Capítulo 8

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(Mil disculpas por no seguir subiendo actualizaciones T.T)

Sungmin abrazó con más fuerza el cuerpo perlado con sudor que se movía sobre él, recorrió con ambas manos la espalda ajena, encajó las uñas en los hombros cuando el ritmo de las embestidas aumentó.

- Ahmm.

Lo encerró en sus piernas y lo jaló del cuello para un beso que fue correspondido en su totalidad. La mano ajena tomó su eje y lo masajeó al ritmo de las embestidas, su compañero apoyó su frente en la deSungmin y este finalmente abrió los ojos.

- Kyu... Kyuhyun

El insistente golpeteó lo hizo despertar de golpe, se sentó en la cama agitado, sudado y con una erección entre las piernas.

"¿Un sueño mojado... Con Kyuhyun?" Se golpeó la frente insistentemente tratando de olvidar la sensación de estar bajo él, los efectos eran tan reales. Los recordó uno a uno; los movimientos, el continuo vaivén, los toques sobre su piel. Hasta que se encontró acariciándose a sí mismo.

El golpeteo en la puerta lo sacó a la realidad nuevamente.

Se sentó en la cama y acomodó la sensible erección dentro de los holgados pantalones antes de ir a abrir la puerta, por un instante pensó en gritarle a Kyuhyun, pero estaba con otra borrachera de la noche anterior, distinta a la de la última vez en Maquiavelo, por lo que no movería un dedo hasta la tarde.

Después de vivir casi tres meses con el menor se dio cuenta del nuevo hábito que había adquirido con la bebida los fin de semana y uno que otro que día a la semana, cada vez que preguntaba recibía una sonrisa tranquilizado o un 'todo está bien', pero él sabía que eso solo era un escape ala frustración que sentía por no poder ser quien quería ser.

El golpeteo en la puerta seguía.

"¿Acaso no se cansa de golpear la puerta?"

Abrió la puerta con una mano mientras que con la otra se refregaba un ojo tratando de alejar la necesidad latente de volver a la cama.

- ¡¿Quién eres tú y dónde está Kyuhyun?! - Una mujer de pelo negro hasta un poco más abajo de los hombros, tez blanca y un insistente golpeteo con la punta del pie lo inquirió al segundo de abrir la puerta.

- Yo soy el arrendatario y Kyuhyun está durmiendo. - Se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta - Si eres una de sus novias, lo siento pero acá no entran.

- ¿Yo? - Puso una mano en su pecho ofendida -Mira pequeño, tú no sabes quien soy - Dio un paso dentro del piso pero Sungmin la detuvo interponiéndose en su camino.

- No entres, no me obligues a usar la fuerza. -Obviamente sólo con el fin de que no ingresara.

La mujer lo analizó de pies a cabeza - ¿Tú? –Río - ¿Debo suponer que tú vas a detenerme?, ¿con un pijama de chándal rosa? Te digo amigo, no te ves muy intimidante. - Dio un paso dentro y Sungmin encerró su mano en la muñeca de la chica - Suéltame, no me toques.

- Sal de acá entonces.

- ¿Noona? - Kyuhyun apareció en el pasillo delas habitaciones con sólo un pantalón puesto y con una mueca extraña en la cara-¿Qué haces acá?

Sungmin soltó la mano de la hermana mayor deKyuhyun - ¿Noona?, ¿Ahra noona? - La miró detenidamente, estaba más madura aunque conservó su altura, sus rasgos eran parecidos a los de Kyuhyun.

- ¿Kyuhyun, quién es él? - Apuntó a Sungmin.

- ¿No lo reconoces? - La chica lo analizó de nuevo, el cuerpo, extensiones, torso, tal vez algo familiar en el rostro, negó con la cabeza. - Cambia el color de pelo a negro.

- ¡Ya! Deja de jugar mocoso y dímelo de una vez- Se acercó a su hermano menor y le golpeó insistentemente el brazo.

"Definitivamente es noona" Sungmin curvó sus labios en una sonrisa cuando pudo reconocer a Cho Ahra frente a él.

- Ya deja eso - Kyuhyun protestó - ¿De verdad no lo reconoces? - Ahra negó. – Es Sungmin... Lee Sungmin, es chico que raptabas las tardes cuando iba a casa y no me dejabas jugar con él hasta que hubieras terminado de contarle tu complicada vida, ¿ahora sí?

