos tienen pequeños movimientos controlados sobre la forma en que separa su comida.
Sus ojos aunque cuando le miran por segundos le transmiten todas esas emociones bellas que siente por dentro.
—Te amo —le dice Wonwoo porque son las palabras que nunca nunca le fallan las que puede hacer sonar casi tan cálidas como cualquiera de las que salen de la boca de Mingyu—, te amo.
Esas son las palabras que contienen la verdad más bonita de su desastroso corazón encantado con un cálido corazón.
El sonrojo de Mingyu se acentúa un poco más y Wonwoo echa la vista alrededor. La pequeña cafetería enmarca al muchacho frente a sus ojos como si se tratara de un cuadro minimalista capaz de despertar un millón de emociones por su simpleza que va más allá de eso, que se trata de pureza.
Y Wonwoo podría decirle a su chico en ese momento que es perfecto pero sabe que el corazón de Mingyu, su buen corazoncito amante de los cumplidos y palabras bonitas hacia su persona, se encargaría de desmentir lo que acababa de decir con un «Claro que no, Wonwoo» ligeramente agudo e increíblemente tierno.
Y suponiendo y aceptando que tal vez Mingyu no es perfecto, eso no es algo que le importe en lo mínimo a Wonwoo y su forma de ver el mundo. Puede que para él llamarle perfecto sea una forma más intensa de decirle lo precioso que es, puede que no sea perfecto pero hasta esas imperfecciones que el mayor ve en sí mismo están decoradas por su esencia bonita y a Wonwoo le enamora, el no perfecto Mingyu, pero el siempre hermoso Mingyu. El Mingyu compuesto de detalles cálidos, amables, bonitos y tan él.
Perfectos puede que sean los recuerdos, justo como ese que está formándose y la fotografía mental que se quedará por siempre en Wonwoo. Aquella cafetería enmarca con sus hermosos detalles los de Mingyu que son aún más hermosos.
Y el recuerdo se vuelve perfecto, la cafetería se vuelve perfecta y las imperfecciones que como humano tiene Mingyu se vuelven calidamente perfectas también y Wonwoo no se explica como eso es posible en su cabeza pero es tan bonito como para regalarle un millón de te amos que le pinten las mejillas y se las conviertan en cartas de amor y confesiones como a las que tanto detalle y esmero le pone de todo corazón.
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木枯らし (kogarashi) ; meanie
FanficLa calidez del amor derrite la nieve y el invierno cultiva las raíces de primavera. El viento frío se anuncia pero los enamorados siguen yendo a la playa. conjunto de drabbles y one-shots; aclaración: mingyu es mayor que wonwoo en los drabbles