Ahra contuvo el aliento y miró nuevamente a Min- ¿Sungmin....sungminnie? - El chico asintió - ¡Oh dios, realmente eres tú! -Se acercó y sin dudarlo lo encerró en un abrazo. - Que se jodieran las tradiciones proxemicas, su niño había vuelto.

Luego de algún momento se separó con lo ojos brillosos.

- ¿Cómo has estado noona?

- ¿Cómo he estado yo?, ¿qué tipo de pregunta es esa? - Lo golpeó tal como lo había hecho con Kyuhyun. – Tú, pequeño demonio, desapareciste de la nada, te alejaste por completo y ni siquiera te acordaste de mí, ¿qué como estuve? Preocupada estuve, además este idiota no me decía nada... - Miró furiosa a Kyuhyun - Tú pequeño idiota, - Lo apuntó con el dedo -¿cuándo pensabas decirme que Sungminnie había vuelto?

- Noona... - Kyuhyun intentó hacer aegyo.

- Eso te funciona. - Tomó a Sungmin del brazo y lo arrastró dentro - Ve a hacer el desayuno Kyuhyunnie, tengo que hablar conSungmin un momento.

- Pero...

- No te atrevas a contradecirme hermanito, si lo haces nuestros padres se enterarán de donde estás viviendo.

- Maldición. - Masculló antes de perderse en el pasillo opuesto camino a la cocina.

- ¿Por qué no me dijiste nada Sungmin? - Esa es la charla que debían haber tenido hace cuatro años, cuando Sungmin tomó la decisión de marcharse. - Podría haberte ayudado con todo lo que estaba pasando.

- Noona... Ya no tiene caso hablar de eso, ya regrese y...

- Y nada. - Lo interrumpió - ¿Sabes cómo me sentí cuando Ryeowook me contó por qué te fuiste? ¿Por qué no confiaste en mí?Sabes qué pude haber hecho algo para detenerlo si lo hubieras hecho.

- No es que no confiara, simplemente tenía la estúpida esperanza de que cambiara su actuar, pero no pasó y sólo me fui.

- Sin decirle a casi nadie. – Agregó. - ¿Estás bien ahora?

- Por algo volví hace tres meses.

- No pregunté por tres meses atrás, pregunte por ahora. - Tomó una de las manos de Sungmin entre la suyas - ¿Estás bien con el idiota?

- Oye, escuche eso noona. - Kyuhyun se acercó con una bandeja con algunas cosas simples de un desayuno, te, café, yogurt y cereales.

- ¿Qué es esto? - Preguntó Ahra.

- Desayuno - Respondió irónico Kyuhyun.

- Quiero un desayuno coreano y Sungmin también, esto - lo abarcó con la mano - me deja con hambre.

- Pero noona...

Ahra comenzó a sacar el celular, lo desbloqueó y marcó un número.

- Aish, está bien, está bien, ya vuelvo. -Kyuhyun tomó la bandeja pero Ahra lo detuvo.

- No te molestes, será un aperitivo.

- Como quieras – Bufó y volvió nuevamente a la cocina.

- Estoy bien noona, puedo manejarlo. - Le dedicó una sonrisa tranquilizadora. - Voy a ayudar al idiota o nos envenenara con lo que sea que esté tratando de cocinar.

- ¡Ya! ¡Hyung, también escuche eso! - Gritó desde la cocina seguido del ruido de unas ollas cayendo - ¡Mierda!

-.-.-.-.-.-.-

- Vamos Sungmin... Sungminnie, vamos por favor.

- No Ahra, no iré.

- Pero mira, - Le puso un espejo en un ángulo para que viera la parte superior de su cabeza - ya se está viendo lo negro, si decides tener este color debes hacerte cargo.

Sungmin fue al baño a verse en el espejo más amplio, las raíces negras se asomaban entre la cabellera rubia del chico, no quería pasear así por la vida, sólo que le daba pereza malgastar su tarde en el salón cuando podía dormir o simplemente relajarse en el piso.

- Está bien noona, ¿dónde vamos?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Kyuhyun estaba sentado en el sofá de la sala, la consola instalada en la TV con el juego en pausa, en frente de él estaba la mesa llena de frituras y algunas latas de cerveza, él por su parte estaba mirando fijamente el menú de pausa del videojuego pensando en la próxima estrategia.

Después de dos días con Ahra pegado a él en el piso no había podido jugar ni un sólo segundo, Sungmin ayudaba y la distraía pero no era suficiente, cada vez que iba a iniciar un juego miles de reprimendas y miradas que parecían lanzar cuchillos le eran dirigidas a él.Ahora, por azares del destino, habían desaparecido ambos en la mañana y tuvo el tiempo de juegos que tanto ansiaba.

Sacó el juego de pausa e inició nuevamente su trabajo.

Llevaba un tiempo tranquilo, había avanzado varias etapas y niveles del juego cuando sintió la puerta abrirse y su expresión feliz se tornó en una mueca cuando escuchó la voz de Ahra.

- Kyuhyunnie llegamos. - Sintió como la puerta se cerraba y dos pares de pasos se acercaban a él - ¿Dónde está?

- De seguro jugando - Respondió Sungmin que venía a unos pasos de la chica.

Rápidamente guardó su avance, la pantalla mostraba "Saving" seguido de una barra que mostraba el progreso de la acción, comenzó a rogar para que la barra llegara al 100% cuando sintió la mano de Ahra en su hombro, maldijo una y mil veces.

- No te dije que debías ordenar tu cuarto Kyuhyunnie. - La chica avanzó unos pasos en frente Kyuhyun, la barra mostraba el 90%.

- Vamos noona, no eres mi madre. - 95% y seguía rogando internamente. - Además es mi pieza, mi desorden, mi problema, no tienes por que preocuparte.

Ahra se giró y vio la barra de carga en la TV -¿Cuánto tiempo estuviste jugando hermanito?

97%

- Sólo unas horas. - Su tono era temeroso ,anticipando las acciones de Ahra. - No... No lo hagas Ahra.

98% y la hermana mayor de Kyuhyun ya tenía su dedo sobre el botón de ON/OFF de la consola.

99% y en un solo movimiento vio como el dedo deAhra presionaba el botón mandando la pantalla a negro al igual que toda su tarde de juegos.


- ¡JODER AHRA TE DIJE QUE NO LO HICIERAS!-Kyuhyun quitó la mano de su noona del botón y la prendió nuevamente verificando si había alcanzado a guardar la partida - ¡Hija de pu...

- ¡Hey! Detente ahí mocoso. - Sungmin que había observado atentamente toda la escena, intervino en medio del insulto del menor.- No te atrevas a tratarla así. - Lo amenazó interponiéndose entre ambos.

Kyuhyun en un momento desconoció al hombre que se puso en frente de él, busco entre sus recuerdos hasta que encontró al pequeño de piel blanca y pelo negro en frente de él, sólo que ahora estaba más maduro y con rasgos más marcados, estaba más... Guapo.

Y ese pensamiento lo trajo a la realidad.

Era Sungmin, el mismo que se había marchado, el mismo por el que desarrolló sentimientos, el mismo por el que se reprimía ahora mismo.

- ¿Hyung? - En su estado de shock intentó reaccionar y tomó por los hombros a un pelinegro Sungmin y se acercó a su cara estudiándolo, como si fuera primera vez que lo veía en años, y era así, para él, aquel Sungmin era distinto al que volvió rubio hace algunos meses.

- Kyuhyun, no trates así a Ahra sólo por un juego... - Sungmin seguía reprochándole sus acciones pero él simplemente se encontraba recordando cuando había sido la última vez que vio a su Sungmin con ese estilo.

El recuerdo vino como un golpe seco en su cara, el rostro de Sungmin bañado por las lágrimas, la mejilla hinchada y algunos moretones en los brazos, a su alrededor estaba oscuro y húmedo, el olor estaba al mismo nivel que el cuarto de servicio en donde había estado cerrado el mayor por algunas horas.

"Así es como deben terminar los maricones hyung, espero aprendas la lección."

Las palabras se repitieron una y otra vez en su mente, al otro día simplemente no apareció, al siguiente tampoco, luego de una semana se extrañaba de no saber donde estaba, el rechazo de la Line fue instantáneo, no le hablaron por semanas, quizás meses y allí fue cuando comprendió cuan mal estuvieron sus acciones.

"Yo también lo merezco..."

- ¿Kyuhyun? - Y ahora frente a él estaba el mismo chico que dejó de ver por años, sus ojos se tornaron brillosos y sin pensarlo lo encerró en un abrazo.

- ¿Kyuhyun? - Ahra se quedó estupefacta observando la escena, Sungmin mantuvo los brazos abajo pegados al cuerpo mientras Kyuhyun lo rodeaba y escondía su cabeza en el cuello de Sungmin.

Sungmin respiró hondo y recibió el repentino contacto de Kyuhyun, miró a Ahra que seguía expectante, con un leve movimiento de cabeza le indicó que los dejara solos, la chica asintió y un momento después sintió el ruido de la puerta cerrarse.

Kyuhyun estaba pegado a su cuello, sintió la humedad en su piel y luego la respiración agitada del menor, mientras los brazos ajenos lo apretaban más, movió sus brazos rodeando la cintura de Kyuhyun acariciándolo levemente con el nulo espacio existente entre ambos.

- ¿Kyuhyun? - El nombrado se alejó unos centímetros de Sungmin y llevó ambas manos a las mejillas ajenas, acercó su rostro y junto sus frentes.

Sungmin no quitó la vista de los ojos del menor, ahora el globo que antes era blanco estaba teñido de rojo, la piel por donde pasaban algunas lágrimas estaba brillosa, los labios entreabiertos buscando algún ritmo para respirar.

- Min hyung... - El mayor sintió el escalofrío en su espalda cuando Kyuhyun lo llamó como hace años lo hacia, posó sus manos sobre las de Kyuhyun sintiendo el calor que irradiaba el menor.

Algo dentro su mente le decía que tan poca distancia era un riesgo que sus planes no estaban dispuestos a asumir, una voz interna le pedía a gritos que se alejara y que dejara el contacto físico en ese mismo instante, pero él simplemente la ignoró, y se decidió a aprovechar lo que durara ese momento de shock. Después vería cómo olvidar el sentimiento que lo invadía ahora mismo, aquel que por más que Siwon intentó provocar, no pudo.

- Per...perdóname. - Kyuhyun respiró hondo tratando de calmar el temblor de su voz - Yo... Yo me merezco tu odio...Merezco que me hagas todo lo que te hice. – Susurró.

Antes de que Sungmin pudiera reaccionar Kyuhyun se alejó y bajó la cabeza mirando el piso.

- Min hyung, - Sungmin lo miraba atentamente -ven, golpéame...

- ¿Qué?

- ¡Ven y hazme lo mismo que te hice a ti! -Cerró sus manos en puños y las apretó a su cuerpo esperando el castigo -¡Vamos, golpéame, puños, patadas, lo que sea, pero haz algo!

- ¿De qué hablas Kyuhyun? - Ahora el asombrado era Sungmin "¿Qué planea?"

Kyuhyun caminó unos pasos y cayó de rodillas frente a Sungmin.

- Lo merezco... Merezco lo mismo que te hice a ti, merezco que me golpees, me maltrates, me hagas la vida imposible, merezco que me odies y me repudies, ¿cómo puedes soportarme? - Habló con un hilo de voz. - ¿No te dio asco besarme? - Susurró aún con la cabeza gacha. - Yo... Soy un hijo de...


- Ya detente. - Sungmin se arrodilló frente a él y lo abrazó por los hombros. - Es suficiente. - Susurró en su oído, se alejó y tomó la cara de Kyuhyun entre sus manos, la levantó y conectó sus miradas. - No puedo decir que no quiero hacer todo lo que dijiste... Pero, no lo haré.

- ¿Por qué? - Susurró luego de un momento.Levantó una mano y secó las lágrimas de Sungmin quien no se había dado cuenta de que las había derramado. – Si yo... Debo recibirlo, no tengo derecho a quedar impune...

- Por que yo ya superé esa etapa. - Se apoyó en la mano de Kyuhyun. - Si hiciera lo que me pides sería como volver a lo mismo que dejé hace cuatro años Kyuhyun.

- No entiendo...

- Superé lo que me hizo marcharme, olvidé los maltratos y los golpes. – Mintió - Volví con los recuerdos de los meses anteriores a que te enterarse de mi orientación sexual, los de los meses posteriores simplemente los deje de lado por que necesitaba avanzar y no sumergirme en la mierda que quedé hecho.

- ¿Tú... Tú me superaste? - Habló con un hilo de voz.

- ¿Tú me superaste a mí? - Sungmin tenía su respuesta clara, pero ¿Kyuhyun la tendría?, sabía que todos esos años del menor eran un intento por ocultar sus verdaderos gustos, por sentirse más hombre, para hacerse creer a sí mismo que era heterosexual, para evitar pensar en su verdadera orientación, Sungmin lo sabía pero, ¿y Kyuhyun?

Kyuhyun sabía exactamente lo que significaba esa pregunta, también sabía el valor que tomaría su respuesta una vez dicha, lo que no sabía, es si estaba preparado y dispuesto a asumir lo que significaba responder.

Y la oportunidad de huir se presentaba nuevamente frente a él, podría responder una mentira, levantarse y dejar aSungmin nuevamente allí botado o podría enfrentarlo e intentar ser feliz.

- No... - Sungmin sonrió, pero a los pocos segundos la sonrisa se desvaneció. - No lo sé.

El mayor se mordió el labio, dejó que sus manos cayeran del rostro de Kyuhyun y alejó el propio de la mano del menor, negó con la cabeza y se puso de pie.

- No... Espera. - Kyuhyun lo sujetó de la muñeca impidiendo que se marchara.

- ¿Espera? - Lo enfrentó - ¿Sabes cuánto he esperado ya?

- Sungmin déjame terminar...

- No, sé lo que vas a decir. - Tiró de su brazo, liberándose del agarre. - Algo como que no estas listo o no lo puedes asumir, tal vez que crees imposible que algo así te pase a ti.

- ¿Cómo...

- ¿Cómo lo sé? - Kyuhyun asintió - Yo pasé por lo mismo y mírame, aquí estoy. - Abarcó el espacio con sus manos. - Estoy vivo y estoy bien, cosas malas pasaron, ambos lo sabemos bien, pero aquí sigo viviendo Kyuhyun.

- Sólo te pido un poco de tiempo para entender que es lo que siento... - Con el tiempo conseguir una oportunidad de asumir sus sentimientos y no actuar por instintos.

- Corrección. Quieres tiempo par aceptarlo, porque ya lo entiendes y te aterra lo que descubriste sobre ti. - Sungmin tomó la mano de Kyuhyun y entrelazó sus dedos. - Yo no te superé a ti Kyuhyun. Superé lo que me hiciste esos meses. – Aclaró - Pero ahora es tiempo de dejarte atrás. - Kyuhyun sintió el nudo en su estómago cuando escuchó al mayor. – Nopuedo esperar más, no creo poder volver al closet por ti tampoco, no quiero hacerlo, quizás el viejo Sungmin lo habría hecho, pero yo no lo haré.

- Min... - Afianzó el agarre de sus dedos.

- Te amo Kyuhyun. - No dejó de mirarlo directamente a los ojos. - Todavía lo hago. – Río. - Pero es tiempo para que me de una oportunidad con otra persona.

Sungmin bajó la vista a sus dedos, sólo largo tiempo con un momento de contacto físico así de pacífico, sin reacciones instintivas de por medio, si no que puramente por voluntad propia, el calor que irradiaba Kyuhyun se sentía natural y correspondió por el propio, sus manos encajaban a la perfección como hechas la una para la otra.

Suavemente desprendió uno a uno sus dedos hasta que sólo el meñique quedo unido, la sensación de cortar la cuerda floja y caer al vacío inundo a Kyuhyun.

"¿Realmente lo hará?"

Y lo dejó libre, simplemente lo hizo. Sungmin respiró hondo y se giró caminando a su habitación dejando a Kyuhyun en la sala mirándolo atentamente.

- Hyung. - Sungmin se detuvo en su puerta - No creas que lo haré fácil, si es necesario te volveré a enamorar, porque no ha nacido persona capaz de olvidarme.

Porque a pesar de que su cabeza era un lío en ese momento, lo único que tenía claro era que Sungmin no estaría con nadie más que con él.

Sungmin sonrió y entró a su cuarto. - Mocoso engreído.

Nos volvemos a ver [KyuMin/YeWook/EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora